El negocio de revivir un negocio
La f¨¢brica centenaria Pickman La Cartuja reabre tras dos a?os y medio
Han pasado dos a?os y medio desde que la f¨¢brica de loza Pickman La Cartuja cerrara sus puertas por una deuda que no pudo afrontar y que ascend¨ªa a 9,6 millones de euros. El pasado 16 de agosto la f¨¢brica, fundada en 1871, resurgi¨® de sus cenizas gracias a la incansable labor del comit¨¦ de empresa y a un nuevo empresario malague?o, Antonio Herrezuelo, a quien se le ha metido entre ceja y ceja reflotar este negocio centenario. El c¨®mo, parece tenerlo claro: mantener pr¨¢cticamente intactos todos los puestos de trabajo, y extender la estrategia empresarial de la firma al sector hostelero y al mercado internacional.
"En 2009 visit¨¦ la f¨¢brica para hacer un an¨¢lisis de viabilidad para un fondo de inversi¨®n, y me di cuenta de que esta empresa ten¨ªa recorrido. Vi una oportunidad de negocio buena y consegu¨ª los socios y avales necesarios. Fue como cuando vi a mi mujer por primera vez: sab¨ªa que ten¨ªa que ser la definitiva". As¨ª cuenta Herrezuelo c¨®mo tom¨® la decisi¨®n de abandonar el mundo de las finanzas para embarcarse en una aventura empresarial, nada f¨¢cil por cierto. "O tenemos la f¨¢brica funcionando como un reloj, o cuanto m¨¢s volumen m¨¢s problemas nos encontraremos". Herrezuelo asegura que estar¨ªa "muy contento" si en cinco o seis a?os pudiera liquidar la deuda que tiene la empresa con varias entidades de cr¨¦dito y con los trabajadores.
La gran novedad es la exportaci¨®n a Rusia, Estados Unidos o M¨¦xico
Herrezuelo pretende liquidar la deuda de 9,6 millones de euros en 5 o 6 a?os
Este met¨®dico empresario est¨¢ decidido a dar un giro de 180 grados a la estrategia de mercado de Pickman: "Queremos innovar en el dise?o, para lo que hemos ampliado el departamento, donde antes hab¨ªa una persona ahora hay cinco". Diecis¨¦is de los trabajadores est¨¢n ahora recibiendo un curso de formaci¨®n, en la propia f¨¢brica, en nuevas t¨¦cnicas de decoraci¨®n y marketing. Est¨¢ subvencionado por la Junta.
La gran novedad de la firma es la pretensi¨®n de exportar a pa¨ªses como Rusia, Estados Unidos, M¨¦xico o Colombia. Pero adem¨¢s, Herrezuelo pretende introducir la marca en el mercado de la hosteler¨ªa, y para eso la firma necesita reinventarse, tanto en el dise?o como en el material. "Hay que renovarse, este negocio es como fabricar m¨¢quinas de escribir preciosas cuando todo el mundo utiliza ordenadores".
Durante estos dos a?os y medio los trabajadores no han buscado otros empleos. "O abr¨ªamos o abr¨ªamos, para nosotros no quedaba otra", dice la presidenta del comit¨¦ de empresa, Carmen Vivero. "No cre¨ªamos que el cierre iba a durar tanto, siempre parec¨ªa que se iba a encontrar una salida". Carmen no termina de cre¨¦rselo. Ha logrado, junto con sus compa?eros, lo que han perseguido durante m¨¢s de dos a?os d¨ªa tras d¨ªa: la reapertura. "Y si este mes no cobramos o cobramos la mitad, pues qu¨¦ se le va a hacer".
En la sala de decoraci¨®n, una nave de la f¨¢brica donde unos 30 trabajadores calcan a mano los estampados en las tazas y platos de cer¨¢mica, Mar¨ªa del Carmen Amador no puede evitar emocionarse: "Los sevillanos se han volcado con nosotros, por eso siempre he sido optimista y he pensado que tarde o temprano volver¨ªamos a trabajar aqu¨ª. Los trabajadores hemos estado siempre ah¨ª, hiciera fr¨ªo o calor".
Carmen Perona tiene 42 a?os y empez¨® a trabajar en Pickman con 16. "Estoy muy ilusionada y satisfecha por lo que hemos conseguido. Nunca es tarde si la dicha es buena", comenta mientras saca de un hornillo un plato de caf¨¦. "Lo de los cursos de formaci¨®n es important¨ªsimo, porque ofrece otra oportunidad a muchos empleados, en lugar de tener que irse a la calle", explica Carmen que, adem¨¢s de decoradora de las vajillas, es secretaria del comit¨¦ de empresa. "Esto para m¨ª no es un trabajo normal. Yo amo este oficio: coger un plato y soltarlo ya decorado es lo que me hace levantarme todas las ma?anas".
La pol¨ªtica del nuevo empresario de mantener casi intacta la plantilla es, en parte, por la responsabilidad social, "pero tambi¨¦n es una decisi¨®n fruto del trabajo de convencimiento por parte de los sindicatos y del comit¨¦ de empresa", admite Herrezuelo. "Hacer que una empresa funcione carg¨¢ndote a la mitad de la plantilla, eso lo hace cualquiera. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que la mayor¨ªa de estos trabajadores no volver¨ªan a encontrar otro trabajo".
Cada uno de los 84 trabajadores es un eslab¨®n que encaja perfectamente en la cadena de producci¨®n de la f¨¢brica. Un trabajo manual y minucioso al que solo se atrever¨ªa alguien que lleve toda una vida en contacto con un material a la vez tan fuerte y tan sensible como la loza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.