Temporales de por vida, parche y no soluci¨®n
El Gobierno da v¨ªa libre al encadenamiento de contratos, en un bandazo sobre sus objetivos de hace un a?o - El temor a una extinci¨®n masiva de contratos lleva a ahondar en un mercado de trabajo dual
Atentos. ?Qu¨¦ es lo que tienen en com¨²n estas dos afirmaciones? "Preferimos tener a un trabajador temporal antes que a un parado" y "limitar la contrataci¨®n temporal no da?a el empleo". Aunque sean una cosa y su contraria, ambas frases han sido pronunciadas por un ministro de Trabajo. Y los dos eran del Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero.
La primera sentencia sali¨® de los labios de Valeriano G¨®mez el pasado viernes, tras el Consejo de Ministros Extraordinario que aprobaba la supresi¨®n hasta 2013 de la norma que obliga a que los contratos temporales se transformen en fijos tras dos a?os de vigencia. Y la otra, la segunda, es anterior. La pronunci¨® su predecesor, Celestino Corbacho, cuando hace un a?o y dos meses se aprob¨® la reforma laboral cuya prioridad era "reducir la dualidad, segmentaci¨®n y temporalidad de contrataci¨®n", para lo cual se "restringe el encadenamiento de contratos y se pone un tope de tres a?os a los de obra y servicio" (las dos modalidades m¨¢s extendidas y, hasta entonces, sin l¨ªmite temporal de duraci¨®n), seg¨²n el otrora ministro de Trabajo.
Desde la reforma laboral de 2010, la temporalidad subi¨® del 25% al 25,5%
Adecco: "Esto no incentiva el empleo, pero s¨ª mantiene el pr¨®ximo a terminar"
Economistas apoyan un contrato indefinido ¨²nico, menos precario
La tasa de temporalidad apunta a cifras desproporcionadas
"Decepciona saber que me espera otro contrato igual", dice una afectada
La sucesi¨®n de cambios en la norma desconcierta a las empresas
Hace un a?o, el objetivo era corregir la desigualdad de protecci¨®n entre el empleo indefinido y el temporal, y los economistas propon¨ªan incluso un contrato ¨²nico. Ni tan fijo ni tan precario. Al final, tras una reforma laboral que no satisfizo a ninguna de las partes, se deja v¨ªa libre a la temporalidad. Medida de emergencia, pero no soluci¨®n estructural.
"Despu¨¦s de que todos los interlocutores sociales parec¨ªan haber entendido que uno de los grandes males del mercado laboral espa?ol era la dualidad contractual y que hab¨ªa que recortar la temporalidad, viene el Gobierno con estas medidas que solo redundar¨¢n en una mayor precariedad para los j¨®venes, que son a los que el desempleo est¨¢ atacando con mayor virulencia", manifiesta sorprendida la catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, Sara de la Rica, autora del observatorio laboral de la crisis de la Fundaci¨®n de Estudios Aplicados (Fedea).
Tal bar¨®metro no refleja en absoluto, igual que los datos oficiales, que un a?o despu¨¦s de la reforma laboral en nuestro mercado de trabajo se haya reducido la dualidad. M¨¢s bien al contrario. Hace un a?o, los empleados temporales rondaban el 25% del total de trabajadores espa?oles. El resto eran indefinidos. Hoy los temporales ya superan el 25,5%. Eso a pesar de que el mercado laboral ha menguado, con cerca de cinco millones de personas en el paro, un mill¨®n m¨¢s que entonces.
Puede que por eso el decreto de medidas urgentes para la promoci¨®n del empleo de los j¨®venes, que entr¨® en vigor el pasado mi¨¦rcoles, se justifique as¨ª: "En la actual coyuntura la regla, lejos de fomentar la contrataci¨®n indefinida, puede estar produciendo efectos indeseados de no renovaci¨®n de contratos temporales y afectando negativamente al mantenimiento del empleo".
"El Gobierno teme el aumento del paro que se le viene encima. Tiene la certeza de que los empresarios no van a convertir contratos temporales en indefinidos en la situaci¨®n actual y, en consecuencia, tiene miedo a que muchos temporales sean despedidos si no se les permite el encadenamiento (casi infinito) de contratos temporales", opina De la Rica.
"El momento es delicado desde el punto de vista de la contrataci¨®n. La supresi¨®n del l¨ªmite a la concatenaci¨®n de contratos no va a incentivar el empleo, pero s¨ª va a mantener trabajos temporales que estaban pr¨®ximos a su vencimiento. El oto?o va a ser muy duro", apoya Santiago Soler, secretario general de Adecco.
Lo cierto es que, tanto antes como ahora, los contratos temporales son un caladero de irregularidades, precisamente uno de los problemas que pretend¨ªa erradicar la reforma laboral. Las empresas no se atreven, con la crisis econ¨®mica sin despejar y la falta de confianza en el futuro, a convertir a los temporales en fijos cuando llega el momento. Si les transforman en indefinidos, en caso de despido, la tarifa sube considerablemente. Les obliga a 33 d¨ªas de indemnizaci¨®n por a?o trabajado.
Mar¨ªa, nombre figurado de la empleada de una empresa de servicios que trabaja para Renfe que prefiere mantener su anonimato, es un ejemplo. A sus 32 a?os, est¨¢ a punto de cumplir tres a?os de antig¨¹edad. Desde entonces, su empleador le ha hecho contratos por obra de tres meses, de seis, de sustituci¨®n por excedencia, por baja maternal... La ha despedido para luego contratarla y as¨ª dejar de pagarle las vacaciones... "No llevo la cuenta de todos los contratos que me han hecho, mientras compa?eros que entraron a la vez que yo ya est¨¢n fijos", dice. Pero esa inseguridad le pesa menos que la del paro. Coincide con Valeriano G¨®mez: "Prefiero estar como temporal a estar parada". Mar¨ªa reconoce que la norma aprobada por el Gobierno ha sido un jarro de agua fr¨ªa. "Es decepcionante. Ahora s¨¦ que cuando me venza el contrato, me espera otro temporal. La nueva ley es el libre albedr¨ªo para las empresas", afirma.
Mario, otro nombre figurado, de 36 a?os, lleva 11 contratado por obra y los seis ¨²ltimos para una misma empresa del sector audiovisual que le contrata y le despide cuando est¨¢n a punto de vencer los dos a?os por los cuales pasar¨ªa a ser indefinido en su compa?¨ªa. ?l considera que la norma le va a afectar de dos maneras: "Voy a tener trabajo porque la empresa no tendr¨¢ que despedirme y dejarme seis meses en el paro antes de volverme a contratar para cumplir la norma, cuando tiene trabajo que encargarme. Pero no s¨¦ si a los 67 a?os podr¨¦ percibir la pensi¨®n de jubilaci¨®n puesto que, aunque haya trabajado como un empleado fijo, he cotizado mucho menos". Tiene pocas perspectivas de abandonar las filas del empleo temporal. La otra alternativa, dice, es empezar de cero en un empleo sin cualificaci¨®n y con un sueldo de 800 euros mensuales.
"A las compa?¨ªas la supresi¨®n del encadenamiento nos da mayor flexibilidad", mantiene Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez, director de recursos humanos de Qualytel Arvato, una empresa de servicios de atenci¨®n telef¨®nica del Grupo Bertelsmann, que emplea a 5.500 trabajadores, de los cuales solo el 35% son indefinidos. "Pero las reformas laborales tienen que pensarse en profundidad. No deben basarse en el despido o la contrataci¨®n precaria", sostiene.
Para Salvador del Rey, catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo y presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas, adem¨¢s de asesor de la CEOE durante el di¨¢logo social, que el Gobierno haya decidido suspender los l¨ªmites a la contrataci¨®n temporal, lanzar un nuevo contrato de formaci¨®n y aprendizaje y fomentar el contrato de fomento de la contrataci¨®n indefinida (solo un 0,8% de los contratos que se han efectuado este a?o, cuando los temporales representan el 91%, seg¨²n CC OO), son iniciativas que van en la buena direcci¨®n. Aunque, al aprobarse individualmente, tendr¨¢n una eficacia limitada. "El segundo problema es que, en vez de realizar un cambio sistem¨¢tico y global, se modifican las normas una y otra vez, con el consiguiente desconcierto para las empresas y sus gestores de los departamentos de recursos humanos", a?ade.
Del Rey considera que el prop¨®sito de reducir la temporalidad "no se ha conseguido con la reforma y el Gobierno est¨¢ seguro de que, si va a haber contrataci¨®n de aqu¨ª a final de a?o, esta ser¨¢ temporal, con lo que prefiere intentar que la realidad sea legal en vez de ilegal. Ahora corremos el riesgo de pasar a un sistema con un ¨ªndice desproporcionado de contrataci¨®n temporal", agrega.
Del Rey y Soler est¨¢n de acuerdo en que el nuevo contrato para la formaci¨®n y el aprendizaje puede hacerse un hueco en el mercado laboral espa?ol y reintroducir en el empleo a j¨®venes no cualificados a los que la construcci¨®n cobij¨® durante el boom y luego releg¨® al paro. Un convenio destinado a personas entre 16 y 25 a?os, pero que para iniciar su andadura el Gobierno ha preferido ampliarlo temporalmente (tambi¨¦n hasta 2013) hasta los 30 a?os.
No es la versi¨®n que consideran los sindicatos, que una vez m¨¢s han acusado al Gobierno de precarizar el empleo. "La duraci¨®n m¨¢xima del contrato es excesiva. Al concluir su periodo formativo estos trabajadores tendr¨ªan 33 a?os. Con ¨¦l se va a limitar la posibilidad de acceder a contratos estables a una gran cantidad de personas", recoge CC OO en su an¨¢lisis de la norma reci¨¦n aprobada, en la que su mayor cr¨ªtica se la lleva la concatenaci¨®n de contratos temporales: "Resulta chocante que para promover la estabilidad en el empleo se permita el encadenamiento de contratos temporales. Es decir, que para que haya m¨¢s contratos indefinidos, se posibilite que un trabajador desempe?e de forma temporal un mismo trabajo durante m¨¢s tiempo".
?C¨®mo erradicar la tendencia creciente del trabajo eventual? Los expertos lo tienen claro. "Con una alternativa real al contrato temporal. Con un contrato indefinido nuevo cuyo coste del despido sea mucho m¨¢s barato que el actual, pero que permita a los j¨®venes ser contratados de modo fijo sin estar necesariamente abocados al despido, como est¨¢n actualmente los empleados temporales", manifiesta la catedr¨¢tica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco.
Salvador del Rey es de la misma opini¨®n: "Necesitamos un contrato indefinido que d¨¦ seguridad a la empresa. Un contrato directo. No como el de fomento de la contrataci¨®n indefinida, que genera problemas de gesti¨®n en las compa?¨ªas, puesto que a los empleados altamente cualificados a los que se les ofrece lo rechazan por ser de segunda categor¨ªa respecto al empleado indefinido ordinario. Hay que unificar el contrato indefinido en uno solo".
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