Interior ve suficiente el sistema de protecci¨®n
Las instituciones no logran dar con herramientas para predecir el comportamiento de los maltratadores - La medici¨®n del nivel de riesgo supone el principal desaf¨ªo
Deisy Mendoza muri¨® hoy hace una semana acuchillada por su exmarido en su domicilio en el centro de Bilbao. Sobre el criminal pesaba una orden de alejamiento y Mendoza dispon¨ªa adem¨¢s de otra serie de medidas complementarias para su seguridad. Mientras se suced¨ªan las cr¨ªticas contra el sistema policial y judicial de control a v¨ªctima y agresor, el "qu¨¦ fall¨®" se repet¨ªa en la sociedad. El problema surge cuando todo parece funcionar, pero las estad¨ªsticas de agresiones se repiten, una paradoja recurrente en los casos de violencia contra la mujer.
Mariola Serrano, directora de Atenci¨®n a las V¨ªctimas de la Violencia de G¨¦nero, dependiente de Interior, considera que el actual sistema de protecci¨®n resulta suficiente -"Es un buen sistema", dice-, que se revisa cada vez que se produce alg¨²n caso significativo. Y los niveles de protecci¨®n se elevan inmediatamente cuando se constata alg¨²n detalle revelador.
La presidenta del Observatorio contra la Violencia cree que la seguridad "funciona" Euskadi contar¨¢ esta legislatura con una ley contra la Violencia de G¨¦nero
Serrano descarta, por el momento, poner en marcha el Centro de Recuperaci¨®n e Integraci¨®n Social, un recurso de acogida previsto en un decreto de 2007 y de competencia auton¨®mica. "No hay nada previsto, ninguna reflexi¨®n, ni ning¨²n debate. De momento, el sistema de acogida de mujeres es suficientemente completo", apunta.
El equipo de Serrano trabaja tambi¨¦n junto a otros profesionales -Ertzaintza, sanitarios, servicios sociales y asociaciones- en el desarrollo de una nueva ley contra la Violencia de G¨¦nero, prevista para finales de esta legislatura.
La clave de la lucha contra la violencia sexista y uno de sus objetivos fundamentales a corto plazo -el descenso del n¨²mero de mujeres muertas por sus parejas y exparejas- radica en los matices y detalles, apuntan los expertos: "Se trata de saber evaluar el riesgo para poder gestionarlo". Y a?aden que el riesgo cero no existe, dada la cierta "violencia estructural" inherente a cualquier sociedad.
"El sistema de protecci¨®n funciona", apunta Inmaculada Montalb¨¢n, presidenta del Observatorio contra la Violencia de G¨¦nero, dependiente del Consejo General del Poder Judicial. Tanto Euskadi como el resto de comunidades aut¨®nomas cuentan con leyes avanzadas y exhaustivas en materia de igualdad y contra la violencia sexista. Jueces y polic¨ªas, las dos instancias que deciden, gestionan, controlan y revisan las medidas en favor de la seguridad de las mujeres, disponen de una amplia panoplia de herramientas que utilizar.
Montalb¨¢n refrenda con datos su tajante afirmaci¨®n. "La seguridad funciona porque las cifras as¨ª lo dicen. Los n¨²meros son fr¨ªos y ocultan el sufrimiento de hijos y familiares, pero, por ejemplo, el a?o pasado 13 mujeres asesinadas [del total de 73 muertes registradas en Espa?a] ten¨ªan una orden de protecci¨®n en vigor y ese mismo a?o se dictaron m¨¢s de 28.000; la incidencia no llega al 0,05%", argumenta. Mientras, el ararteko, I?igo Lamarka, cree que las cifras requieren un an¨¢lisis exhaustivo de qu¨¦ ha podido fallar.
En Euskadi, tres mujeres fallecieron el a?o pasado v¨ªctimas de la violencia machista. Dos de ellas contaban con una medida de esas caracter¨ªsticas -se dictaron 630 en toda la comunidad, seg¨²n datos judiciales-. La ¨²ltima, Mendoza, ten¨ªa una orden de alejamiento que su marido incumpli¨® reiteradamente sin que ni ella, ni su entorno, ni los vecinos alertaran a las autoridades. Rosario Rom¨¢n, la segunda, fallecida en junio, interpuso una denuncia contra su expareja, pero la retir¨® por amenazas.
En el preciso instante en que una mujer interpone una denuncia por maltrato se activa un protocolo de medici¨®n del riesgo. La Ertzaintza eval¨²a a la v¨ªctima usando un cuestionario dise?ado por Enrique Echebur¨²a, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica de la UPV. El test determina su nivel de riesgo entre tres niveles: bajo, medio y alto. "Se trata de una valoraci¨®n din¨¢mica; es una fotograf¨ªa de la situaci¨®n, pero esa situaci¨®n puede cambiar al cabo de 48 horas, una semana o 15 d¨ªas", explica Echebur¨²a.
En la determinaci¨®n de los mecanismos concretos de protecci¨®n es donde entran en juego los detalles y matices, la clave para saber evaluar el riesgo y controlarlo. La pericia del profesional, ya sea polic¨ªa o juez, para saber apreciar, por ejemplo, qu¨¦ se esconde ante el silencio de una mujer. Interpretar los m¨¢s nimios detalles de la vida de una v¨ªctima de la violencia sexista, como, por ejemplo, que alquile un piso para enmanciparse de su maltratador, puede suponer pasar de un nivel de riesgo bajo a otro elevado. O lo que es lo mismo, pasar de recibir la llamada de un agente que comprueba que todo va bien de forma regular a la necesidad de llevar un escolta.
El lehendakari, Patxi L¨®pez, reconoci¨® el pasado mi¨¦rcoles que "algo falla todav¨ªa cuando se producen este tipo de asesinatos" y se comprometi¨® a "reforzar" la lucha contra la violencia machista pidiendo la implicaci¨®n de todos.
Ante lo incontrolable
La complejidad de la evaluaci¨®n del riesgo que padece una mujer maltratada y, sobre todo, de c¨®mo saber modularlo y analizarlo de forma constante y din¨¢mica deriva en gran parte de las caracter¨ªsticas espec¨ªficas de este tipo de violencia.
El catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica de la UPV Enrique Echebur¨²a subraya la necesidad de analizar a fondo a agresor y v¨ªctima, as¨ª como la relaci¨®n de pareja entre ambos. Este profesional recuerda que algunas mujeres, "por dependencia emocional o econ¨®mica", por ejemplo, nunca denunciar¨¢n a sus maridos o, si lo hacen, puede que vuelvan a retomar una relaci¨®n y perdonar a sus agresores, aunque los episodios de malos tratos se repitan. Los expertos constatan la importancia de que el entorno cercano de la v¨ªctima se mantenga alerta y no dude en avisar de cualquier detalle alarmante.
La determinaci¨®n con que act¨²a el hombre hace que muchos de los casos de violencia sexista tengan un grado alto de impredecibilidad. Es decir, todo se hace bien, se eval¨²a de forma correcta a hombre y mujer, se dictan las medidas oportunas y necesarias, pero no se puede evitar el desenlace final, concluyen los expertos.
Datos de una lacra
- V¨ªctimas. 73 mujeres fallecieron en 2010 en Espa?a a manos de sus parejas o exparejas, tres de ellas en el Pa¨ªs Vasco. En lo que va de a?o las cifras ascienden a 38 para el total nacional y tres en Euskadi.
- En 2010, se dictaron 630 ¨®rdenes de alejamiento en el Pa¨ªs Vasco. En el primer trimestre de este a?o sumaron 128.
- Interior cifra en 1.822 las agresiones a mujeres registradas en el Pa¨ªs Vasco hasta julio pasado. En 2010, se contabilizaron 3.490.
- Medidas espec¨ªficas. Diez personas entre v¨ªctimas y agresores ten¨ªan en 2010 una pulsera localizadora; 166 mujeres contaban con un tel¨¦fono especial de contacto con la Ertzaintza y, el pasado diciembre, 12 llevaban escolta, cifra que hoy sube a 49
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