Tambi¨¦n Francia
Los recortes anunciados por Sarkozy y el temor a una contracci¨®n c¨ªclica hunden las Bolsas
Las Bolsas europeas volvieron a desplomarse ayer a causa de los rumores sobre una inminente rebaja de la calificaci¨®n de la deuda francesa, hoy triple A, como la alemana. De repente, debido a la inquietud de fondo de los inversores por las malas perspectivas de crecimiento en Europa y en Estados Unidos, la econom¨ªa francesa se ha convertido en objeto preferente de atenci¨®n, aunque sus fundamentos econ¨®micos no justifiquen el temor de los inversores. Ha bastado que Nicolas Sarkozy anunciara que ha pedido a su equipo econ¨®mico nuevas propuestas para garantizar que se cumplen los objetivos de d¨¦ficit para que haya corrido como la p¨®lvora la interpretaci¨®n de que las agencias de calificaci¨®n habr¨ªan informado al Gobierno franc¨¦s sobre una posible rebaja de su deuda. Rebaja que ser¨ªa catastr¨®fica para la credibilidad del crecimiento franc¨¦s y para el Fondo de Estabilidad Financiera, que tiene que contar al menos con las garant¨ªas de dos triples A, Alemania y Francia.
As¨ª, la situaci¨®n de Europa, que la semana pasada se aproximaba al l¨ªmite de lo insostenible por la escalada de los diferenciales de deuda de Italia, Espa?a y B¨¦lgica, ha dado un vuelco dram¨¢tico y hoy sufre del pavor en los mercados de renta variable por el miedo a que la eurozona entre en una fase de estancamiento. Las pol¨ªticas de ajuste enfr¨ªan las tensiones de la deuda, pero alarman a los accionistas.
Los temores de las Bolsas -con ca¨ªdas r¨¦cord desde hace casi tres a?os en Fr¨¢ncfort y Par¨ªs- est¨¢n justificados. Si Francia ahonda su plan de ajuste presupuestario e Italia pone en marcha medidas efectivas para reducir el d¨¦ficit y el endeudamiento (se aprobar¨¢n de urgencia el 18 de agosto), Europa corre el riesgo de entrar en un ciclo de contracci¨®n. La gesti¨®n econ¨®mica en la eurozona est¨¢ claramente desequilibrada. Tiene una pol¨ªtica monetaria com¨²n muy laxa (para irritaci¨®n de Alemania) y el conjunto de pol¨ªticas fiscales m¨¢s restrictivas de su historia; pero con la distorsi¨®n a?adida de que los bajos tipos de inter¨¦s sirven para poco, porque los bancos no prestan. Este desorden revela la carencia de instituciones de regulaci¨®n econ¨®mica; lo cual hace temer a su vez que los problemas de fondo del crecimiento no se corregir¨¢n y que la volatilidad de las Bolsas y los ataques contra las deudas nacionales no terminar¨¢n a corto plazo.
Incluso admitiendo que los inversores est¨¢n reaccionando con exceso a la amenaza de estancamiento, el hundimiento de la renta variable deber¨ªa considerarse como una grave advertencia del da?o que supone a muchos pa¨ªses (entre ellos Espa?a) la prolongaci¨®n de periodos de bajo crecimiento con nula creaci¨®n de empleo. El da?o es econ¨®mico (la cotizaci¨®n de los bancos europeos est¨¢ soportando un castigo severo, con depreciaciones medias del 10% ayer), pero tambi¨¦n social. Los motines en Reino Unido est¨¢n relacionados con un desasosiego social que se alimenta del paro creciente, los recortes de derechos sociales y la falta de expectativas de empleo. En suma, con el pauperismo.
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