"?Pagaba como artista a Hacienda!"

La Liga de F¨²tbol Profesional (LFP) y la Asociaci¨®n de Futbolistas Espa?oles (AFE) volver¨¢n a reunirse ma?ana al mediod¨ªa en busca de una soluci¨®n que permita que el bal¨®n vuelva a correr el pr¨®ximo fin de semana en Primera y Segunda. "Hasta que no se solvente esta situaci¨®n no jugaremos", advirti¨® tras la sesi¨®n de ayer el l¨ªder sindical, Luis Rubiales, que reclama el pago de los 50 millones de euros que tienen pendientes 200 profesionales, la creaci¨®n de un fondo de garant¨ªa salarial "consistente" y la revisi¨®n de un modelo que permite a los clubes acogerse a la Ley Concursal para no afrontar sus deudas. "En definitiva, argumentos de sobra para que no levanten la quinta huelga del sector en Espa?a hasta que les aseguren unas garant¨ªas", afirma Miguel Reina, exjugador del Atl¨¦tico y del Barcelona y uno de los pioneros que participaron activamente en los anteriores parones. "Sin ellos, sin su compromiso, sin Vicente del Bosque, no estar¨ªamos aqu¨ª", les reconoce Rubiales.

"Por las represalias no me fichaba ni San Pedro", recuerda Preciado

"Debut¨¦ con el Madrid siendo juvenil en el par¨®n de 1982... Me arrepiento", dice M¨ªchel

"Me alegra pensar en las buenas intenciones de los que lo iniciamos", cuenta el seleccionador

"Me multaron con 250.000 pesetas", se lamenta el exjugador de Bar?a y Atl¨¦tico

Hace 30 a?os los clubes espa?oles pod¨ªan retener a los futbolistas unilateralmente con simplemente incrementar su ficha un 10% al a?o. Tambi¨¦n exist¨ªa la figura del amateur compensado, por la cual los jugadores del filial no pod¨ªan ser considerados profesionales, con el evidente ahorro en sus fichas. Por no estar, los futbolistas no cotizaban como tales en la Seguridad Social. La situaci¨®n era tan grave que el sindicato, con menos de un a?o de vida, convoc¨® para el 3 y 4 de marzo de 1979 el primer par¨®n. El bal¨®n no rod¨® en Primera, Segunda y Segunda B. "Fueron momentos dif¨ªciles, en la Transici¨®n, tiempos en los que los futbolistas necesitaban del apoyo de gente comprometida que pretend¨ªa unos avances... Me alegra pensar en las buenas intenciones de los que lo iniciamos", explica Del Bosque, entonces en el Madrid y que form¨® parte del primer comit¨¦ de huelga de la AFE, formado por ocho jugadores. Robi, Cap¨®n y Pacheco eran los representantes del Atl¨¦tico, el equipo m¨¢s reivindicativo. "Tan solo ped¨ªamos la abolici¨®n del derecho de retenci¨®n, contar para la Seguridad Social, la supresi¨®n del l¨ªmite de edad para jugar en Tercera, establecido en 23 a?os...", cuenta Cap¨®n. El paro fue un ¨¦xito, con los campos vac¨ªos y los ¨¢rbitros firmando las incomparecencias pese a que incluso se desplazaron todos los equipos que jugaban fuera, menos Salamanca y Badajoz. La presi¨®n de algunos clubes, que amenazaron con descontar el 25% del salario a los huelguistas, no cuaj¨®. "A m¨ª me cost¨® una multa de 250.000 pesetas", recuerda Reina.

Una nueva huelga justo al comienzo de la Liga de 1981 se prolong¨® durante las dos primeras jornadas. Los jugadores reclamaban a la patronal 322 millones de pesetas de la ¨¦poca y la derogaci¨®n de la normativa, que obligaba a alinear a un sub 20. Quedaron en el aire, sin embargo, la creaci¨®n de un fondo de garant¨ªa y la participaci¨®n de los futbolistas en los ingresos por publicidad y derechos de televisi¨®n, razones por las que el sindicato convoc¨® otra huelga para el 11 de abril, a falta de tres jornadas para el final del campeonato. "Era el capit¨¢n del Racing y me pegaron la patada por dar la cara y exigir unos derechos que hoy en d¨ªa parecen de caj¨®n. Aunque parece que hay cosas que no cambian, porque ya reclam¨¢bamos el fondo de garant¨ªa famoso para cubrir los impagos. En fin, que me tuve que ir lejos, al Linares, a Segunda, porque por las represalias no me fichaba ni San Pedro", asiente Manolo Preciado. "?Qu¨¦ pasa ahora? Que la patronal no tiene pu?etera gana de arreglarlo", remata el t¨¦cnico del Sporting.

Aquel 11 de abril, mientras Preciado se jugaba el futuro, M¨ªchel debut¨® con el Real Madrid frente al Castell¨®n, que jug¨® con los profesionales mientras los blancos lo hac¨ªan con los juveniles. Fue el primer integrante de la Quinta del Buitre en hacerlo, con apenas 19 a?os. "Hasta marqu¨¦ un gol, pero es un debut del que hasta yo mismo me arrepiento. ?ramos unos chavales, no ¨¦ramos conscientes de las razones por las que estaban peleando los mayores. Luchaban por perseguir el bienestar de los futbolistas y que se nos reconociera como trabajadores y que tuvi¨¦ramos unos derechos, pero como cuando uno es un chaval solo quiere jugar, y m¨¢s con la camiseta del Madrid, pues no reparamos en aquello", observa.

El seguimiento fue tan escaso que el par¨®n fue disuelto al d¨ªa siguiente, hasta que en septiembre de 1984 afloraron de nuevo las diferencias econ¨®micas entre patronal y trabajadores, que exig¨ªan una revisi¨®n de la ordenanza laboral y de los temas fiscales. "Est¨¢bamos en un r¨¦gimen complicado, no ten¨ªamos el mismo trato que cualquiera, ?pero si yo pagaba como artista, y no como futbolista o deportista, a Hacienda!", apunta Rafael Gordillo, presidente de la Fundaci¨®n del Betis y en el comit¨¦ de la ¨²ltima huelga de 1984, en la que volvieron a competir juveniles. La actual sigue sin soluci¨®n, lo que anima a Reina a la siguiente reflexi¨®n: "El m¨¢s honrado en este asunto es el bal¨®n, que le pegan por todos lados y nunca se queja".