El Gobierno recupera la receta del empleo precario para combatir el paro
"Mejor un trabajo temporal que un parado", justifica el ministro G¨®mez
"Cuando cambian los hechos, cambio de opini¨®n". Esta conocida cita del gran economista brit¨¢nico Keynes bien podr¨ªa haber inspirado el viraje en pol¨ªtica laboral que el Gobierno dio ayer. El segundo Consejo de Ministros extraordinario de agosto acord¨® suspender durante dos a?os los l¨ªmites a la temporalidad y ampliar a los 30 a?os el uso de los contratos de formaci¨®n hasta el 31 de diciembre de 2013, con cuota cero a la Seguridad Social.
De un plumazo, el Ministerio de Trabajo desanda gran parte de lo andado en esta legislatura y en la anterior contra la temporalidad, la gran brecha por la que se ha colado una intensa destrucci¨®n de empleo sin precedentes. "En crisis, lo importante es sostener el empleo, sea temporal o indefinido, pero preferimos tener un empleo temporal antes que un parado", justific¨®, el ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez, para justificar la marcha atr¨¢s y la vuelta a la vieja receta de la temporalidad para estimular el comatoso mercado laboral.
"La pol¨ªtica laboral tiene que adaptarse a la coyuntura", se?ala G¨®mez
"No es un contrato basura", asegura el ministro sobre la nueva figura
"Es una apuesta por el empleo de mala calidad y con menos derechos", dice UGT
El PP se queja de la "descoordinaci¨®n e improvisaci¨®n" del Gobierno
Iron¨ªas amargas del destino, G¨®mez era secretario general de Empleo en 2006, cuando Gobierno y agentes sociales acordaron prohibir encadenar contratos temporales por espacio de dos a?os en un periodo de 30 meses en la misma empresa. Se trataba de combatir la temporalidad que afectaba al 35% de los asalariados. Medidas como esta y la destrucci¨®n de empleo han rebajado la tasa al 25%. A¨²n as¨ª, este es otro dato que separa a Espa?a de la UE, donde de media la temporalidad afecta al 14% de los asalariados.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo, G¨®mez tuvo que desdecirse cinco a?os despu¨¦s y argumentar la suspensi¨®n por dos a?os del Estatuto de los Trabajadores, que limita el encadenamiento de contratos temporales. "En este momento, todav¨ªa de destrucci¨®n de empleo y de escaso crecimiento, [esta restricci¨®n] est¨¢ obstaculizando el mantenimiento del empleo en las empresas", explic¨®.
El responsable de Trabajo hizo hincapi¨¦ en que el Ejecutivo solo suspendi¨® la regla de 2006, no la elimin¨®. Y, consciente de las cr¨ªticas que va a cosechar afirm¨® que la pol¨ªtica laboral tiene que adaptarse a la coyuntura: "Las circunstancias han cambiado y la legislaci¨®n debe responder". Los hechos keynesianos que han hecho cambiar de opini¨®n a G¨®mez son un paro en el 20,8% (46,1% entre menores de 25 a?os), casi cinco millones de desempleados y una negra perspectiva por a?os para la creaci¨®n de trabajo.
La suspensi¨®n de los l¨ªmites a la temporalidad es una de las cinco medidas que contiene el decreto que el Gobierno ha aprobado en un nuevo paquete, el en¨¦simo, para combatir el paro y sus consecuencias. Las otras cuatro son la pr¨®rroga del Plan Prepara -una paga de 400 euros durante medio a?o para parados sin prestaci¨®n ni subsidio-; la extensi¨®n hasta finales de 2013 de la ayuda del Fogasa a las indemnizaciones correspondientes a los despidos procedentes; la posibilidad de que los contratos temporales se transformen en contratos de fomento de empleo (33 d¨ªas por a?o trabajado en caso de despido frente a los 45 de los compromisos ordinarios) y una nueva regulaci¨®n de los compromisos de formaci¨®n que permitir¨¢ contratar con esta figura hasta los 30 a?os hasta finales de 2013 y hasta los 25 a partir de entonces.
Respecto de este ¨²ltimo, G¨®mez tambi¨¦n sali¨® al paso de las cr¨ªticas sobre la precariedad que puede introducir en el mercado laboral. "No es un contrato basura", declar¨®, "la protecci¨®n social ser¨¢ exactamente la misma que para cualquier otro contrato". "Son muchos los j¨®venes que con motivo de la burbuja inmobiliaria renunciaron a la formaci¨®n, y ahora no tienen formaci¨®n ni empleo", ahond¨® el portavoz del Gobierno, Jos¨¦ Blanco.
No obstante, en lo que los dos ministros tuvieron que emplearse a fondo fue en la defensa del retorno a la temporalidad como soluci¨®n a la crisis. Ya fue as¨ª en 1984. Entonces, tambi¨¦n con un paro desbocado, se cre¨® este tipo de contratos para combatir la crisis. Tuvo ¨¦xito. Pero luego se convirti¨® en un mal end¨¦mico del mercado laboral. Sirva lo que ha pasado en esta crisis: de los dos millones de puestos de trabajo destruidos, 1,4 millones eran temporales.
En la ¨²ltima reforma laboral, la aprobada en 2010, trat¨® de cambiarse este patr¨®n. Pero ante la incertidumbre econ¨®mica, las empresas han recurrido m¨¢s que nunca a los contratos temporales. Y cuando ya no pueden utilizarlos m¨¢s, reh¨²san a transformar el compromiso en fijo. "Lo que pretende el Gobierno es que no se despida a esos trabajadores a los que los empresarios no hacen indefinidos", resumi¨® G¨®mez.
La medida ha desatado el enfado sindical. "Supone la indefensi¨®n total de cientos de miles de personas con contratos temporales sin causa, adem¨¢s de legalizar el fraude de ley", critic¨® CC OO. "Es una apuesta por la temporalidad, el empleo de mala calidad y con menos derechos", sentenci¨® UGT.
Nada coment¨® sobre el asunto la patronal. En su comunicado de valoraci¨®n de las medidas, CEOE omiti¨® valorar esta y opt¨® por quejarse de que el decreto no contenga los cambios que el Ejecutivo hab¨ªa anunciado en contrataci¨®n a tiempo parcial. "Supone, de nuevo, una oportunidad perdida en la flexibilizaci¨®n de este contrato".
Tambi¨¦n merecieron cr¨ªticas de los agentes sociales el resto de medidas. Los sindicatos solo salvaron de la quema la pr¨®rroga del Plan Prepara, pero con matices. "Algunas son positivas pero insuficientes", calific¨® UGT.
A los ataques de los agentes sociales, se sumaron los de la oposici¨®n. El portavoz econ¨®mico del Partido Popular, Crist¨®bal Montoro, habl¨® de "improvisaci¨®n y descoordinaci¨®n". Pero la carga m¨¢s dura lleg¨® desde la izquierda. "[Espa?a ser¨¢] el para¨ªso de los empresarios y el infierno de los ciudadanos y j¨®venes, que no tendr¨¢n un empleo con perspectiva", pronostic¨® Gaspar Llamazares, diputado de IU.
Este escenario a?ade m¨¢s dificultades a las conversaciones que sindicatos y empresarios inauguraron el mi¨¦rcoles. En ellas, a petici¨®n del presidente del Gobierno, ambas partes intentan prolongar hasta 2014 el acuerdo de convenios que recomienda moderaci¨®n salarial. Basta ver el t¨ªtulo del comunicado que ayer emiti¨® CC OO: "Las medidas aprobadas en el Consejo de Ministros suponen un nuevo ataque al di¨¢logo social". Para defenderse de la acusaci¨®n, G¨®mez record¨® que varias de las medidas se negociaron en julio con sindicatos y empresarios. A?adi¨® que ambas partes fueron consultadas sobre el contenido del texto a lo largo de la semana, para terminar retomando su manual sobre el di¨¢logo social y record¨® que cuando no hay acuerdo, "el Gobierno tiene que gobernar. Eso es lo que hemos hecho".
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