"Roman es como un ni?o"
Kate Winslet cuenta su experiencia junto al realizador durante el rodaje de 'Un dios salvaje', basada en la pieza teatral de Yasmina Reza - Polanski no viaj¨® al certamen
"Roman Polanski no est¨¢ para gilipo... bueno, no quiero decir palabrotas, digamos que no quiere perder el tiempo". As¨ª resum¨ªa Christoph Waltz, sonrisa de oreja a oreja, la filosof¨ªa del director francopolaco en el marco de un encuentro privado con la prensa a la que tuvo acceso este diario. Un dios salvaje, su ¨²ltimo trabajo, pudo verse ayer en Venecia, donde fue recibida con una prolongada salva de aplausos. Comparec¨ªan en el encuentro con los medios Kate Winslet, John C.Reilly, la autora del texto original, Yasmina Reza, y el mencionado Waltz. Ausentes Polanski y Jodie Foster (la otra protagonista), los dos por otros empe?os, los actores se repartieron el trabajo.
"Roman me llam¨®, me encant¨® el guion y lo hice. Creo que todos aceptamos por el mismo motivo: un gran guion y Roman Polanski", dec¨ªa Winslet, con un perfecto vestido negro. La actriz, que se presenta en el festival por triplicado (la serie Mildred Pierce, Un dios salvaje y Contagion, de Steven Soderbergh), est¨¢ estos d¨ªas haciendo la marat¨®n: "?Lo m¨¢s divertido de la pel¨ªcula? La qu¨ªmica que enseguida establecimos entre nosotros. Creo que hasta Roman se sorprendi¨® de ver c¨®mo nos acostumbramos los unos a los otros; estoy convencida de que si la pel¨ªcula funciona ser¨¢ precisamente por eso... ah, y lo otro fue lo del v¨®mito. Esa secuencia fue incre¨ªble: los de efectos especiales me pusieron una cosa azul en el cuello y despu¨¦s conectaron un tubo que me llegaba desde la espalda al cuello. Aun as¨ª tuve que retener cierta cantidad de l¨ªquido en la boca. Cuando rodamos, aquello empez¨® a funcionar como un surtidor y no solo yo, sino tambi¨¦n Jodie, quedamos empapadas: el pelo, el cuello, el escote... ten¨ªamos v¨®mito por todas partes. Y quiero aclarar que el que decidi¨® la receta del v¨®mito, qu¨¦ ingredientes lo formaban, fue el propio Polanski. ?l fue el que mejor se lo pas¨® con el asunto, es como un ni?o", cont¨® la actriz brit¨¢nica con carcajada final incluida.
"Estoy contenta con el guion y feliz con la pel¨ªcula", dijo Yasmina Reza
La cosa deriv¨® despu¨¦s hac¨ªa los hijos de los presentes. ?Qu¨¦ har¨ªan ellos si -como sucede en la pel¨ªcula de Polanski- su hijo tuviera un problema importante en el patio del colegio? "Yo les ir¨ªa a visitar a la c¨¢rcel", dijo Waltz con la cara torcida y entre las risas de la concurrencia. "Mis hijos son perfectos, perfectos... perfectos, he dicho", a?adi¨® con litro y medio de cinismo John C. Reilly.
Winslet, m¨¢s seria, quiso dejar claro que sus hijos tienen exactamente los mismos problemas que todos los dem¨¢s, independientemente de que sus padres sean famosos: "Mis hijos son personas normales, ni?os normales, que juegan en patios normales y que tienen sus propias preocupaciones. A veces la gente cree que nuestros hijos no sufren ni tienen problemas y eso no es cierto".
Waltz y Winslet reconocieron luego que vieron la pel¨ªcula terminada hace tres semanas en Par¨ªs y que estaban "muy felices" del resultado. "Roman utiliza una c¨¢mara, rueda en orden cronol¨®gico y trabaja con una calma fant¨¢stica, ha sido una experiencia magn¨ªfica", remataba Waltz, luciendo barba rubia tirando a blanca, no se sabe si por exigencias del guion (de otro libreto). Yasmiza Reza utiliz¨® una sola vez el turno de palabra para explicar: "El trabajo con Roman ha sido muy f¨¢cil, estoy muy contenta con el guion y feliz con la pel¨ªcula". Ah¨ª qued¨® su aportaci¨®n, breve pero intensa.
Finalmente, un informador pregunt¨® a Kate Winslet si despu¨¦s de dos matrimonios fracasados a¨²n segu¨ªa creyendo en la citada instituci¨®n (por supuesto, el plumilla encontr¨® la manera de conectar la pel¨ªcula con la pregunta). La respuesta de la Winslet fue un cl¨¢sico inconfundible: "No comment".
Madonna lanza besos, pero se estrella en el Lido
No ha ca¨ªdo de pie Madonna en el Lido: su segunda propuesta como directora de una obra de ficci¨®n cinematogr¨¢fica ha enfurecido a algunos, dormido a otros y despistado al resto. Llegaba Madonna Ciccone con ganas de probar que a su contrastado talento para la m¨²sica pod¨ªa unir un s¨®lido proyecto visual y se ha topado con el muro de la realidad: W.E. es una obra ya no menor, sino irrisoria. Su intento de revisar la esencia del amor partiendo de su obsesi¨®n por la historia de Eduardo VIII, que abdic¨® tras enamorarse de una divorciada estadounidense llamada Wallis Simpson, se queda en agua de borrajas.
Madonna trata de crear una din¨¢mica presente-pasado en la que mostrar al espectador la vigencia de aquella historia. El problema es que el pasado no funciona y el presente, tampoco: "Quer¨ªa tratar de entender por qu¨¦ este hombre renunci¨® a su trono, a su poder, por amor. Quer¨ªa encontrar una respuesta y eso es lo que me llev¨® hasta esta historia, lo que me atrajo de ella", dec¨ªa la artista de Michigan nada m¨¢s llegar a la conferencia posterior a la proyecci¨®n para la cr¨ªtica de su filme, que se cerr¨® con sonoros abucheos.
La cantante sigue a sus 53 a?os sentada en la cima del mundo, y precisamente de eso hablaba la que seguramente fue la pregunta m¨¢s interesante de toda la rueda de prensa, un encuentro con largas pausas, desinter¨¦s general y caras de hast¨ªo entre los periodistas: "?Si renunciar¨ªa a mi trono por un hombre o una mujer? No creo que tuviera que renunciar a nada: podr¨ªa tener ambas cosas", dijo la diva sin asomo de cinismo. Vest¨ªa la rubia de blanco y negro, crucifijo al cuello, sonrisa por todo lo alto, con la seguridad -se supone- que da saber que cuenta a los fans por millones: "Me identifico con ella en el sentido de que cuando eres una celebridad de repente solo saben ciertas cosas de ti y eso es todo lo que quieren saber. No te permiten nada m¨¢s".
Babelia
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