Tras la pista del delito laboral
Las empresas contratan detectives para descubrir el fraude de sus empleados
Si disfruta de la lectura veraniega de las andanzas de detectives famosos como Salvo Montalbano o Kurt Wallander, tal vez le interese este art¨ªculo. Pues muchos de los relatos de Camilleri o Mankell no est¨¢n tan lejos de la realidad. Y la realidad dicta que la crisis se nota en todo. En las novelas y en las empresas. El fraude corporativo est¨¢ aumentando en el mundo, y Espa?a es uno de los pa¨ªses en los que avanza con intensidad. Necesita ser investigado.
"La crisis econ¨®mica sigue siendo el caldo de cultivo perfecto para el aumento de conductas fraudulentas en el mundo de la empresa. Casi seis de cada diez empleados de compa?¨ªas espa?olas afirman que el soborno y la corrupci¨®n se est¨¢n extendiendo en el mundo de los negocios; es m¨¢s, el 82% de ellos piensa que la direcci¨®n de la compa?¨ªa utiliza "atajos" para alcanzar los objetivos de su empresa, un resultado que est¨¢ 20 puntos por encima de la media europea", asegura la auditora Ernst & Young en su ¨²ltima encuesta europea sobre el fraude. La firma destaca, adem¨¢s, que no se atisba en absoluto un mayor esfuerzo por parte de las corporaciones en aplicar medidas de prevenci¨®n. Una tesis que confirman el socio de Baker & McKenzie Rafael Jim¨¦nez-Gusi y el director general de la agencia de detectives M¨¦todo 3, Francisco Marco, para quien el sector ha disminuido su volumen de negocio porque se hace menos prevenci¨®n que antes.
Las pr¨¢cticas m¨¢s extendidas son: bajas fingidas, robos y fugas de informaci¨®n
Y eso que corrupci¨®n y fraude se han situado entre las principales preocupaciones de los ciudadanos espa?oles por primera vez en la historia, seg¨²n el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas. Gat Intelligence, empresa dedicada a la prevenci¨®n del fraude, se?ala que los empleados nacionales realizan el 42% de los actos il¨ªcitos cometidos en las empresas, en tanto que los mandos intermedios protagonizan el 41%, y los altos directivos y propietarios, el 17%, pese a ser estos ¨²ltimos los que provocan mayores p¨¦rdidas a las compa?¨ªas, que tardan dos a?os en descubrir sus "andanzas".
De ah¨ª que cada vez sea m¨¢s frecuente que las compa?¨ªas espa?olas contraten los servicios de detectives privados para detectar estas pr¨¢cticas irregulares que tienen un gran coste. De hecho, firmas como Zenit Detectives se han especializado en las investigaciones corporativas, el 80% de los casi 500.000 euros anuales de su cifra de negocios procede de este tipo de encargos, seg¨²n su director operativo, Jos¨¦ Mar¨ªa Alonso. Aunque, lejos de lo que se pueda pensar o de lo que subyace en las lecturas de novelas negras, son los peque?os fraudes los m¨¢s habituales. El absentismo laboral se lleva la palma de las investigaciones, dice la socia directora de Zenit, Nuria Bl¨¢zquez. Tambi¨¦n se incrementan los robos en las empresas, la competencia desleal, la fuga de informaci¨®n, el espionaje industrial o el sabotaje, que, l¨®gicamente, suponen un quebranto econ¨®mico muy superior para las compa?¨ªas que lo sufren.
Las bajas laborales injustificadas son un lastre para las empresas, que prefieren despedir al absentista profesional tras comprobar con los detectives que realmente no est¨¢ enfermo. La din¨¢mica habitual del investigador es seguir durante tres d¨ªas al empleado infractor para demostrarlo, investigaci¨®n que tiene un coste de unos 2.500 euros. La encargan m¨¢s las peque?as sociedades para poder justificar el despido procedente. Hay otro tipo de absentismo laboral que se ha triplicado con la crisis, mantiene Jos¨¦ Mar¨ªa Vilamaj¨°, presidente del Grupo Winterman (con 100 investigadores y una facturaci¨®n de unos cinco millones de euros en 2010), y es la p¨¦rdida de horas de trabajo mientras se consulta Internet.
Los robos de material en las empresas son ya otro cantar. Pues a menudo precisan que un detective se infiltre en la organizaci¨®n para atajarlos y suelen contratarlos las grandes corporaciones. Se est¨¢n incrementando los hurtos de hilo de cobre, de tel¨¦fonos m¨®viles, medicamentos o art¨ªculos de lujo como perfumes y moda, explica Nuria Bl¨¢zquez. Si su coste supera los 400.000 euros, a las compa?¨ªas les interesa contratar a investigadores a partir de 70.000 euros para hallar a los empleados ladrones.
Para el director general de M¨¦todo 3, es realmente en los departamentos de compras de las empresas donde se est¨¢n produciendo la mayor¨ªa de los delitos tras la crisis. "Multinacionales y empresas del Ibex est¨¢n detectando compras falsificadas, que investigan cuando superan los 100.000 euros", explica Marco. Su investigaci¨®n puede tener un coste de entre 3.000 y 60.000 euros dependiendo de si se tiene identificado al empleado que las realiza y solo hay que seguirle para probarlo o de si se deben llevar a cabo todas las pesquisas para comprobar c¨®mo se escapa el dinero, a menudo tambi¨¦n en forma de comisiones.
La competencia desleal la suelen protagonizar los directivos, bien aquellos que han sido despedidos y que no cumplen con la cl¨¢usula de confidencialidad que suelen firmar por dos a?os, bien ejecutivos que permanecen en la compa?¨ªa, pero que han visto c¨®mo su sueldo variable ha mermado o desaparecido con la crisis y entonces montan empresas paralelas para desviar el negocio de su pagador. Para descubrir estos fraudes se hacen seguimientos e investigaciones forenses de los ordenadores, cuyo precio oscila entre 40.000 y 60.000 euros, contin¨²a Francisco Marco.
A su juicio, el espionaje industrial es un cl¨¢sico para esta agencia de detectives, que cuenta con 40 investigadores y factura 3,5 millones de euros anuales. "Siempre ha existido y es muy superior a lo que todos suponemos. Revisar la basura de las empresas o sus sistemas inform¨¢ticos para buscar a clientes o proveedores de la competencia, o para saber c¨®mo esta consigue vender m¨¢s barato es una constante en el sector industrial", asegura. Descubrir a los culpables puede costar a partir de 100.000 euros.
La fuga de informaci¨®n (no as¨ª el sabotaje, que no ha crecido con la crisis) puede saldarse analizando los ordenadores de los sospechosos, una investigaci¨®n que parte de un coste de 7.000 euros. Seg¨²n Vilamaj¨°, es el delito que m¨¢s se ha incrementado, junto a las falsificaciones y los fraudes a las empresas de seguros. Ni siquiera Wallander o Montalbano pueden frenarlos en la ficci¨®n. -
Ponga un detective en su empresa
Para ser detective en Espa?a se necesita pasar por la universidad. Son tres a?os de carrera, investigaci¨®n privada, una mezcla de derecho, materias policiales y forenses, tras los cuales hay que formalizar la licencia ante el Ministerio del Interior que habilita a los investigadores para poder ejercer conforme a la Ley de Seguridad Privada de 1992. Seg¨²n Z¨¦nit Detectives, "somos los ¨²nicos universitarios de Europa y los ¨²nicos con una fuerte legislaci¨®n detr¨¢s".
En cuanto a la licencia de armas, no es necesaria para ejercer la profesi¨®n. Lo normal es que los detectives espa?oles no lleven pistola, sobre todo si se dedican a investigar delitos empresariales. Un mito m¨¢s vinculado a pel¨ªculas y novelas que a la realidad.
En Espa?a hay unas 2.400 licencias de actividad concedidas, aunque en realidad son unos 1.500 profesionales los operativos, agregan los responsables de la agencia, Nuria Bl¨¢zquez y Jos¨¦ Mar¨ªa Alonso. -
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