El final del sexo dibujado
Cierra 'Kiss', la revista decana de la historieta er¨®tica en Espa?a - En sus 20 a?os, public¨® 239 n¨²meros
Corren malos tiempos (comerciales) para el c¨®mic. Florecen las editoriales de novela gr¨¢fica pero desaparecen las revistas hechas en Espa?a, aquellos mensuales que conquistaron un hueco en los quioscos tras la muerte de Franco. Agosto ha visto el cierre por sorpresa de Comix Kiss Comix, el hijo calenturiento de la desaparecida El V¨ªbora, cabecera legendaria de Ediciones La C¨²pula.
En sus 20 a?os, Kiss public¨® 239 n¨²meros y abundantes ¨¢lbumes. Se despide sin grandes aspavientos, con un breve texto de Rub¨¦n Lard¨ªn: "Sin dramas, eh. Aqu¨ª se acab¨® la fiesta pero seguro que hay otra en el piso de arriba. Las fiestas se suelen acabar cuando se van ellas, pero esta vez nos retiramos antes nosotros, rendidos".
"Intentamos parar las descargas piratas, pero era un rompecabezas"
Jos¨¦ Mar¨ªa Berenguer, responsable de La C¨²pula, explica con humor que "ellas" son las cifras: "Kiss alcanz¨® ventas de unos 30.000 ejemplares y tuvo ediciones en otros idiomas, pero ahora hab¨ªamos ca¨ªdo hasta las 6.000 copias. Como no atrajimos publicidad ajena, las cuentas no sal¨ªan. Alguna revista, como Eros Comix, repite historietas ya publicadas pero nosotros le debemos un respeto a los lectores".
Las razones del hundimiento parecen evidentes: "No es solo que ahora haya tanto porno gratuito en la Red; incluso nuestras revistas se pueden leer all¨ª, en p¨¢ginas de descargas piratas. Hicimos alg¨²n intento t¨ªmido de pararlo pero aquello era un rompecabezas, con empresas pantalla en no se qu¨¦ pa¨ªs y servidores en otro continente. Incluso los abogados nos aconsejaron dejarlo correr".
El efecto Internet ha modificado aquella m¨¢xima del mundo editorial que dice "el sexo vende". En La C¨²pula ya lo sospechaban: "En los ¨²ltimos a?os de El V¨ªbora, las portadas ten¨ªan un tono sexi pero eso no fue suficiente. ?Un error? No sabemos, este no es un negocio que te permita encargar estudios de mercado. Y eran portadas t¨¦cnicamente espl¨¦ndidas".
Para Berenguer, el final de Kiss supone una decepci¨®n personal: "Apostamos desde el n¨²mero uno por una sexualidad gozosa, sin culpabilidad y sin humillaciones para la mujer. De hecho, lo m¨¢s agradable fue recibir cartas y emails de lectoras que nos animaban, que confesaban que sol¨ªan leerla en compa?¨ªa de novios o maridos. No digo que siempre estuvi¨¦ramos a la altura de nuestros principios: compr¨¢bamos material muy fuerte de maestros extranjeros como el chileno Ferocius, el ingl¨¦s Erich von Gotha o el argentino Francisco Solano L¨®pez, que muri¨® hace unos d¨ªas".
Lo tienen peor los autores locales, a?ade Berenguer: "No pretendemos echarnos flores de descubridores de talento pero es cierto que muchos dibujantes espa?oles llamaron la atenci¨®n a trav¨¦s de Kiss y luego terminaron en otros medios. Pienso en Paco Roca, premio Nacional del C¨®mic, o en Rub¨¦n del Rinc¨®n. Kiss les ofrec¨ªa una plataforma de experimentaci¨®n narrativa y adem¨¢s les pag¨¢bamos. Siempre les quedar¨¢n los fanzines pero resulta m¨¢s dif¨ªcil profesionalizarse. Es una tragedia en un pa¨ªs donde siempre ha habido una gran cantera de dibujantes".
No hab¨ªa estigma en publicar historietas er¨®ticas, asegura Berenguer: "Est¨¢ el caso de M¨®nica y Bea, que se supon¨ªa que contaban aventuras autobiogr¨¢ficas como las Peque?as viciosas. Pero todo el mundillo sab¨ªa que eran los seud¨®nimos de Jos¨¦ Antonio Calvo, como dibujante, y Santiago Segura, como guionista. De hecho, han continuado trabajando juntos en la saga Torrente".
La C¨²pula mantiene la l¨ªnea de novela gr¨¢fica para adultos. Para oto?o, anuncian la edici¨®n de Dirty laundry, aquella colaboraci¨®n de Robert Crumb con su esposa, Aline Kominsky, con aportaciones de la hija de ambos, Sophie. Berenguer recomienda especialmente la traducci¨®n del descarnado Paying for it, de Chester Brown, donde el dibujante canadiense explica su experiencia con prostitutas, tras renunciar al amor rom¨¢ntico.
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