"Los directivos no saben conciliar familia y trabajo"

Emilio Dur¨® (Lleida, 1960) es consultor de empresas, entre ellas PRISA. Asegura que un d¨ªa grabaron sin su permiso una conferencia para directivos y, a partir de ah¨ª, se ha convertido, sin querer, en un gur¨² de la ilusi¨®n y el optimismo. Acude a Valencia a dictar una conferencia a la consultora Everis. Antes de la charla resume sus puntos de vista. Habla a borbotones. Alerta sobre los problemas que genera la longevidad y sugiere que debemos aprender a mantenernos sanos, capaces e ilusionados para seguir resultando atractivos a nuestras parejas hasta los 92 a?os. Algo que todav¨ªa tenemos que aprender. Sustenta su aserto sobre un dato demoledor: "Un alto porcentaje de los alt¨ªsimos directivos de todo el mundo se han divorciado y viven solos. No han sabido conciliar familia y trabajo".

"Hemos puesto de moda a quien no tiene ni idea y encima da consejos"

Pregunta. ?Es un momento dif¨ªcil para vender optimismo?

Respuesta. Estamos en el mejor de los mundos. Vivimos mejor y tenemos m¨¢s riquezas que nunca. Es un buen momento para vender optimismo. Somos del 3% de la gente rica que habita el planeta y somos los que m¨¢s nos quejamos. El 97% de la gente que vive en ?frica se queja menos. Viven el presente.

P. La gente tiene miedo de perder su empleo, el empresario no consigue el aval, la familia no puede pagar la hipoteca... ?Vivimos un pesimismo generalizado?

R. Hablar de optimismo y pesimismo es una equivocaci¨®n. Hay dos tipos de personas. Unas que viven m¨¢s el pasado y otras que viven m¨¢s el presente. Cuando te planteas el pasado, que no se puede cambiar, genera ansiedad, estr¨¦s, frustraci¨®n. Si enfocas el futuro, si te planteas la vida por lo que vas a hacer, es muy dif¨ªcil ser pesimista. Est¨¢s ocupado y no preocupado.

P. ?Qu¨¦ es lo que nos ocupa?

R. Las dos palabras m¨¢s buscadas en el mundo son amor y felicidad. El tema central del ¨²ltimo congreso de recursos humanos fue el optimismo en el trabajo. Porque la gente feliz tiene mejores rendimientos. Al profundizar un poco nos hemos dado cuenta de que el entusiasmo, la alegr¨ªa, la felicidad, tienen poco que ver con los resultados acad¨¦micos. Hay gente con bajo coeficiente intelectual que es maravillosa y hay gente muy formada que es insoportable. En la vida se fracasa m¨¢s por golpes emocionales que por los racionales. Si pierdes el trabajo pero tienes una pareja que te quiere y te has cuidado f¨ªsicamente, sacas fuerzas de flaqueza. Si se te junta una separaci¨®n o un divorcio con un problema de salud y que te echan de la empresa, entonces es m¨¢s dif¨ªcil salir.

P. Muy dif¨ªcil.

R. Creo que un inconveniente que tenemos es que estamos dise?ados para vivir en la jungla. Nuestros abuelos no ten¨ªan preocupaciones porque no ten¨ªan futuro. Eran felices con comer y sobrevivir. Ni le¨ªan ni escrib¨ªan. Hace 200 a?os dif¨ªcilmente llegabas a los 35 o 40 a?os de vida. Alargar la vida a 92 a?os es algo para lo que no estamos preparados. Un ni?o es feliz porque no tiene experiencias y si le invitas a ir a la playa todo es ilusi¨®n. Si invitas a tu pareja te puede decir, "ver¨¢s como llueve, como el apartamento est¨¢ sucio, etc¨¦tera, etc¨¦tera".

P. ?Vamos a peor?

R. No estamos preparados para el deterioro f¨ªsico ni psiquico. La gente quiere tener un empleo fijo porque est¨¢ asustada. ?Pero c¨®mo queremos que se nos garantice un empleo fijo si llevamos 35 a?os sin reciclarnos?

P. La educaci¨®n es clave...

R. Desde luego. Pero no vale el falso cari?o. La pena no educa. Cuando tienes l¨¢stima de un empleado te equivocas y no le ayudas. Lo peor que puede hacer una persona es no exigirte. No hay nada mejor que, siempre para ayudarte, te exijan y te hagan crecer.

P. ?Qu¨¦ hacer con los parados?

R. En primer lugar, deporte para subir la autoestima. El cuerpo es el templo del alma. Al cuidarnos f¨ªsicamente conseguimos m¨¢s ox¨ªgeno, nos sentimos mejor, creemos m¨¢s en nosotros, tenemos m¨¢s ilusi¨®n... Es incre¨ªble, vivimos en un cuerpo que no cuidamos. El deporte es la gran asignatura del futuro. Pero estamos rendidos al placer y hemos puesto de moda al tonto con iniciativa, al que no tiene ni idea de nada y encima da consejos. Probablemente yo sea uno de ellos.