?Mire por d¨®nde va!
El ciego que hace 15 a?os entr¨® en un bar de Madrid y se estrell¨® contra unos parroquianos no pudo haber elegido mejor su objetivo: un grupo de ingenieros y neur¨®logos de la Universidad Complutense que, tras el infortunado choque, se pusieron a discutir si la tecnolog¨ªa podr¨ªa ayudar a evitar ese tipo de accidentes y otros peores. Lo que podr¨ªa haber acabado como una trivial charla de taberna se ha convertido ahora, gracias a una tenacidad cient¨ªfica de tres lustros, en un dispositivo que permite a los ciegos ver con las manos, como si estuvieran leyendo en braille la realidad que tienen delante. Unas peque?as videoc¨¢maras acopladas a las gafas escrutan el campo visual y, en tiempo real, convierten la escena en una rejilla de p¨ªxeles en relieve, donde el ciego puede identificar las formas con su mano. Los invidentes han comprobado que, tras unos meses de entrenamiento, les sirve para distinguir si una persona est¨¢ de pie o sentada, si el mu?eco del sem¨¢foro est¨¢ parado o andando, o si tienen delante un toldo a la altura de la cabeza. Aunque la resoluci¨®n es todav¨ªa limitada, esto es ya mucho m¨¢s de lo que ofrece un bast¨®n.
Dentro de seis meses el avance estar¨¢ en el mercado y se unir¨¢ entonces a un grupo de tecnolog¨ªas relacionadas que tienen la capacidad de mejorar la vida de millones de ciegos. Algunos de estos sistemas transmiten directamente las se?ales de las videoc¨¢maras al nervio ¨®ptico. De hecho, si el sistema de visi¨®n artificial de los ingenieros espa?oles se conectara a una interfaz -en lugar de al actual dispositivo t¨¢ctil- producir¨ªa percepciones visuales directamente en la mente del ciego, sin pasar por la intermediaci¨®n del tacto. Cabe esperar que todas estas tecnolog¨ªas converjan, pero de momento el sistema t¨¢ctil tiene una aplicaci¨®n m¨¢s amplia, puesto que la conexi¨®n a las neuronas solo sirve para los que tengan intactos el nervio ¨®ptico y las ¨¢reas visuales del cerebro.
Los avances de la inteligencia artificial asustan a veces, como cuando se aplican a los drones de guerra que sobrevuelan y bombardean objetivos por su cuenta. Pero son las mismas tecnolog¨ªas que se pueden utilizar para ayudar a los ciegos y otros discapacitados: un dilema tan viejo como la invenci¨®n del hacha de piedra.
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