Ronquidos del desierto
Un viaje familiar llev¨® a la actriz Carlota Olcina, que acaba de estrenar Julieta y Romeo en el teatro Espa?ol de Madrid, a Jordania.
?Vacaciones y familia no son antagonistas?
Estresa un poco, pero al final nos re¨ªmos mucho.
Petra, la ciudad de los nabateos, ayuda, ?no?
Nunca hab¨ªa visto nada semejante: est¨¢ esculpida en la roca, es arte. Cuando la vi me qued¨¦ flasheada, creo que tuve un poco s¨ªndrome de Stendhal.
?No revivi¨® los fotogramas de Indiana Jones?
Inevitablemente, all¨ª te acuerdas de la pel¨ªcula. Bajamos del jeep y caminamos en medio del ca?¨®n por una grieta bastante estrecha. Luego la senda se abri¨® y apareci¨® un templo enorme.
Est¨¢ hecha toda una aventurera.
No, no. En hora punta est¨¢ abarrotado. Y ten¨ªamos un gu¨ªa.
El partenaire masculino...
Estuvo mucho tiempo con nosotros y conectamos bien.
Vamos, que ligaron.
[Risas] Creo que hab¨ªa m¨¢s curiosidad que flirteo.
Claro, iba con la familia.
?Y dorm¨ªamos todos juntos! Solo la primera noche; luego ya no.
?Discutieron?
No, mi madre ronca. Mi hermana y yo dorm¨ªamos con ella. Una noche, en Wadi Rum, acabamos tres jaimas m¨¢s all¨¢ de la suya.
Por la noche en el desierto deb¨ªa de ser lo ¨²nico que se o¨ªa.
La quietud entre las dunas me abrum¨® un poco, era demasiado tranquilo.
?Qu¨¦ m¨¢s hicieron?
Otro d¨ªa nos ba?amos en el mar Muerto.
?Se embadurn¨® de arcilla?
Claro. Era un 4 de enero y ah¨ª est¨¢bamos nosotros flotando en el agua y con la cara llena de barro.
?Funcion¨® el tratamiento?
No s¨¦ cu¨¢ntos a?os rejuvenec¨ª, pero fue revitalizante.
Despu¨¦s de embellecerse, ?se fue a Amm¨¢n?
Es una ciudad muy efervescente y din¨¢mica. Recorrimos el tumultuoso mercado principal y cenamos un durum en el t¨ªpico puesto callejero.
?Los bares no le llamaban?
A partir de cierta hora de la noche no hay mujeres por las calles, as¨ª que no quisimos investigar. A pesar de ello, por sus avenidas se percibe una energ¨ªa fuerte, diferente de la de Occidente.
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