"El AVE es nuestra oportunidad"
Una estaci¨®n sin bar puede resultar un lugar bastante hostil para algunas personas. La parada del tren de alta velocidad de Cuenca es un edificio con lamas de acero, nuevo, un punto curioso, moderno, en fin, en el cerro de la Estrella, a las afueras de la ciudad. Adem¨¢s del personal de Renfe, cuenta entre sus habitantes con una tienda de productos t¨ªpicos de la regi¨®n. A saber: queso manchego, licor resol¨ª, esas cosas. La dependienta, muy amable, lo confirma una tarde de julio: no, no hay bar, el local pensado para albergar uno es ese que est¨¢ justo al lado y que permanece vac¨ªo a la espera de inquilino, de empresario que busque negocio en la estaci¨®n.
Renfe calcula que en junio, el sexto mes de AVE a Cuenca en funcionamiento, hubo hasta 700 viajeros en determinados d¨ªas. Pero no parece uno de ellos el viernes de verano en el que tiene lugar la entrevista con Juan ?vila, el reci¨¦n elegido alcalde de la capital.
"La historia no ha sido generosa con la ciudad", opina el alcalde
As¨ª que una estaci¨®n sin bar y, adem¨¢s, sin demasiados pasajeros a los que estudiar, es un ¨¢spero lugar donde esperar un tren de regreso. Es, tambi¨¦n, munici¨®n para todos esos que tildan de despilfarro el hecho de que el AVE llegue a las capitales de provincia peque?as. "No entiendo que se critique, la l¨ªnea entre Madrid y Valencia cog¨ªa a Cuenca en medio de la ruta y deb¨ªa haber una parada aqu¨ª, esta es la mejor oportunidad que se nos ha presentado en mucho tiempo", explica ?vila desde la terraza de un peque?o hotel de la ciudad.
A Cuenca la olvid¨® en 1992 la autov¨ªa Madrid-Valencia, la A-3, cuyo trazado no pas¨® por la ciudad. Y ya la primera l¨ªnea de ferrocarril entre Madrid y Alicante opt¨® por pasar por Albacete en lugar de Cuenca. El alcalde recuerda estos agravios. "La historia no ha sido especialmente generosa con Cuenca, y el conquense est¨¢ convencido de ello, pero ahora existe esta oportunidad", apunta este economista de formaci¨®n, con voz de locutor de radio.
En varios sentidos, a Cuenca le ha llegado el tren. La ciudad reivindica su derecho a jugar el partido del turismo y de la atracci¨®n de negocio. En los seis primeros meses de funcionamiento, desde que se inaugur¨® el 19 de diciembre, m¨¢s de 130.00 pasajeros utilizaron el servicio de alta velocidad (con trenes AVE o Alvia) con origen o destino la capital. El problema es que la obra y todas las expectativas generadas se ha dado de bruces en su estreno con la crisis.
?vila no estuvo ah¨ª como alcalde en la inauguraci¨®n, pero ser¨¢ quien, para bien o para mal, gestione el contraste de las expectativas con la realidad. El suyo es el ¨²nico Ayuntamiento de capital de provincia que un socialista le ha arrebatado al PP. Cuenca es muy particular. ?Y de derechas? "Yo no dir¨ªa que Cuenca es de derechas, es conservadora en el sentido pol¨ªtico y social, pero con una personalidad muy propia". La suficiente como para que solo un alcalde en democracia haya logrado mantenerse en su puesto durante dos legislaturas.
El alcalde r¨ªe de buen humor cuando se le recuerda el dato. Asegura que gan¨® los comicios porque su antecesor, el popular Francisco Pulido, hizo las cosas "mal". Un ejemplo: en plena fiebre de las ciudades espa?olas por las bicicletas, a Pulido se le ocurri¨® hacer un carril bici en la Ronda Oeste, "que es como hacerlo en la M-30 de Madrid", y supuso la eliminaci¨®n de muchas plazas de aparcamiento, se?ala ?vila. "No estoy en contra de la bicicleta, al rev¨¦s, pero en lugares con sentido", se apresura a aclarar el alcalde.
Y, aparte de criticarlo, ?piensa ahora eliminar ese carril bici? "Pues hay una parte que, de forma consensuada con los vecinos, pensamos recuperar", dice el alcalde. La ciudad est¨¢ m¨¢s centrada ahora en los trenes, en llenar de vida esa estaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.