Defensa renegocia una deuda de 26.000 millones en armas que no puede pagar
El plazo para abonar tanques, aviones y fragatas se alargar¨¢ cinco a?os hasta 2030
Si el due?o de una casa deja de pagar la hipoteca, el banco no dudar¨¢ en embargarla. Pero si el Ministerio de Defensa no abona las anualidades de un buque de guerra, un carro de combate o un cazabombardero, ?qui¨¦n se atrever¨¢ a embargarlos?
La situaci¨®n puede parecer surrealista, pero es real. Las Fuerzas Armadas espa?olas han abordado en la ¨²ltima d¨¦cada un proceso de modernizaci¨®n sin precedentes. Aunque tienen algunas carencias clamorosas y parte de su material est¨¢ obsoleto, disponen de algunos de los armamentos m¨¢s avanzados del mundo: el caza EF-2000, el tanque Leopardo o la fragata F-100, cuyo sistema de combate es capaz de integrarse en el futuro escudo antimisiles.
Es verdad que muchos de estos proyectos ten¨ªan un objetivo m¨¢s industrial que militar -permitir la privatizaci¨®n de una empresa p¨²blica o su integraci¨®n en un consorcio multinacional- y que nunca existi¨® un planeamiento global que permitiera asignar los recursos en funci¨®n de las prioridades de los ej¨¦rcitos. Pero ello fue posible porque se abus¨® de la compra a cr¨¦dito, engordando una deuda que toca pagar ahora, en el peor momento.
M¨¦ndez: "Compramos armas que no ¨ªbamos a usar con dinero que no ten¨ªamos"
La factura global de los llamados programas especiales de armamento -19 sistemas de armas que, en su mayor¨ªa, incorporan nuevas tecnolog¨ªas- suma 30.000 millones de euros, en torno al 3% del PIB espa?ol, de los que Defensa ha pagado hasta ahora algo menos de 5.000.
Los restantes 26.000 millones deber¨ªan abonarse a las empresas en sucesivas anualidades hasta el a?o 2025, pero los propios responsables de Defensa reconocen que eso es imposible sin un dr¨¢stico aumento del presupuesto, lo que resulta impensable cuando Espa?a se ha marcado como objetivo prioritario reducir el d¨¦ficit al 6% al final de este a?o y al 3% en 2013 (con datos de 2010, el d¨¦ficit del conjunto de las administraciones es del 9,2% del PIB).
Ya en 2011 el Ministerio de Defensa se ha visto en serios apuros para atender sus obligaciones. La partida que recibi¨® para pagar esos 19 grandes programas fue de 204,5 millones, inferior en 543 a la inicialmente prevista. Gracias a los cr¨¦ditos de Industria logr¨® llegar a los 1.000 millones; y, aun as¨ª, faltaron 690 millones para cumplir los compromisos adquiridos con las empresas.
Si se tratara de un problema coyuntural, bastar¨ªa con posponer los pagos. Pero la situaci¨®n no ser¨¢ mejor sino que se agravar¨¢ en el futuro. El programa de pagos se dise?¨® de tal forma que en los primeros a?os, los de bonanza, las cuotas eran reducidas; mientras que ahora, en plena crisis, su cuant¨ªa se multiplica, hasta el punto de que a partir de 2014 ser¨¢ superior a la suma de todo el cap¨ªtulo de inversiones del ministerio: 1.005 millones en 2011.
Seg¨²n fuentes de Defensa, mantener los plazos previstos supondr¨ªa que en 15 a?os las Fuerzas Armadas no podr¨ªan hacer ninguna nueva inversi¨®n y aun as¨ª no bastar¨ªa. Cuando se decidi¨® la adquisici¨®n de las nuevas armas no se tuvo en cuenta el alto coste que supone mantenerlas operativas: m¨¢s de 400 millones anuales ahora y 800 millones a medio plazo. En conjunto, seg¨²n los c¨¢lculos de Defensa, har¨ªan falta 1.500 millones m¨¢s al a?o para cumplir lo comprometido.
En su comparecencia ante el Congreso de octubre pasado para presentar los presupuestos de este a?o, el secretario de Estado de Defensa, Constantino M¨¦ndez, ya se refiri¨® en t¨¦rminos muy duros a la pol¨ªtica que ha llevado a esta situaci¨®n. "No deber¨ªamos haber adquirido sistemas [de armas] que no vamos a utilizar, para escenarios de confrontaci¨®n que no existen y, lo que es m¨¢s grave, con un dinero que no ten¨ªamos entonces ni tenemos ahora", admiti¨®. M¨¦ndez precis¨® despu¨¦s que, "de los 27.000 millones de deuda", a las legislaturas del PP corresponden "23.000 y pico millones", y a las dos ¨²ltimas del PSOE, "3.000 y pico".
Si tal alegr¨ªa presupuestaria fue posible -"irresponsabilidad", la llam¨® M¨¦ndez- es porque los gastos de Defensa tuvieron un fuerte crecimiento a principios de este siglo, hasta llegar a 8.500 millones en 2008. Desde entonces han ca¨ªdo un 16%, limit¨¢ndose este a?o a 7.154 millones.
Adem¨¢s, Defensa contaba con los ingresos derivados de la venta de viviendas y solares ocupados por antiguos cuarteles, pero el pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha secado ambas fuentes de ingresos. Si entre 2004 y 2007 se generaron por estos conceptos unos 500 millones anuales, en 2009 fueron 148 millones y en 2010 solo 100.
Con todo, lo que ha mantenido en pie el sistema son los cr¨¦ditos sin inter¨¦s que, por unos 15.000 millones de euros, ha concedido el Ministerio de Industria a las empresas. El problema es que ahora toca devolverlos.
Como todo acreedor que no puede atender sus obligaciones, lo primero que se ha planteado Defensa es la reestructuraci¨®n de su deuda. Fuentes de dicho departamento confirman que se est¨¢ negociando con Hacienda una reprogramaci¨®n de los pagos, de forma que los plazos se alarguen cinco a?os: del 2025 al 2030. Las empresas aceptar¨¢n si pueden aplazar a su vez la devoluci¨®n de los cr¨¦ditos a Industria.
Las mismas fuentes reconocen que esta medida solo permitir¨¢ un alivio pasajero, sin resolver el problema de fondo. Un estudio editado por Defensa propone traspasar la deuda a un organismo p¨²blico de nuevo cu?o que se encargar¨ªa de gestionarla; o bien que las devoluciones a Industria generen autom¨¢ticamente nuevos fondos para Defensa. Algunos expertos sugieren lisa y llanamente la condonaci¨®n de los cr¨¦ditos de Industria con el argumento de que, en realidad, no se trata de una deuda de las empresas con el Estado sino de un ministerio con otro, pero eso supondr¨ªa computar los 15.000 millones como d¨¦ficit, y no parece la mejor coyuntura para hacerlo.
Se traspasa material de guerra
La resoluci¨®n del problema de la deuda pasa por suprimir algunos programas de armas o, al menos, reducir el n¨²mero de unidades, seg¨²n todas las fuentes consultadas. Seguramente es tarde para renunciar al EF-2000 o al Leopardo, pero no para cuestionarse si Espa?a necesita 87 cazabombarderos o 235 carros de combate.
El problema es que recortar el pedido puede suponer penalizaciones econ¨®micas, disparar el coste unitario y poner en graves dificultades a empresas emblem¨¢ticas del sector. Un ahorro mal meditado podr¨ªa dar al traste con buena parte de las ventajas obtenidas en programas multinacionales.
Por eso, el Ministerio de Defensa busca una tercera v¨ªa que le permita reducir su pedido sin incumplir sus compromisos. Por ejemplo, traspasando a terceros pa¨ªses algunas de las unidades destinadas a Espa?a. Si se consuma la venta de 200 carros Leopardo a Arabia Saud¨ª, los 50 primeros podr¨ªan proceder del pedido espa?ol y una f¨®rmula similar ser¨ªa de aplicaci¨®n al EF-2000, como ya ha demostrado Reino Unido.
PSOE y PP no se ponen de acuerdo sobre qui¨¦n tiene la responsabilidad de haber engordado la bola de nieve. Seg¨²n Defensa, en las legislaturas del PP se comprometieron programas por m¨¢s de 23.000 millones y, en las del PSOE, por algo m¨¢s de 3.000. Sin embargo, en el ¨²ltimo Consejo de Ministros se aprob¨® la segunda serie de los Buques de Acci¨®n Mar¨ªtima, por lo que la deuda se ha engordado en 740 millones.
En lo que ambos partidos est¨¢n de acuerdo es en que el calado de las medidas necesarias -recorte de programas, reducci¨®n de pedidos o condonaci¨®n de cr¨¦ditos- requiere un pacto de Estado. Aunque nunca antes de las pr¨®ximas elecciones.
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