Rubalcaba evita la fractura pese a las cr¨ªticas internas a la reforma de la Constituci¨®n

Alfredo P¨¦rez Rubalcaba vivi¨® ayer una complicada jornada para tratar de convencer a todos los dirigentes relevantes de su partido de que el Gobierno no ten¨ªa otra salida, para evitar la presi¨®n de los mercados, que pactar con el PP una reforma constitucional que fijase la estabilidad presupuestaria cuya tramitaci¨®n se vota hoy en el Congreso.

Aparentemente, tras casi 11 horas de reuniones, lo logr¨®, porque no hubo grandes disensiones, sino m¨¢s bien un cierre de filas, al menos formalmente. Es lo que se reflejar¨¢ hoy, previsiblemente, en la primera de las votaciones previstas en el Congreso, la de toma en consideraci¨®n. Sin embargo, el debate fue muy intenso. Rubalcaba se esforz¨® por defender su gesti¨®n del pacto y lleg¨® a decir, ante Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que ¨¦l "no lo hubiera hecho as¨ª", porque antes de anunciar una reforma de ese calibre habr¨ªa consultado al partido, algo que no hizo el presidente del Gobierno.

El candidato trata de distanciarse de Zapatero: "Yo no lo habr¨ªa hecho as¨ª"

El presidente reiter¨® que es la opci¨®n m¨¢s suave para calmar a los mercados

Rubalcaba trataba de esta manera, en plena campa?a electoral, de distanciarse de Zapatero, aunque no de la reforma, que defendi¨® ante los miembros de la Ejecutiva, despu¨¦s ante los barones territoriales y por ¨²ltimo ante los diputados del Congreso.

Mientras el candidato trataba de separarse algo del presidente, muy mal valorado en las encuestas, Carme Chac¨®n, candidata a la sucesi¨®n en un futuro congreso tras las elecciones y enfrentada a Rubalcaba, se decantaba en Barcelona, en una reuni¨®n del PSC, a favor de quienes, sobre todo desde el movimiento del 15-M, plantean la necesidad de un refer¨¦ndum para temas fundamentales que se pretenden incluir en la Constituci¨®n. A¨²n as¨ª, dej¨® claro que apoyar¨ªa la reforma "por lealtad y responsabilidad".

Los dirigentes socialistas, en los debates de la ma?ana, de la tarde y de la noche, expusieron que este acuerdo perjudica los intereses electorales del PSOE, porque sus votantes no van a entender este mensaje contradictorio. El propio Zapatero admiti¨® impl¨ªcitamente ese coste electoral, ya que en un momento de la Ejecutiva, mirando al candidato, se?al¨®: "S¨¦ lo dif¨ªcil que ha sido esto para Alfredo". El presidente asegur¨® que la pol¨¦mica suscitada "no va en favor del objetivo electoral" y reconoci¨® que su sucesor hab¨ªa impedido que hubiera una cifra en la Constituci¨®n.

Rubalcaba y Zapatero se esforzaron para argumentar ante los suyos que esta reforma se hace por responsabilidad, para intentar salvar a Espa?a de la presi¨®n de los mercados. Los intensos ataques de agosto contra la deuda espa?ola e italiana, que solo se pararon cuando el Banco Central Europeo entr¨® a comprar deuda de estos pa¨ªses, sirvieron como ejemplo para que Rubalcaba y Zapatero explicaran a los suyos que si no se hac¨ªa nada la situaci¨®n pod¨ªa ser mucho peor en septiembre, cuando el volumen de negocio es mucho mayor y las consecuencias de un hundimiento tambi¨¦n. La presi¨®n sobre Italia, que necesita sacar 70.000 millones a subasta en estos meses, arrastrar¨ªa a Espa?a, insistieron.

El propio Rodr¨ªguez Zapatero defendi¨® ante los suyos, que repitieron en sus intervenciones las dudas sobre la decisi¨®n tomada, que la reforma constitucional es la m¨¢s suave de las opciones que ten¨ªa encima de la mesa, distinta a la de otros pa¨ªses, como Italia, que ha hecho recortes m¨¢s duros. A¨²n as¨ª, el presidente dej¨® muy claro que es consciente de las consecuencias electorales que tiene este asunto para el candidato del PSOE.

Todo eso sucedi¨® sin luz ni taqu¨ªgrafos. Ante la prensa, los dirigentes socialistas escenificaron el cierre de filas a todos los efectos. Y as¨ª lo explic¨® Marcelino Iglesias, el secretario de Organizaci¨®n, que tambi¨¦n rechaz¨® la posibilidad del refer¨¦ndum porque "generar¨ªa m¨¢s incertidumbre en los mercados" y evitar¨ªa que la medida tuviera eficacia, pues no estar¨ªa vigente hasta finales de noviembre.

El anuncio de movilizaciones de los sindicatos contra la reforma, que lleg¨® ayer mismo, y una manifestaci¨®n del 15-M ante las Cortes, complicaban el marco de la jornada. A¨²n as¨ª, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba acab¨® la jornada con un apoyo generalizado, pero con reticencias.

Las dudas se refirieron b¨¢sicamente al procedimiento, y llegaron de diputados miembros de Izquierda Socialista -Juan Antonio Barrio o Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Tapias-, del ugetista Manuel de la Rocha, de miembros de la Ejecutiva socialista como la dirigente madrile?a y sindicalista Maru Men¨¦ndez y la andaluza Soledad Cabez¨®n. Todos ellos reprocharon la iniciativa de reforma constitucional por su aplicaci¨®n por la v¨ªa de urgencia, por soslayar la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum y por no haberse debatido previamente en los ¨®rganos internos del partido. Rubalcaba tuvo que emplearse a fondo hasta altas horas de la noche para responder, en ocasiones uno a uno, a los cr¨ªticos.

P¨¦rez Tapias y Xavier Carro reclamaron expresamente un refer¨¦ndum y criticaron la reforma, aunque anunciaron su voto positivo. El ¨²nico que ante sus compa?eros dej¨® claro que romper¨¢ la disciplina de voto fue Antonio Guti¨¦rrez, exl¨ªder de CC OO. El sindicalista no tiene intenciones de repetir esca?o, al contrario que la mayor¨ªa de sus compa?eros, por lo que, m¨¢s liberado, fue tajante en su explicaci¨®n. Dijo que agradec¨ªa los argumentos del candidato pero que consideraba que se est¨¢ lanzando "un mensaje de sumisi¨®n a los mercados que no es bueno para la socialdemocracia ni para la izquierda espa?ola".

Adem¨¢s, aclar¨® que ¨¦l estar¨ªa d¨¬spuesto a firmar una petici¨®n de refer¨¦ndum que promueven partidos como IU y que necesitar¨ªa 35 diputados para salir adelante, algo que solo podr¨ªa suceder con una decena de fugas en el PSOE, que de momento solo tiene esta confirmada.

Rafael Simancas se?al¨®, sin embargo, que era absurdo para el PSOE ir a un refer¨¦ndum y hacer campa?a con el PP durante dos meses en un asunto que genera tantas dudas internas.

Rubalcaba rechaz¨® la posibilidad de celebrar un refer¨¦ndum, que solicitaron algunos cr¨ªticos, porque "as¨ª consta" en la propia norma al no referirse el motivo de la reforma a derechos fundamentales, y explic¨® que en la mayor¨ªa de las reformas constitucionales en Europa no se llevan a cabo consultas.

Tanto Rubalcaba como otros dirigentes relevantes, como Jes¨²s Caldera, que tambi¨¦n hablaron ante los diputados, aseguraron que no tienen ninguna prevenci¨®n ante el fondo del asunto, la defensa de la estabilidad presupuestaria. Rubalcaba explic¨® que ¨¦l siempre la defendi¨® en su trayectoria pol¨ªtica, e incluso lo hizo en su discurso de presentaci¨®n oficial como candidato electoral el pasado 9 de julio. Caldera insisti¨® en que la estabilidad presupuestaria es una apuesta del PSOE, que ya estaba en el programa electoral de 2004, y que en los primeros a?os de Rodr¨ªguez Zapatero hubo super¨¢vit.

Rubalcaba asegur¨® que si ¨¦l tuvo dudas sobre la iniciativa fue por su tramitaci¨®n urgente como reforma constitucional. Pero que cuando se convenci¨® de su necesidad para afrontar el nuevo reto de la crisis econ¨®mica, tras un verano cargado de turbulencias financieras, la apoy¨® sin reservas. "Le dije al presidente que asum¨ªa la decisi¨®n por responsabilidad y por el estrecho margen de que dispon¨ªamos", se?al¨® el candidato socialista.

Rubalcaba asumi¨®, finalmente, la urgencia del cambio constitucional por razones de eficacia. "La reforma es como una vacuna que hay que ponerse ahora para afrontar la dif¨ªcil situaci¨®n que podemos tener en los pr¨®ximos meses y a lo largo del oto?o", dijo ante la Ejecutiva. Fue a¨²n m¨¢s expl¨ªcito unas horas despu¨¦s, en la reuni¨®n con los l¨ªderes regionales socialistas. "O hacemos ya la reforma o no servir¨¢ para nada", les dijo en su intervenci¨®n inicial. Esto es, el objetivo es frenar los ataques que puedan venir en las pr¨®ximas semanas. En todo momento se traslad¨® la idea del momento dram¨¢tico que vive Espa?a.

El candidato se esforz¨® en convencer a todos, aunque en la ofensiva contra los cr¨ªticos cont¨® con el apoyo de varios diputados, entre ellos los negociadores Txiki Benegas y Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, y otros como ?lvaro Cuesta, Dani Fern¨¢ndez, Juan Moscoso, ?scar L¨®pez, Jes¨²s Membrado, Antonio Hurtado, Pedro S¨¢nchez, Jes¨²s Cuadrado, Fernando Moraleda y Francisco Vallejo.