Pulso en la Liga
Los futbolistas lanzan un ultim¨¢tum discutible en la actual situaci¨®n econ¨®mica
Con el aval de algunas de las estrellas de la selecci¨®n campeona del mundo, los jugadores afiliados a la Asociaci¨®n de Futbolistas Espa?oles (AFE) han anunciado que ir¨¢n a la huelga en las dos primeras jornadas de Liga si no se da satisfacci¨®n a sus reivindicaciones, especialmente la de garantizar el pago de las cantidades adeudadas por los clubes a sus plantillas. Aunque han expresado su disposici¨®n a negociar, las condiciones en que la AFE ha planteado los paros dejan poco margen para el acuerdo.
En primer lugar, por la fecha. A nueve d¨ªas del inicio de una Liga cuyo calendario ya est¨¢ muy apretado (por la necesidad de finalizar el campeonato a tiempo para la Eurocopa de 2012), m¨¢s que una propuesta es un ultim¨¢tum. Aplazar dos jornadas que tendr¨ªan que encajarse luego a martillazos afecta a intereses leg¨ªtimos diversos que nada tienen que ver con el motivo de la huelga. Los futbolistas tienen raz¨®n en reclamar lo que les deben, pero no es realista esperar que los clubes que han gestionado bien vayan a pagar los derroches de los que lo han hecho desastrosamente. Tanto que la deuda que hace un a?o afectaba a un centenar de futbolistas y sumaba 12 millones de euros, afecta ahora a 200 y la cantidad se aproxima a los 50 millones. Muy por encima de los 10 millones al a?o con los que la Liga de F¨²tbol Profesional (LFP) se comprometi¨® a dotar un fondo de garant¨ªa para estos casos.
Pese a sus ¨¦xitos deportivos, el f¨²tbol espa?ol est¨¢ en quiebra. Su deuda total entre Primera y Segunda divisi¨®n se eleva a unos 4.000 millones, y hay 19 clubes, de los que siete son de Primera, en situaci¨®n de concurso de acreedores, mecanismo de renegociaci¨®n de la deuda que permite rehuir la sanci¨®n de p¨¦rdida de categor¨ªa prevista por ley. Un convenio colectivo para todo el f¨²tbol profesional tiene los mismos inconvenientes que los de sector en la econom¨ªa: no permite su adaptaci¨®n a las condiciones de cada club, tan diferentes.
Solo puede ser un convenio de m¨ªnimos, pero para garantizarlos tendr¨ªa que haber mecanismos que impidan los alardes de gasto que vemos cada a?o. Algo de esto se contemplaba en el Reglamento de Control Econ¨®mico aprobado en julio por la LFP, que inclu¨ªa limitaciones a las inversiones en fichajes (no m¨¢s del 70% del presupuesto). Pero la burbuja se ha hecho demasiado grande y la vaca de captaci¨®n de ingresos est¨¢ tan orde?ada que no se ve de d¨®nde podr¨ªa sacarse el dinero que otras veces ha impedido in extremis la huelga.
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