Indignaci¨®n y pensamiento
Ante la crisis de la izquierda, Fernando Vallesp¨ªn propone en EL PA?S del 2 de septiembre de 2011 abandonar la indignaci¨®n como pasi¨®n humana y ponerse a pensar.
Me permito recordar que un pensador como Arist¨®teles (?tica a Nic¨®maco) no encontraba ninguna incompatiblidad entre la indignaci¨®n y el pensamiento. M¨¢s bien al contrario, consideraba que las virtudes ¨¦ticas son fundamentales para el buen gobierno de la polis, y encontraba que la indignaci¨®n era una de ellas: un justo medio entre los vicios.
La virtud de indignarse nos alejar¨ªa del vicioso extremo por defecto consistente en la malignidad, propia de aquel que ante la prosperidad inmerecida de algunos de sus semejantes no opusiera indignaci¨®n; y, por otro lado, nos alejar¨ªa tambi¨¦n del vicioso extremo por exceso consistente en la envidia, propia de aquel que ante la prosperidad inmerecida de algunos de sus cong¨¦neres s¨®lo deseara convertirse en ellos mismos.
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