Dictaduras irreformables
Ben Ali dur¨® apenas un mes. Mubarak ni siquiera. Las guerrillas del Consejo Nacional de Transici¨®n han necesitado medio a?o para echar a Gadafi. Los tunecinos y los egipcios consiguieron liberarse de sus tiranos sin disparar un tiro. Los libios empezaron pac¨ªficamente, pero enseguida la protesta se convirti¨® en una insurrecci¨®n, que recibi¨® la cobertura a¨¦rea de una coalici¨®n internacional liderada por la OTAN, gracias a una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad.
Ahora le toca a Siria desembarazarse de su tirano, Bachar el Asad. La ca¨ªda de Gadafi es un est¨ªmulo para los sirios y un mensaje de des¨¢nimo para los partidarios del r¨¦gimen. Hay noticia de deserciones entre los militares de conscripci¨®n. Puede haberlas tambi¨¦n dentro del r¨¦gimen. El ministro iran¨ª de Exteriores, Ali Akbar Salehi, ha pedido a Asad que atienda las demandas leg¨ªtimas de su pueblo, y Hassan Nasrallah, el l¨ªder del poderoso partido chiita liban¨¦s Hezbol¨¢, tambi¨¦n quiere que se apresure con las reformas para aplacar las protestas. Las barbas del vecino, ya se sabe.
Cada pieza de domin¨® tiene sus peculiaridades. T¨²nez no jugaba un papel estrat¨¦gico, pero dio el empuj¨®n inicial. El peso geoestrat¨¦gico de Egipto es enorme, y por eso su ca¨ªda dio el mayor impulso a la oleada. Libia tiene petr¨®leo, instrumento de chantaje, de corrupci¨®n y de blindaje policial y militar. Siria es doblemente estrat¨¦gico, por su conexi¨®n chiita con Ir¨¢n y por su guerra fr¨ªa con Israel, con el radicalismo palestino de por medio.
Asad est¨¢ todav¨ªa m¨¢s blindado que Ben Ali, Mubarak y Gadafi, puesto que su r¨¦gimen ha hecho ya la sucesi¨®n familiar. Estuvo en el punto de mira de Washington en la ¨¦poca del eje del mal y lo super¨® sin las piruetas y payasadas del l¨ªder libio derrocado. Ahora, a pesar de la represi¨®n letal contra su poblaci¨®n, ha conseguido que las sanciones internacionales lleguen lentamente y en algunos casos todav¨ªa no hayan llegado. Cuenta con una diplomacia eficaz, buenos padrinos en Mosc¨² y tent¨¢culos en muchos pa¨ªses, Espa?a sin ir m¨¢s lejos.
Todos estos apoyos se van debilitando. Turqu¨ªa, anta?o pa¨ªs aliado, ahora es el que m¨¢s presiona entre sus vecinos. La idea de que en Damasco se produzca un vac¨ªo de poder suscita un mismo y enorme v¨¦rtigo a los enemigos jurados que son Ahmadineyad y Netanyahu. Una Siria en transici¨®n inducir¨ªa a la revuelta en Ir¨¢n y situar¨ªa en una dif¨ªcil posici¨®n a Israel en sus fintas para evitar la creaci¨®n del Estado palestino.
Asad finge que escucha. ?Ped¨ªan reformas? Ha levantado el estado de emergencia, anunciado varias reformas legislativas incluyendo el reconocimiento del pluripartidismo y decretado tres amnist¨ªas. Humo de pajas todo, acompa?ado de una represi¨®n todav¨ªa m¨¢s dura, que demuestra el valor del reformismo en este tipo de reg¨ªmenes instalados en el crimen.
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