La Haya reclama a Saif al Islam para juzgarlo
Dos periodistas afirman haber entrevistado al hijo y mano derecha de Gadafi en un hotel de Tr¨ªpoli
La justicia internacional vivi¨® ayer una jornada agitada y plena de incertidumbre. La presunta captura de Saif al Islam, segundo de los ocho hijos de Muamar el Gadafi, por las tropas rebeldes libias, deriv¨® en un tira y afloja entre la Corte Penal Internacional (CPI) y el Consejo Nacional de Transici¨®n libio (CNT). Al litigio se a?ade el hecho de que esta madrugada, dos periodistas dijeron haberle entrevistado en Tr¨ªpoli.
La Corte Penal Internacional (CPI) reclam¨® la entrega del hijo de Gadafi. Su fiscal jefe, Luis Moreno Ocampo, le considera "responsable indirecto de la represi¨®n desatada contra los civiles entre el 15 y el 20 del pasado febrero", y le acusa por ello de cr¨ªmenes contra la humanidad. Si bien la Corte espera que sea procesado por sus jueces, los rebeldes libios no se ponen de acuerdo sobre el futuro del v¨¢stago llamado en su d¨ªa a suceder a Gadafi. Tras varios contactos oficiales entre la CPI y los responsables del Consejo de Transici¨®n, la situaci¨®n qued¨® en tablas.
Los rebeldes someter¨¢n a votaci¨®n la eventual extradici¨®n de Saif al Islam a La Haya, sede de la Corte. El fiscal Ocampo, por su parte, asegur¨® que apoyaba "los esfuerzos de las autoridades por estabilizar el pa¨ªs". Tambi¨¦n prometi¨® "seguir investigando los cr¨ªmenes cometidos en Libia contra los libios". No hay que olvidar que el propio Gadafi es el principal imputado, y sobre ¨¦l pesa desde junio una orden de arresto oficial. Lo mismo ocurre con Abdul¨¢ Senusi, su jefe de los servicios de espionaje.
En un giro inesperado, periodistas de la BBC y la agencia France Presse afirmaron haber visto esta madrugada a Saif al Islam en Tr¨ªpoli. El primero, en el hotel de los periodistas internacionales; el segundo, en el complejo de Bab el Azizia, al que fue conducido en visita guiada por el r¨¦gimen. "Tr¨ªpoli est¨¢ bajo nuestro control, que quede claro. Todo va bien [en Tr¨ªpoli]", se?al¨® Saif al Islam a la agencia de noticias francesa. Con respecto al paradero de su padre, el heredero pol¨ªtico de Gadafi asegur¨® al reportero brit¨¢nico que "naturalmente" est¨¢ en Tr¨ªpoli y se encuentra bien. La cadena de televisi¨®n catar¨ª Al Yazira se hizo eco de dichas informaciones.
Las negociaciones entre la Corte y el Consejo Nacional de Transici¨®n libio con respecto a Saif al Islam reflejaban los vertiginosos cambios provocados por la batalla final. Aunque los rebeldes no dan de momento muestras de revanchismo en su deseo de juzgar a sus prisioneros, las tensiones internas sobre el particular son evidentes. Saif, con un perfil pol¨ªtico mucho m¨¢s relevante que el de sus hermanos, puede convertirse en una baza de los insurgentes en la negociaci¨®n con Gadafi si se confirma su detenci¨®n.
Tampoco est¨¢ claro el futuro de Mohamed, el primog¨¦nito, que el dictador libio tuvo con su primera esposa. Mohamed, empresario, est¨¢ en arresto domiciliario tras haberse entregado a los rebeldes, aunque Al Yazira inform¨® anoche de que hab¨ªa conseguido escapar. Un tercer hermano, Saadi, est¨¢ en manos de los rebeldes. Jamis y Mutasim Gadafi seguir¨ªan luchando junto a su padre.
Para la justicia internacional, la situaci¨®n es complicada. Este es uno de los casos estrella de la CPI, que ha recibido del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la orden de investigar los cr¨ªmenes cometidos en Libia. Todo ha ido muy deprisa. Cien d¨ªas despu¨¦s de que la comunidad internacional se organizara para derrocar a Gadafi, el fiscal Ocampo pidi¨® el arresto del dictador. "Hay razones para pensar que concibi¨® y orquest¨® un plan para atacar a la poblaci¨®n", dijo. Luego convenci¨® a los jueces para que ordenaran el arresto. "Tenemos pruebas suficientes para ir a juicio casi de inmediato", a?adi¨® el jurista. A pesar de ello, si los rebeldes demostraran ahora que los tribunales libios est¨¢n en condiciones de organizar un juicio imparcial, la Corte podr¨ªa delegar el caso a Tr¨ªpoli. La justicia internacional solo act¨²a cuando no puedan, o no quieran hacerlo, las instancias locales.
Mientras se aclaran los aspectos legales del asunto, llega el fin del r¨¦gimen de Gadafi. Con el dictador huido, la supuesta ca¨ªda de su hijo Saif al Islam cerrar¨ªa una sucesi¨®n segura hace solo unos meses. Bien parecido y buen comunicador, es la versi¨®n moderna de su progenitor. Al filo de la cuarentena y presentado como el rostro amable de un r¨¦gimen brutal, es un economista (y pintor aficionado) que ha asegurado en el extranjero que su pa¨ªs era una democracia. Lo hizo, eso s¨ª, entre grandes carcajadas. Aunque su papel era el de un diplom¨¢tico contempor¨¢neo, experto en aspectos comerciales y financieros, para la Corte Penal es un "primer ministro de hecho" que ejecutaba las ¨®rdenes paternas. En 2008 se doctor¨® en la London School of Economics.
En el exterior, Saif el Islam personific¨® los claroscuros del r¨¦gimen libio. As¨ª, en 2002 y 2003, jug¨® un papel esencial en el abandono por parte de Libia de las armas de destrucci¨®n masiva. Tambi¨¦n admiti¨® que las seis enfermeras b¨²lgaras acusadas en 1998 de haber infectado a 400 ni?os con el virus del sida no tuvieron un juicio justo. Revel¨® incluso que fueron torturadas. Despu¨¦s de su liberaci¨®n, afirm¨® que hab¨ªa cerrado un trato con Francia para comprar armas. Las autoridades galas lo negaron. Sus m¨²ltiples viajes le hicieron popular fuera de Libia. Dentro, no se descarta que fuera un pe¨®n m¨¢s en manos de su padre, poco dispuesto a ceder el poder.
La biograf¨ªa de Han¨ªbal, el peque?o de la familia, es curiosa. Detenido en Suiza hace tres a?os por maltratar a la servidumbre, su padre dej¨® de venderle petr¨®leo al pa¨ªs helv¨¦tico hasta lograr una disculpa. De momento, no aparece ubicado en el mapa de las revueltas.
Los j¨®venes Gadafi tienen tambi¨¦n una hermana, Aisha. De 35 a?os e hija de la segunda esposa del dictador, Safiya, fue embajadora de la paz de Naciones Unidas hasta febrero de 2011. Abogada de profesi¨®n, podr¨ªa haber huido al extranjero.
Saif al Islam, ?detenido?
- Mano derecha de Gadafi, que siempre le ha visto como su sucesor. Est¨¢ considerado el rostro reformista del r¨¦gimen. Tiene 38 a?os y estudi¨® en la London School of Economics.
Saadi, detenido
- Nunca ha tenido relevancia pol¨ªtica. Tiene 37 a?os y es conocido por su afici¨®n al f¨²tbol: ha jugado en la Liga italiana y ha sido capit¨¢n de la selecci¨®n nacional libia.
Mohamed, entregado
- Es el primog¨¦nito de Gadafi, hijo de su primera esposa. Naci¨® en 1970. Responsable del Comit¨¦ Ol¨ªmpico libio y presidente de las compa?¨ªas de correos y telef¨®nica del pa¨ªs.
Jamis, en paradero desconocido
- Es polic¨ªa y est¨¢ al mando de su propia unidad especial, la Brigada 32. Tiene 28 a?os y supuestamente fue el responsable de la represi¨®n de las protestas en Bengasi.
Said al Arab, muerto en un bombardeo
- Era uno de los hijos m¨¢s j¨®venes del dictador (naci¨® en 1982). Muri¨® en un ataque de la OTAN el 30 de abril pasado. Poco se conoce de ¨¦l, excepto que estudi¨® en Alemania.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.