Brangelina o el don de la ubicuidad
Brad Pitt y Angelina Jolie fletan un tren privado entre Glasgow y Londres, mientras los fot¨®grafos hacen guardia para cazarles en una mansi¨®n de Formentera
Podr¨ªa parecer una formidable historia de ciencia-ficci¨®n. Una de esas distop¨ªas que tan buenos ratos han dado a los lectores de Phillip K. Dick. Mientras los fot¨®grafos permanec¨ªan apostados a las puertas de la mansi¨®n de Arantxa S¨¢nchez Vicario en Formentera a la caza de una de las fotos m¨¢s buscadas del verano en la isla (?Brad Pitt, Angelina Jolie y familia en carne mortal!), las agencias de noticias enviaban fotos de la pareja m¨¢s c¨¦lebre de Hollywood en... Glasgow.
Muchos daban por hecho en la isla balear que la pareja se hallaba all¨ª. La deportista y su marido, Josep Santacana, tienen una casa en el parque natural de Ses Salines, a la que, aseguraban algunos medios, hab¨ªan invitado a las estrellas de cine. La amistad entre ambos matrimonios comenz¨® gracias al tenis, ya que, seg¨²n coment¨® la propia S¨¢nchez Vicario en una entrevista, tienen "amigos comunes que frecuentan circuitos ten¨ªsticos".
Pero el caso es que en esos momentos la familia andaba armando un buen revuelo bien lejos de las aguas mediterr¨¢neas. M¨¢s concretamente, en la estaci¨®n central de la ciudad escocesa de Glasgow, hasta donde llegaron el martes desde Londres con un tren que alquilaron por completo para su uso exclusivo.
Los l¨ªos de los pasajeros en la estaci¨®n debido a las hordas de aficionados que esperaban a los Brangelina (como se conoce popularmente a la familia formada por Brad Pitt, Angelina Jolie y sus hijos) fueron ayer noticia en los peri¨®dicos escoceses. "Debido al alto n¨²mero de espectadores fue necesario restringir el acceso a algunos de los andenes para prevenir la congesti¨®n", explicaba, en el rotativo escoc¨¦s Daily Record, un portavoz de los ferrocarriles brit¨¢nicos para justificar el hecho de que varias personas se quedaran sin poder viajar.
El mismo peri¨®dico aseguraba que los asistentes de la familia enviaron a un doble de Brad Pitt a uno de los andenes para distraer a los cientos de seguidores. La maniobra les permiti¨® contar con mayor libertad a la hora de dirigir a los verdaderos Pitt-Jolie a los coches con cristales tintados que los esperaban a la salida de la estaci¨®n.
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