El equipo de los monos

Alley tiene unos preciosos ojos marrones de mirada inteligente y un pelo negro y sedoso. Abandon¨® el pa¨ªs africano donde naci¨® hace muchos a?os. La suya no ha sido una vida f¨¢cil. Tuvo que ser rescatada por el Instituto Jane Goodall de Burundi y es uno de los pocos primates del refugio de chimpanc¨¦s de Ol Pejeta Conservancy, en Sweetwaters (Kenia), que no sufri¨® malos tratos; solo era una divertida mascota en una casa como tantas otras. D¨®cil y con buen car¨¢cter, es una de las preferidas de Alicia P¨¦rez Melis para sus experimentos sobre el comportamiento de estos animales, los m¨¢s cercanos gen¨¦ticamente al ser humano. Investigadora del departamento de psicolog¨ªa comparada y desarrollo del prestigioso Instituto Max Planck de Leipzig (Alemania), viaja a menudo a Uganda y Kenia para estudiar el comportamiento de estos primates.

"Los chimpanc¨¦s piden ayuda al compa?ero, pero solo cuando no pueden resolver solos el problema"

Conduciendo un endeble todoterreno, Alicia Melis y Esther Herrmann, otra de las investigadoras del Max Planck, han llegado al peque?o recinto cubierto de buganvillas de Ol Pejeta. A lo lejos, los impresionantes picos del monte Kenia, y muy cerca, un cartel de bienvenida al refugio: "Fuimos vendidos como esclavos, encarcelados, sin comida y aislados". Aqu¨ª se recuperan de sus heridas, f¨ªsicas y mentales, m¨¢s de 42 chimpanc¨¦s.

Mientras las cient¨ªficas preparan cubos de fruta fresca y las gordas uvas que enloquecen a esta especie, los chillidos de los animales atruenan el espacio. Todo se calma cuando logran beber a morro de las botellas de zumo. Se nos parecen tanto...

Melis los agrupa por parejas afines de car¨¢cter; observa sus movimientos. Su l¨ªnea de investigaci¨®n se basa en descubrir c¨®mo trabajan en equipo.

Comenz¨® a hacer experimentos con primates en Uganda, en la isla de Ngamba en el lago Victoria, en 2004, con Brian Hare y Michael Tomasello, dos especialistas en psicolog¨ªa comparada. "Pusimos en marcha la idea de trabajar con chimpanc¨¦s en los refugios en vez de centrarnos en los zool¨®gicos o en experimentos biom¨¦dicos. ?frica te permite acceder a los primates en semilibertad. Con estos experimentos intentamos ver exactamente cu¨¢l es el mecanismo cognitivo que les hace trabajar en equipo. Uno de los primeros experimentos que hice [publicado por Science] demostr¨® que entienden m¨¢s de lo que pensamos. Ped¨ªan ayuda al compa?ero, pero solo cuando el problema no lo pod¨ªan resolver solos. ?nicamente cooperan cuando no tienen m¨¢s remedio".

El sol pega fuerte cuando los experimentos se acaban. Es la hora de pasarlos al ordenador. En Pelicans House, su hogar durante los ¨²ltimos meses pasados en Sweetwaters, Alicia y Esther se encuentran con que los babuinos han hecho de las suyas. La veranda que da a un peque?o lago donde al atardecer acuden cebras y jirafas est¨¢ hecha un desastre. "Mientras nosotras almorz¨¢bamos, ellos han comido en nuestros sillones".