El PSOE se justifica: no hab¨ªa otra opci¨®n

Casi nada es ya normal en el Congreso. En teor¨ªa, quedan a¨²n tres meses para las elecciones, el PSOE sigue en el Gobierno y el PP en la oposici¨®n. Pero un observador que hubiera asistido sin esas referencias al debate ayer sobre la toma en consideraci¨®n de la segunda reforma constitucional en 33 a?os, la primera de calado, tal vez no habr¨ªa llegado a esa conclusi¨®n.

Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, portavoz del PP, tan euf¨®rica como todo su grupo con esta inesperada baza electoral, prepar¨® un discurso de partido de Gobierno, con algunos gui?os a CiU. Jos¨¦ Antonio Alonso, portavoz del PSOE, defendi¨® la reforma frente a las cr¨ªticas de la izquierda casi como si el PP ya estuviera al frente del Ejecutivo. "Establecer esta regla en la Constituci¨®n no supone reducir el gasto social. Eso depender¨¢ de la evoluci¨®n de la econom¨ªa y de las decisiones de quien gobierne. Nosotros hemos mantenido el gasto social", lleg¨® a decir, pr¨¢cticamente avanzando la l¨ªnea de oposici¨®n al PP.

Duran y sus nueve diputados no votaron en se?al de protesta

Antonio Guti¨¦rrez fue el ¨²nico socialista que rompi¨® la disciplina

Mientras, los minoritarios sacaron toda su artiller¨ªa contra la reforma, contra los mercados, contra el PSOE y contra el PP, cuya llegada al Gobierno ya se da por descontada en la C¨¢mara. Los nacionalistas lanzaron discursos muy duros, especialmente Josep Antoni Duran (CiU), preparando tal vez lo que se presume como una compleja batalla contra el PP por lo que ellos definen como "ansias recentralizadoras".

En alg¨²n momento del debate, por el tono y el contenido, parec¨ªa m¨¢s bien que el Congreso hab¨ªa vuelto al 2000, con la mayor¨ªa absoluta de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Es algo, esa victoria aplastante del PP, que muchos diputados en los pasillos, de todas las bancadas, ven muy probable. La inc¨®gnita es qu¨¦ har¨¢ Rajoy con esa mayor¨ªa absoluta, si finalmente la consigue.

La situaci¨®n pol¨ªtica es tan extra?a, con una especie de sensaci¨®n generalizada de que todo el pescado est¨¢ ya vendido mucho antes de las elecciones, que algunos diputados, especialmente de la izquierda, se desga?itaban intentando que la sesi¨®n no fuera lo que realmente fue: un tr¨¢mite. Consumado en un pleno extraordinario de agosto que fue bastante r¨¢pido, que no cont¨® con los primeros espadas en la tribuna -ni Zapatero, ni Rajoy, ni Rubalcaba- y que se resolvi¨® con una votaci¨®n sin sorpresas en la que solo un diputado, Antonio Guti¨¦rrez, en la bancada del PSOE, rompi¨® finalmente la disciplina y vot¨® en contra.

El Grupo Socialista, con llamadas expresas de Gaspar Llamazares (IU) y Rosa D¨ªez (UPyD) para que votaran en conciencia y se rebelaran, funcion¨® como un bloque, despu¨¦s del trabajo de su direcci¨®n y del propio Rubalcaba, que se esforz¨® hasta la madrugada del lunes por convencer uno a uno a los cr¨ªticos. La votaci¨®n fue, pues, muy tranquila: 318 a favor, 16 en contra y 2 abstenciones. Solo UPN se sum¨® al PSOE y al PP a favor de la admisi¨®n a tr¨¢mite. Zapatero, en pasillos, destac¨® el "enorme sentido de la responsabilidad" del PSOE.

Incluso la manifestaci¨®n organizada por el 15-M cerca del Congreso, en la plaza de Neptuno, pareci¨® de tr¨¢mite, con un centenar de personas.

La reforma recibi¨® varapalos dial¨¦cticos dur¨ªsimos de todos los partidos. Pero especialmente simb¨®licos fueron los de Duran y Llamazares que, seg¨²n recordaron, pertenecen a dos fuerzas que estuvieron en el pacto constitucional, al contrario que el PNV, ERC o el BNG. Duran, muy molesto con la bancada popular, lleg¨® a decirles: "Si fuese por algunos diputados, ni siquiera existir¨ªa la Constituci¨®n", en referencia al rechazo de parte de AP, madre del PP. Dijo que la reforma es para CiU "una ruptura del proceso constituyente" y, en un gesto in¨¦dito en este grupo, en vez de abstenerse, no vot¨®, ley¨® el peri¨®dico mientras se produc¨ªa la votaci¨®n y ning¨²n diputado suyo apret¨® el bot¨®n. Llamazares y otros diputados de la izquierda trataron de presionar a los socialistas, les acusaron de estar hundiendo definitivamente a la izquierda, pero fue in¨²til.

Y a pesar de todo, el debate fue muy clarificador. Alonso, el portavoz del PSOE, no ocult¨® en ning¨²n momento el motivo por el que se hace la reforma: la presi¨®n de los mercados. El diputado socialista, que se esforz¨® especialmente en contestar a IU, rival electoral del PSOE, insisti¨® una y otra vez en que si el Gobierno ha tomado esta decisi¨®n es precisamente para evitar que esa presi¨®n obligue a hacer m¨¢s recortes. Su mensaje era claro: no hab¨ªa otra opci¨®n. Alonso explic¨® que esto ya lo hizo Alemania, y en breve lo har¨¢n Francia e Italia, para evitar las presiones de los mercados, que fueron muy intensas en agosto y podr¨ªan volver en oto?o. "No hay peor sordo que el que no quiere o¨ªr, se?or Llamazares, le digo que las tensiones en los mercados han llegado a un l¨ªmite que pone en riesgo las pol¨ªticas sociales. Esta es la realidad".

Mientras, S¨¢enz de Santamar¨ªa trat¨® de sacarle todo el jugo a la decisi¨®n de Zapatero de acercarse a las posiciones que hab¨ªa defendido el PP. Y present¨® a su partido, que hasta ahora hab¨ªa rechazado todas las medidas impopulares planteadas por el Gobierno, como una fuerza con sentido de Estado. "Esta reforma devuelve a Espa?a un papel de liderazgo, es una contribuci¨®n a la estabilidad del euro. En tiempo de grandes debates, Espa?a responde con un gran acuerdo muy bien recibido por la opini¨®n publica". Lo cierto es que en el electorado del PP esta reforma no supone ning¨²n problema. Es en la izquierda donde llegan las cr¨ªticas y la petici¨®n de un refer¨¦ndum, que ya ha recogido 100.000 firmas en internet. Ni Alonso ni S¨¢enz de Santamar¨ªa hicieron ninguna menci¨®n a este asunto, y eso que varios diputados de los minoritarios les exigieron que explicaran por qu¨¦ se niegan a ese refer¨¦ndum.

Nada parece indicar que la izquierda pueda llegar a los 35 diputados necesarios para pedir un refer¨¦ndum. Por eso, ERC promovi¨® un boicot a la reforma. Otro gesto, pero la decisi¨®n est¨¢ tomada, y en 15 d¨ªas, ejecutada. El viernes, el siguiente tr¨¢mite: otra votaci¨®n en el Congreso.