Bachmann reclama el trono del Tea Party
La congresista ultraconservadora se afianza como candidata republicana
En menos de un a?o, Michele Bachmann ha pasado de ser una poco conocida congresista ultraconservadora a colocarse entre los tres candidatos favoritos a las pr¨®ximas primarias presidenciales del Partido Republicano. Ha abandonado la marginalidad pol¨ªtica al saber aprovechar el empuje del movimiento radical Tea Party. Ha sabido apelar a los votantes conservadores descontentos, que les entregaron a los republicanos la mayor¨ªa en una de las dos c¨¢maras del Congreso en noviembre. Evang¨¦lica, creacionista y antiabortista; hay muchos adjetivos para definir las creencias pol¨ªticas de Bachmann, todos extra¨ªdos de sus discursos y entrevistas. Sin embargo, el que emplean sus detractores m¨¢s a menudo es el de oportunista.
En 2006 dijo: "Mujeres, sed sumisas con vuestros maridos"
La candidata, de 55 a?os, gan¨® unas primarias en Iowa el pasado s¨¢bado, con una propuesta principal: que Barack Obama sea presidente de un solo mandato. "Washington es un lugar absolutamente vil y corrupto", dijo en una entrevista en el canal Fox News al d¨ªa siguiente. "Necesitamos un Gobierno que nos lleve en otra direcci¨®n". No mencion¨® Bachmann que ella lleg¨® a la C¨¢mara de Representantes en 2006. Est¨¢ en Washington, por tanto, el mismo tiempo que Obama, que fue elegido senador el mismo a?o. Ese tipo de contradicciones son corrientes en su biograf¨ªa pol¨ªtica.
Para ganarse al Tea Party, Bachmann critica con fiereza el gasto del Gobierno. Fue una de las congresistas que vot¨® en contra de ampliar el techo de endeudamiento hace dos semanas, con la intenci¨®n de que la naci¨®n se declarara en impago de deudas. En un discurso en New Hampshire, en abril, compar¨® las subidas de impuestos que propone Obama con el Holocausto jud¨ªo. En esas comparecencias evita mencionar sus cuatro a?os como abogada de Hacienda. As¨ª, trabajando para el Gobierno, comenz¨® su carrera.
En 1992 llev¨® a juicio a una organizaci¨®n caritativa para j¨®venes que no pag¨® 6.000 d¨®lares en impuestos. Hoy d¨ªa se opone a los subsidios gubernamentales y a las ayudas sociales, pero Bachmann estuvo dos de los cuatro a?os que pas¨® trabajando para Hacienda de baja maternal pagada. Tiene cinco hijos. Posteriormente participar¨ªa en un programa de acogida en el que aloj¨® a 23 ni?as con problemas sociales.
En 1978 se cas¨® con el psic¨®logo Marcus Bachmann, que tiene una cl¨ªnica en Minnesota en la que ha intentado curar a gais. En 2004, en una conferencia, la candidata dijo que "los gais son parte de Sat¨¢n". Cuando comenz¨® en pol¨ªtica, como senadora estatal en Minnesota, se enter¨® de que otro legislador era homosexual y fue a rezar frente a su escritorio.
Fue educada como luterana y pronto se pas¨® al movimiento evang¨¦lico, que cree en la literalidad de la Biblia. Por eso niega la evoluci¨®n. En sus d¨ªas de estudiante de derecho, en la universidad cristiana del evangelista Oral Roberts, estudi¨® lo que se conoce como dominionismo, una l¨ªnea de pensamiento entre te¨®logos conservadores de Estados Unidos que defiende que solo los cristianos deber¨ªan controlar las instituciones seculares hasta que Jesucristo regrese para el juicio final. Ella y su marido son seguidores del fallecido te¨®logo Francis Schaeffer, que reniega del Renacimiento y la Ilustraci¨®n, porque apartaron al hombre de Dios.
A Bachmann le gusta explicar que se cas¨® con su marido porque Dios se lo orden¨®. Antes de ser candidata en estas primarias, sol¨ªa a?adir a esa afirmaci¨®n que, como mujer, le debe una total sumisi¨®n a su marido, y que hab¨ªa estudiado derecho tributario porque este se lo hab¨ªa ordenado. En 2006 dijo, en un discurso: "Mujeres, sed sumisas con vuestros maridos". En diversas entrevistas, el pasado fin de semana, matiz¨® que esa "sumisi¨®n" debe entenderse como "respeto mutuo".
En sus cuatro a?os en Washington, Bachmann, seg¨²n admiti¨® en un debate el pasado jueves, solo ha logrado aprobar una iniciativa legislativa propia: la "ley de libertad de elecci¨®n de bombillas". El resto han sido discursos pol¨ªticamente cargados, sobre todo contra la reforma sanitaria y el programa de est¨ªmulo econ¨®mico de Obama.
Y aun as¨ª, ha solicitado fondos de ese paquete para construir carreteras y puentes en el distrito de Minnesota al que representa. En total, ha tratado de conseguir 3,7 millones de d¨®lares en proyectos para sus electores. A sus detractores les suena contradictorio, pero el Tea Party no le pide a Bachmann que sea consecuente, de momento.
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