Las deserciones aceleran el derrumbe del r¨¦gimen

La sucesi¨®n de deserciones en la c¨²pula del r¨¦gimen libio simboliza su lenta desintegraci¨®n. Desde el abandono el pasado 15 de febrero de Abdel Fatah Yunes, n¨²mero dos de la dictadura, para pasarse al bando rebelde, hasta la m¨¢s reciente de Al Mahmudi al Baghdadi, ex primer ministro, la desbandada de los m¨¢s importantes funcionarios ha ido acelerando la ca¨ªda de un Gadafi cada vez m¨¢s solo y cuestionado.

Yunes era considerado uno de los hombres fuertes del r¨¦gimen hasta que estall¨® la rebeli¨®n. Antiguo camarada del coronel, particip¨® junto a ¨¦l en el golpe de Estado de 1969 que le llev¨® al poder y, desde entonces, hab¨ªa ocupado el puesto de ministro de Interior y dirigido la Escuela Militar de Comandos y Paracaidismo en Bengasi.

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Sin embargo, Yunes fue de los primeros en incorporarse a los insurgentes cuando estall¨® la revuelta, en febrero pasado. Desde entonces desempe?aba tareas de responsabilidad en lo m¨¢s alto del organigrama militar de los insurgentes. El 28 de julio Yunes fue asesinado por una facci¨®n armada rebelde.

A la deserci¨®n de Yunes se uni¨® pocos d¨ªas despu¨¦s la de Mustaf¨¢ Abdel Yalil, exministro de Justicia. Yalil apoy¨® el levantamiento popular el 21 de febrero para "protestar por el uso excesivo de la fuerza", seg¨²n aclar¨® en su momento a las agencias de noticias.

Pero la defecci¨®n m¨¢s significativa se produjo el 30 de marzo con la huida a Londres de Musa Kusa, exministro de Exteriores libio. Nacido en 1948, Kusa desarroll¨® gran parte de su carrera pol¨ªtica a la sombra del coronel. Considerado su mano derecha, fue cimentando su influencia durante los 15 a?os que pas¨® al frente de los servicios secretos de Libia.

Kusa fue viceministro de Relaciones Exteriores de 1992 a 1994, cuando asumi¨® la jefatura de los servicios secretos, puesto que ocup¨® hasta 2009. Durante este periodo, el jefe del espionaje libio trat¨® de lavar la imagen del pa¨ªs a nivel internacional estableciendo v¨ªnculos comerciales con compradores de petr¨®leo en toda Europa y abriendo las puertas a Gadafi en los pa¨ªses occidentales.

Tras las primeras y m¨¢s importantes deserciones, los avances rebeldes de la ¨²ltima semana han acelerado de nuevo el cap¨ªtulo de abandonos. Funcionarios de T¨²nez aseguraban el s¨¢bado que Omran Abukraa, responsable de Petr¨®leo del Gobierno libio, hab¨ªa desertado y se encontraba en T¨²nez. Abukraa hab¨ªa viajado en junio a Italia, donde represent¨® a su pa¨ªs en una cumbre de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP), y a su regreso hizo escala en T¨²nez, de donde no ha vuelto a salir.

Hacia este pa¨ªs sali¨® tambi¨¦n el pasado fin de semana Abdel Salam Yalud, compa?ero de armas y estrecho colaborador de Gadafi, que se hab¨ªa distanciado del dictador en los ¨²ltimos a?os. Yalud ocup¨® el cargo de primer ministro y varias otras carteras hasta 1990, cuando qued¨® relegado por diferencias con el l¨ªder de la naci¨®n. El Gobierno de Tr¨ªpoli rest¨® importancia a la salida de Yalud, asegurando que ya estaba retirado y enfermo, y que pasaba parte de su tiempo en el extranjero. A la salida del hist¨®rico militar se une la del exministro del Interior y n¨²mero dos de la seguridad, Naser al Mabruk, que viaj¨® en un avi¨®n privado a El Cairo el 15 de agosto. Mabruk iba acompa?ado por nueve miembros de su familia.

La previsible ca¨ªda del r¨¦gimen est¨¢ provocando nuevas salidas en las ¨²ltimas horas. Seg¨²n la televisi¨®n Al Yazira, el primer ministro libio, Al Mahmudi al Baghdadi, y el director del sindicato de la televisi¨®n libia han huido a T¨²nez.