Tensi¨®n en Sol
Los incidentes registrados en la manifestaci¨®n laica ensombrecen la llegada del Papa
Benedicto XVI comienza hoy su tercera visita a Espa?a, coincidiendo con la Jornada Mundial de la Juventud. Su llegada se produce 24 horas despu¨¦s de que la Puerta del Sol fuera el escenario de una marcha laica de protesta por los gastos p¨²blicos de la visita, que registr¨® momentos de tensi¨®n entre los manifestantes y los peregrinos, y que acab¨® con incidentes con la polic¨ªa, que se emple¨® con contundencia para disolver a los congregados. Lo sucedido no fue la mejor tarjeta de presentaci¨®n para un acontecimiento multitudinario que, aunque pol¨¦mico, debe ser asumido con normalidad y respeto. Las autoridades y los organizadores deben velar a partir de ahora para que lo que resta de visita papal se desarrolle con normalidad. Las cr¨ªticas a cualquier evento son saludables en democracia, y las manifestaciones son un derecho constitucional. Pero la tensi¨®n que ayer se vivi¨® en Sol, y los incidentes finales, no deben volver a producirse.
Durante los actos iniciales de las jornadas, la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica espa?ola ha tenido ocasi¨®n de dirigirse a miles de j¨®venes venidos de todo el mundo. A partir de hoy, tambi¨¦n lo har¨¢ el Papa. Salvo que Ratzinger diera un giro radical al discurso mantenido hasta ahora por la Iglesia, las homil¨ªas y las declaraciones de la jerarqu¨ªa espa?ola se han ce?ido a cuestiones relativas a la fe cat¨®lica, sin entrar en cr¨ªticas pol¨ªticas. Tanto la Jornada Mundial como la propia visita del Papa han sido objeto de pol¨¦mica en raz¨®n de los costes que ambos acontecimientos supondr¨¢n para un Estado aconfesional. Se trata de una pol¨¦mica que salta por encima del asunto principal, que reside en el hecho mismo de aceptar que Espa?a fuera el pa¨ªs anfitri¨®n de esta manifestaci¨®n instaurada por el anterior pont¨ªfice, Juan Pablo II. Desde el momento en que los poderes p¨²blicos se comprometieron a acoger esta Jornada, est¨¢n obligados a asumir los costes de seguridad y otros que generan las concentraciones masivas, sean religiosas o de otra naturaleza. La cuesti¨®n, por tanto, es si deber¨ªan haber declinado la oferta de albergar el encuentro tomando en consideraci¨®n la situaci¨®n econ¨®mica y tambi¨¦n el hecho de que es la segunda vez que Espa?a acoge la Jornada en su cuarto de siglo de existencia. Los responsables pol¨ªticos tendr¨¢n que explicar a los ciudadanos, creyentes y no creyentes, las razones de una opci¨®n que conllevaba un importante gasto, adem¨¢s de cortes de tr¨¢fico y otras molestias para el ciudadano.
Mientras los mensajes de la jerarqu¨ªa cat¨®lica se concentren en asuntos de fe, no existen razones para pronunciarse sobre ellos. En el caso del Papa, la realizaci¨®n de cr¨ªticas pol¨ªticas ser¨ªa inconveniente, puesto que a su condici¨®n de cabeza de la Iglesia une la de jefe de Estado, sobre el que pesa una tradici¨®n de respeto con el Estado anfitri¨®n. Lo que la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica no deber¨ªa perder de vista es que clericalismo y anticlericalismo son dos criaturas que se retroalimentan, y siempre en detrimento de unos ciudadanos o de otros. Lo de ayer en Sol es un buen ejemplo de ello.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Ciudad del Vaticano
- Opini¨®n
- Benedicto XVI
- Visitas oficiales
- Iglesia Cat¨®lica espa?ola
- Pol¨ªtica exterior
- Protestas sociales
- Orden p¨²blico
- Contactos oficiales
- Malestar social
- Seguridad ciudadana
- Europa occidental
- Europa
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Problemas sociales
- Pol¨ªtica
- Justicia
- Sociedad
- Papa
- Clero
- Iglesia cat¨®lica
- Cristianismo
- Religi¨®n