Aguirre saca a la polic¨ªa auton¨®mica del ba¨²l

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, celebr¨® ayer la vuelta al trabajo con el amago de crear una polic¨ªa auton¨®mica ante la, a su juicio, "inacci¨®n" de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con las acampadas de los indignados del 15-M y con los manifestantes de la marcha laica. Aguirre recoge as¨ª el testigo del secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, que el martes pasado anunci¨® que su partido se planteaba pedir al Ejecutivo una polic¨ªa auton¨®mica como medio para "restablecer el Estado de derecho" si la Delegaci¨®n del Gobierno no garantiza el orden y la seguridad.

La medida, lejos de ser nueva, es una vieja reivindicaci¨®n de la presidenta del Gobierno regional. Una suerte de amenaza recurrente para convertirse en protagonista de la escena pol¨ªtica y reavivar el populista debate sobre seguridad en tiempos de precampa?a.

Camacho rechaza la propuesta y defiende la labor de los agentes en Sol

El Ministro del Interior, Antonio Camacho, respondi¨® ayer que el planteamiento de crear una polic¨ªa auton¨®mica "no es de recibo" en momentos en que se est¨¢ "poniendo en peligro la educaci¨®n y la sanidad". Camacho defendi¨® los criterios de "prudencia y responsabilidad" de los agentes y record¨® que el dispositivo de la puerta del Sol fue mixto: cont¨® con polic¨ªas nacionales pero tambi¨¦n municipales.

En 2003 Esperanza Aguirre, que entonces concurr¨ªa por primera vez a la presidencia de la Comunidad de Madrid, declar¨®: "Estoy absolutamente decidida a volcarme en la seguridad. Quiero hacer de Madrid la comunidad m¨¢s segura de Espa?a y para ello no descarto ning¨²n medio", incluyendo la creaci¨®n de una polic¨ªa auton¨®mica. Entonces, al igual que ahora, la puesta en marcha de un cuerpo de seguridad auton¨®mico implicaba acometer un cambio del Estatuto de Autonom¨ªa que permitiera al Gobierno regional contar con unas fuerzas del orden propias.

La ambiciosa promesa de hacer de la regi¨®n la m¨¢s segura de Europa se qued¨® en la puesta en marcha, en mayo de 2004 -165 d¨ªas despu¨¦s de ganar las elecciones auton¨®micas-, de un descafeinado cuerpo, las Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid (Bescam), que tuvieron que ser reformuladas varias veces para mitigar el rechazo que suscitaron no solo entre la oposici¨®n sino tambi¨¦n dentro del Gobierno nacional del PP. Tanto que el que fuera ministro del Interior, ?ngel Acebes, rechaz¨® que agentes de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Nacional se integraran en las Bescam.

Las nuevas brigadas se convirtieron en una especie de polic¨ªa local subvencionada por la Comunidad y gestionada por los Ayuntamientos para los municipios de m¨¢s de 25.000 habitantes. Una iniciativa fallida que se ha convertido en un quebradero de cabeza m¨¢s para la fr¨¢gil financiaci¨®n de los gobiernos locales, que desde 2009 tienen que sufragar parte de los gastos derivados del servicio como la gasolina de los veh¨ªculos o el coste de los uniformes.

Ante el fracaso de la propuesta, Aguirre rescat¨® otra vez en 2005 la creaci¨®n de una polic¨ªa adscrita al Gobierno regional como una de las tres nuevas competencias, junto a la gesti¨®n de Cercan¨ªas y la divisi¨®n de la regi¨®n en 12 circunscripciones electorales, a incluir en el nuevo estatuto auton¨®mico.

En ese momento el PP asegur¨® que los agentes adscritos tendr¨ªan por objeto combatir la violencia machista, los delitos medioambientales y realizar tareas de polic¨ªa de barrio. Ahora la polic¨ªa auton¨®mica que reclama Aguirre pretende frenar las protestas de los indignados como hicieran los Mossos d'Esquadra en Catalu?a.

Pero, una vez m¨¢s, el anuncio de la presidenta es una pirueta. Si el pasado mes de mayo, a dos semanas de la cita electoral del d¨ªa 22, proclam¨® que fomentar¨ªa la daci¨®n en pago (entregar la vivienda para cancelar la hipoteca), esta vez defiende un cuerpo que responda con mano dura a los indignados. En ambos casos la propuesta se queda en palabras porque el Estatuto de Autonom¨ªa de la Comunidad de Madrid no contempla la existencia de una polic¨ªa aut¨®noma. Tampoco tiene las competencias en materia hipotecaria.