Los recuerdos que no aparecen en las fotograf¨ªas

Es curioso descubrir que la mayor¨ªa de los recuerdos casi nunca aparecen en las fotos. No hablo de los recuerdos que se ven o se tocan, sino de los recuerdos que se huelen, que se saborean, que se sienten... los recuerdos que s¨®lo podremos encontrar en ese tesoro que todos llevamos dentro. En ese tesoro llamado infancia a d¨ªa de hoy soy capaz de cerrar los ojos y descubrir, con el resto de los sentidos, una tarde cualquiera en la calle principal del pueblo, en Motilla del Palancar. Tardes en las que, de la mano de mis padres, sal¨ªamos con sus amigos en busca del bar en el que nos tomar¨ªamos el aperitivo del d¨ªa. Y all¨ª, en una mesa que se convert¨ªa en el centro de algo que s¨®lo entend¨ª m¨¢s adelante, nosotros, los ni?os, ¨¦ramos meros sat¨¦lites que, de vez en cuando, pasaban por all¨ª para capturar un trozo de sepia con perejil, un calamar rociado de lim¨®n o unas cuantas papas de una bolsa que siempre se quedaba peque?a.

Ahora que ya estoy a mil estrellas de aquel peque?o planeta que constru¨ªamos cada tarde, sigo buscando los mismos sabores en distintos lugares. Puedo decir que he encontrado las mismas papas, incluso los mismos calamares, pero he de admitir mi derrota al intentar encontrar aquella misma sepia que, cortada en peque?os trozos y mojada en perejil, me sab¨ªa a gloria. Y es que a veces es dif¨ªcil encontrar un lugar donde preparen tapas con sabor a infancia...

Eloy Moreno es el autor de El bol¨ªgrafo de gel verde.