Localizados en cuatro d¨ªas 500 furtivos en las r¨ªas de Ferrol y A Coru?a
500 mariscadores ilegales, expulsados en solo cuatro d¨ªas de A Coru?a y Ferrol
La crisis econ¨®mica intensifica la acci¨®n de los furtivos en las r¨ªas gallegas. En algunas, como las de O Burgo y Ferrol, gravemente castigadas por la contaminaci¨®n, los que esquilman los bancos marisqueros sin permiso se cuentan por centenares cada d¨ªa. Desde el d¨ªa 27 de agosto, el Servicio de Gardacostas ha interceptado a m¨¢s de 500 personas en estas dos r¨ªas, todas bien equipadas para extraer el marisco sin autorizaci¨®n. El patr¨®n mayor de A Coru?a, Manuel Cao, lleva tiempo denunciando que en las aguas de O Burgo ya no hay molusco de talla legal, a pesar de que en grandes ¨¢reas de la r¨ªa la extracci¨®n est¨¢ prohibida debido a la presencia de bacterias coliformes y biotoxinas nocivas para la salud.
Quintana: "Es un problema econ¨®mico, social, ambiental y de salud p¨²blica"
Las cifras de incautaciones y decomisos de la Conseller¨ªa de Mar concuerdan con el sentir de las cofrad¨ªas. "El furtivismo se est¨¢ incrementando de manera importante. Es una responsabilidad de la ciudadan¨ªa no comprar estos productos por cauces ilegales", reclama la responsable de Mar, Rosa Quintana, que ayer hizo p¨²blicos los ¨²ltimos y alarmantes datos sobre la extracci¨®n ilegal de marisco en las r¨ªas. La conselleira de Mar reconoce adem¨¢s que la situaci¨®n desborda a su departamento. "Solo con los medios de la Administraci¨®n no es posible acabar con el furtivismo", afirma.
Entre enero y julio de 2011 subi¨® el n¨²mero de delitos, pero tambi¨¦n los kilos de marisco decomisado por la Polic¨ªa y el Servicio de Gardacostas en controles de carretera, plazas de abasto, restaurantes o supermercados. Si en los primeros siete meses del a?o pasado se requisaron 27.024 kilos de especies como la almeja babosa y jap¨®nica, pulpo, centollo, n¨¦cora, merluza o caballa, en el mismo per¨ªodo de 2011 los decomisos se duplicaron: este a?o fueron 58.565 kilos. Suben tambi¨¦n el n¨²mero de inspecciones, 9.480 hasta julio de este a?o, en contraposici¨®n con las 8.969 de 2010. "Estamos trabajando de manera muy coordinada y esto est¨¢ dando sus frutos", se felicita Quintana, a pesar de el incremento de la acci¨®n furtiva le parece "sumamente preocupante". La conselleira se ha comprometido a seguir luchando para que el furtivismo sea tipificado como delito penal. A los sorprendidos extrayendo marisco de forma ilegal se les impone una sanci¨®n administrativa.
La cantidad de ¨²tiles de furtivos incautados en los ¨²ltimos siete meses, 17.814, es ligeramente inferior a la del a?o pasado en las mismas fechas, 18.075. Rosa Quintana insiste en que uno de los objetivos de su Conseller¨ªa es paralizar la llegada del marisco recogido sin autorizaci¨®n a los puntos de venta y establecimientos de restauraci¨®n. "Nos encontramos ante un problema econ¨®mico, social y medioambiental, pero tambi¨¦n de salud p¨²blica", recuerda la conselleira. Las r¨ªas de A Coru?a, Ferrol, Corcubi¨®n, Corme y Laxe y Baiona tienen zonas cerradas al marisqueo por la presencia de toxinas, da?inas para la salud. Lo mismo ocurre con el producto procedente de las zonas catalogadas como C, tambi¨¦n objeto de los furtivos. Esta clasificaci¨®n proh¨ªbe la venta directa del molusco y atiende a la cantidad de bacterias fecales presentes en el intestino del animal, causantes de enfermedades gastrointestinales. Al furtivo detenido a principios de agosto con 119 kilos de almejas y berberechos de la r¨ªa de O Burgo -una de esas zonas C- se le imputa ahora un delito contra la salud p¨²blica.
Unas 2.264 inspecciones se realizaron en restaurantes y supermercados, los ¨²ltimos eslabones de una cadena que se refuerza gracias a la organizaci¨®n, en ocasiones sofisticad¨ªsima, de la que disponen los furtivos. La subida del desempleo tampoco ayuda. "La situaci¨®n de crisis en otros sectores hace que la gente acuda al mar para intentar conseguir un ingreso o incluso alimentos", reconoce la conselleira, que calcula que cada furtivo puede hacerse con tres o cuatro kilos de marisco en tan solo una hora. "No puedo decir que me sienta satisfecha", recalca. Una lucha distinta es la que Quintana asegura estar librando para conseguir un aumento de la cuota para la captura de bacaladilla, tras la reducci¨®n impuesta por la UE. La incautaci¨®n de ocho toneladas de esta especie en un barco de Ribeira el lunes demuestra, seg¨²n la conselleira, que "hay abundancia de recursos en los caladeros".
"Evitar que entren"
"Lo que hay que hacer es insistir en las medidas preventivas, evitar que entren". Manuel Cao, patr¨®n mayor de la cofrad¨ªa de A Coru?a, conoce bien las maneras de los furtivos, pero tambi¨¦n las deficiencias que, a su entender, lastran todo intento de sacarlos de las r¨ªas. "Pedimos que en las mareas bajas haya una patrulla de la Guardia Civil para vigilar. Si la bajamar es a las diez, que est¨¦n desde las ocho. Si se hace eso, se acaba con el furtivismo en la r¨ªa de O Burgo", sostiene. Cao se queja de que cuando llegan los efectivos de Gardacostas los furtivos ya est¨¢n en la arena, esquilmando los bancos.
O Burgo lleva casi cinco a?os cerrada al marisqueo, pero eso no ha impedido que los mariscadores sin autorizaci¨®n hayan extra¨ªdo molusco de la zona. "Por contaminaci¨®n no es, porque si no hubiera muerto tambi¨¦n la cr¨ªa", argumenta Cao refiri¨¦ndose la escasez de marisco de talla legal que queda en la r¨ªa, el principal motivo por el que el p¨®sito coru?¨¦s se opone al plan de reinstalaci¨®n de molusco anunciado por la Conseller¨ªa de Mar.
Las cifras ofrecidas por Quintana han provocado las cr¨ªticas del PSdeG, cuya portavoz de Pesca, Marisol Soneira, acaba de presentar una pregunta para su respuesta en comisi¨®n sobre los recursos que la Xunta dedica a la erradicaci¨®n del furtivismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.