El galgo y la liebre corren juntos
Wiggins, impulsado por Frome, elimina a Purito y Nibali en La Farrapona donde gan¨® Taaramae
Asistir a clase. Lo importante es pasar la lista, llegar a tiempo, antes de que el maestro toque la campana y cierre la puerta del aula. Si pierdes el autob¨²s, te ponen falta. Da igual que sea atravesando las preciosas monta?as asturianas que en las llanuras de las mesetas. Nibali y Purito Rodr¨ªguez perdieron el bus, se durmieron en la ascensi¨®n a La Farrapona y cuando alcanzaron el dintel de la meta resulta que los m¨¢s aplicados ya hab¨ªan llegado y estaban en el vestuario o haciendo declaraciones. Ambos dijeron ayer adi¨®s a la Vuelta, que les llamaba a gritos como primeros de la clase, como los sabihondos del grupo y, sin embargo, cuando el maestro Wiggins les hizo una pregunta se quedaron mudos.
Matx¨ªn decidi¨® que De la Fuente ayudara a Cobo. No quer¨ªa un plato sino todo el men¨²
En realidad, en vez del maestro titular ingl¨¦s, fue el interino keniano Froome el que les exigi¨® una respuesta inesperada. Nada nuevo, porque la liebre y el galgo corren juntos. No hab¨ªan estudiado. Purito recul¨®, Nibali se qued¨® m¨¢s atr¨¢s, apoltronado en el sill¨ªn y sin aliento, consumando la desgracia italiana que hab¨ªa comenzado en el minuto 26 cuando Scarponi se baj¨® de la bici y dijo adi¨®s a la carrera. Renqueante, doliente, decidi¨® dormir en casa y esperar tiempos mejores. Nibali lleg¨® a la meta, pero cuando Froome puso el turbo en el grupo de los elegidos se embeles¨® con la belleza del parque natural de Somiedo y, sudoroso, mir¨® el paisaje.
Se esperaba el ataque de Purito, se esperaba su pen¨²ltima bala, aunque fuera como Di¨®genes con la l¨¢mpara buscando la salida en el t¨²nel de la clasificaci¨®n. Pero Froome tambi¨¦n lo liquid¨® con un par de vistazos malencarados. Purito no aguant¨®. Purito no est¨¢ bien. Y todo el trabajo de su equipo, se fue a pique.
Nada. Ambos perdieron 2m 06s en meta frente a Taaramae, el estonio del Cofidis que se aprovech¨® de su fuerza y de las t¨¢cticas de equipo. El Geox llevaba a De la Fuente junto a ¨¦l, cuando se sab¨ªa que ambos llegar¨ªan a la meta. Pero atac¨® Cobo, intentando no ya ganar la etapa sino la Vuelta y el director, Matx¨ªn, decidi¨® que De la Fuente se descolgara de la escapada y esperase a su jefe de filas para intentar rascar m¨¢s y m¨¢s segundos a los favoritos para el triunfo final. El Geox no quer¨ªa un plato sino el men¨² entero. Taaramae agradeci¨® la invitaci¨®n y se fue para la meta pisando pedal mientras De la Fuente met¨ªa el freno para esperar a su compa?ero. Una situaci¨®n extra?a, en la que un ciclista quiere ir hacia adelante y otro hacia atr¨¢s. El tiempo dir¨¢ si Matx¨ªn acert¨® o se lamentar¨¢ de haber perdido la posibilidad de ganar una etapa de tron¨ªo. Cierto que Cobo ahora es cuarto en la general a 55 segundos de Wiggins. Cierto que tal como est¨¢ la Vuelta de loca, cualquier cosa puede pasar. Cierto que David de la Fuente no durmi¨® bien ayer por la noche rumiando lo que pudo haber sido y no fue por t¨¢cticas globales. Esa fue una carrera. Por detr¨¢s se jugaba otra. Los lugare?os del valle de Somiedo restaban dureza al infernal recorrido que se anunciaba en la primera incursi¨®n en Asturias. "La Farrapona no es para tanto", dec¨ªa un nacido y criado en la Pola de Somiedo. "Son m¨¢s peligrosos los descensos que los ascensos". Tres ciclistas lo comprobaron: Kroon, Vanmarcke y Caruso. Trompazos singulares descendiendo el puerto de La Ventana y de San Lorenzo. El resto funcion¨® sin sobresaltos. Con cuidado, a sabiendas de que todo se jugar¨ªa en la parte final de la ¨²ltima ascensi¨®n. "Son siete kil¨®metros, pero tampoco es para tanto", dec¨ªa una lugare?a, antes de que el pelot¨®n escribiera la historia de este puerto por primera vez ascendido en la Vuelta.
Fueron muchas guerras. Una escapada multitudinaria a poco de salir, que se va deshilachando poco a poco. Taaramae y De la Fuente, como dos buenos colegas, que se dan palmetazos en el sill¨ªn, que se animan, que se ayudan, se van para adelante, mientras por detr¨¢s Dani Moreno ejerce de can¨ªbal y rompe el pelot¨®n para ir devorando los cad¨¢veres de aquellos 17 intr¨¦pidos. En mitad de la comida, se le atragantan Bruseghin e Intxausti a los que alcanza y con los que va junto a otros comensales m¨¢s an¨¦micos en busca del postre: alcanzar a De la Fuente y Taaramae para hollar La Farrapona.
Por detr¨¢s, hay otras cuestiones en juego. Purito pega dos destellos, pero apenas iluminan la cueva un instante. Nibali, ni eso. El aire lo pone Froome, el amigo keniano de Wiggins que le quita el viento y le gu¨ªa en la carretera. Va haciendo sangre y desangrados se quedan Nibali y Purito, y Fuglsang y Kessiakoff, sin que Wiggins haya vistom¨¢s que el culo de Froome.
Hasta que Cobo se harta y tira p'alante, en busca de su compa?ero De la Fuente. Era el ataque del d¨ªa. Cobo, un outsider, dinamitaba la carrera por su escasa distancia con el l¨ªder. Algo inesperado que le lleva al cuarto puesto de la clasificaci¨®n, tras conseguir 40 segundos (distancia y bonificaci¨®n) respecto al l¨ªder. ?Pero hay algo previsible en esta Vuelta? Quiz¨¢s Wiggins...
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