La protesta anticorrupci¨®n pone contra las cuerdas al Gobierno indio

El Gobierno de India est¨¢ sentado sobre un polvor¨ªn. Graves esc¨¢ndalos de corrupci¨®n han salpicado en el ¨²ltimo a?o a todos los niveles de la Administraci¨®n, incluyendo al antes considerado intachable primer ministro, Manmohan Singh, por no actuar contra los culpables. Hartos de una corrupci¨®n end¨¦mica, los ciudadanos expresan en las calles su disconformidad, en una movilizaci¨®n creciente que hace recordar a las revueltas ¨¢rabes o el fen¨®meno global de los indignados.

Decenas de miles de personas -entre 60.000 y 70.000 seg¨²n los organizadores- protestaron ayer en el centro de Nueva Delhi contra la detenci¨®n, la v¨ªspera, del principal l¨ªder anticorrupci¨®n del pa¨ªs, Anna Hazare, y 1.200 de sus seguidores. Concentraciones masivas tuvieron lugar tambi¨¦n en Bombay, Chennai (antigua Madr¨¢s), Bangalore y Calcuta, los principales centros urbanos de India.

Anna Hazare rechaza dejar la c¨¢rcel si no le dejan ayunar en p¨²blico

Abogados, amas de casa, estudiantes y taxistas secundan la movilizaci¨®n

Hazare, de 74 a?os y que ya protagoniz¨® otra huelga de hambre en primavera, fue detenido el martes tras negarse a acatar las ¨®rdenes de las autoridades, que le hab¨ªan prohibido realizar un ayuno p¨²blico indefinido en un parque de Nueva Delhi. Hazare se opone a un proyecto de ley anticorrupci¨®n que descarta investigar a altos cargos de la Administraci¨®n, y que ha sido calificado por la oposici¨®n como "chiste cruel". Pese a que fue liberado el mismo d¨ªa, el activista, seguidor de las doctrinas de Gandhi, se ha negado a abandonar la c¨¢rcel de Tihar hasta que se apruebe el ayuno.

Cientos de simpatizantes de Hazare mantienen una vigilia a las puertas de la prisi¨®n y varios abogados del Tribunal Supremo han anunciado que se sumar¨¢n a ella. En el otro extremo de la escala social, los conductores de rickshaws (peque?o mototaxi muy popular en el pa¨ªs) han iniciado una huelga en solidaridad.

La ola de descontento popular, y el multitudinario apoyo recibido por la campa?a anticorrupci¨®n, han colocado en una situaci¨®n comprometida al primer ministro Singh, que ha acusado a Hazare de atentar contra la democracia al solicitar la retirada del proyecto de ley anticorrupci¨®n. La pretendida huelga de hambre del septuagenario activista estuvo "totalmente equivocada", dijo Singh ante el Parlamento, parte del cual abuche¨® sus palabras al grito de "verg¨¹enza, verg¨¹enza". Seg¨²n los analistas pol¨ªticos, esta es una de las crisis m¨¢s profundas del Gobierno en los ¨²ltimos a?os. "Corrupto, represivo y est¨²pido", calificaba al Gobierno un editorial de The Hindu, uno de los peri¨®dicos m¨¢s respetados. "Represivo" por el arresto de manifestantes pac¨ªficos y "est¨²pido" por entrar en una crisis de p¨¢nico y calcular mal.

"Ya basta", se oye decir a los manifestantes, que se han multiplicado en los ¨²ltimos meses desde que los medios han ido sacando a la luz fraudes de miles de millones de d¨®lares, como los de la organizaci¨®n de los Juegos de la Commonwealth o el reparto de las licencias de telefon¨ªa m¨®vil de segunda generaci¨®n. Aunque los detractores de la movilizaci¨®n aseguran que est¨¢ instigada por la oposici¨®n, se considera mayoritariamente un movimiento civil: con amas de casa, taxistas, maestros, estudiantes y empleados de call centers.

El expresidente Abdul Kalam ha calificado la corrupci¨®n como el m¨¢s grande obst¨¢culo para el crecimiento del pa¨ªs. Y nadie se atreve a negarlo. "Este momento es una gran oportunidad para forzar al Gobierno a actuar y acabar con las corruptelas. La gente est¨¢ harta", dice un alto ejecutivo de una multinacional que no quiere ser citado. Sin embargo, reconoce que parte del sector privado tambi¨¦n est¨¢ implicado "porque no le queda opci¨®n".

Anupama Jha, directora de Transparencia Internacional India, dice que las protestas van a continuar. "Debemos lograr una ley anticorrupci¨®n fuerte, aunque obviamente el Gobierno no tenga esa intenci¨®n: las corruptelas son la mejor forma para hacer dinero r¨¢pido. Es obsceno ver c¨®mo los ricos se van haciendo m¨¢s ricos mientras la gran mayor¨ªa es pobre en este pa¨ªs. Y que del dinero invertido en desarrollo solo llegue una ¨ªnfima parte a los m¨¢s necesitados".