La 'sharia' aflora en la transici¨®n libia

Las dictaduras tunecina y egipcia toleraban cierto margen de maniobra a partidos opositores, por testimonial que fuera su presencia en la vida parlamentaria. Libia es un erial institucional. Dedicados durante seis meses a derrocar a Muamar el Gadafi y a persuadir a los dirigentes occidentales para que se devuelvan los capitales incautados al tirano, los l¨ªderes de la sublevaci¨®n han iniciado la andadura pol¨ªtica. La transici¨®n comienza con un calendario encaminado a establecer un sistema democr¨¢tico en un plazo de 18 o 20 meses, tras la ratificaci¨®n popular de la nueva Constituci¨®n. Una tarea complicada para una sociedad habituada a la fuerza bruta y carente de cultura pol¨ªtica. El presidente del Consejo Nacional de Transici¨®n (CNT, el Gobierno de los sublevados), Mustaf¨¢ Abdel Yalil, anunci¨® ayer que la semana entrante viajar¨¢ a la capital desde Bengasi. "Libia una, y Tr¨ªpoli nuestra capital", rezaban los lemas de los insurgentes desde el primer d¨ªa de la revuelta, en febrero. Es hora de ponerse manos a la obra en la pol¨ªtica.

El presidente del nuevo Ejecutivo dejar¨¢ Bengasi para instalarse en Tr¨ªpoli

El proceso arrancar¨¢ con una Declaraci¨®n de Liberaci¨®n que exige la captura o muerte del d¨¦spota, todav¨ªa fugitivo y amenazante. A partir de esa declaraci¨®n, y del establecimiento en Tr¨ªpoli de un Gobierno interino, los libios elegir¨¢n en el plazo de ocho meses una Conferencia Nacional con la misi¨®n de redactar una Constituci¨®n, que ser¨¢ sometida a refer¨¦ndum, y de nombrar un Gobierno interino. El CNT se disolver¨¢ entonces y comenzar¨¢ el desarme de los rebeldes. Una vez aprobada la nueva Ley Fundamental por mayor¨ªa de dos tercios, en un t¨¦rmino m¨¢ximo de cuatro meses, la Conferencia Nacional emitir¨¢ la legislaci¨®n electoral y seis meses despu¨¦s se celebrar¨¢n elecciones generales que contar¨¢n con la presencia de observadores de Naciones Unidas. Punto final a la transici¨®n.

Aunque todo est¨¢ por decidir, el programa esbozado por el CNT establece que Libia es un Estado con el islam como religi¨®n oficial y la sharia como fuente principal de la legislaci¨®n. Un aspecto que no provoca ning¨²n rechazo en una sociedad profundamente conservadora y donde los sentimientos religiosos -durante cuatro d¨¦cadas de dictadura- han aflorado con enorme vigor. Por lo dem¨¢s, el plan describe un Estado homologable a las democracias europeas. Se garantizar¨¢n la igualdad ante la ley, las libertades de expresi¨®n, de manifestaci¨®n y de formaci¨®n de partidos y organizaciones; se proteger¨¢n los derechos de las minor¨ªas, y se prohibir¨¢ la discriminaci¨®n por razones ideol¨®gicas, ¨¦tnicas, religiosas y de g¨¦nero o filiaci¨®n tribal.

Abdulrazak Mujtar, miembro del Consejo, comentaba a este diario que "la Conferencia Nacional P¨²blica ser¨¢ elegida por el pueblo". Pero m¨¢s all¨¢ de esta precisi¨®n, todo son interrogantes. "No sabemos si el sistema ser¨¢ presidencialista o parlamentario. Eso ha de decidirse cuando se redacte la Constituci¨®n", a?ad¨ªa el dirigente. Tambi¨¦n se ignora qu¨¦ partidos concurrir¨¢n a los comicios. En T¨²nez fue ilegalizado el Reagrupamiento Constitucional Democr¨¢tico, el partido del aut¨®crata Ben Ali, pero hab¨ªa grupos activos y En Nahda, el partido islamista clandestino reprimido con dureza, pero de indudable implantaci¨®n. En Egipto, el Consejo Supremo Militar manda, pero otras formaciones tienen tradici¨®n, y los Hermanos Musulmanes son tambi¨¦n muy influyentes. En Libia hay que fundar los partidos.

Con certeza nacer¨¢ alguno islamista, y muchos de otras tendencias. Pero hasta la fecha son pol¨ªticos liberales quienes encabezan la transici¨®n y disfrutan del apoyo del mundo. El primer ministro, Mahmud Yibril, dise?¨® reformas liberales en los ¨²ltimos a?os del r¨¦gimen gadafista hasta que abandon¨® hastiado; el titular de Finanzas y Petr¨®leo, Ali Tarhuni, ha ense?ado Econom¨ªa durante d¨¦cadas en EE UU; el responsable de Infraestructuras, Ahmed Yehani, ha servido 30 a?os en el Banco Mundial...

A la pol¨ªtica, sin embargo, preceden urgencias inaplazables que afronta Tr¨ªpoli. Cientos de hombres y mujeres -en filas separadas- hac¨ªan cola a las puertas de los bancos para cobrar salarios devengados desde hace medio a?o. Ante la penuria de dinero en met¨¢lico, y a la espera de que las remesas de billetes lleguen desde Londres, donde fueron impresos, el CNT ha decidido limitar los fondos que cada ciudadano puede retirar: 250 dinares, equivalentes a 147 euros.

El desabastecimiento es notorio. Ni un solo restaurante ha reabierto sus puertas; los camiones cisterna circulan por Tr¨ªpoli distribuyendo agua; los trabajadores de las instalaciones petroleras se esmeran para iniciar en 10 d¨ªas la producci¨®n de crudo. Al mismo tiempo, muchos comercios vuelven a atender, el tr¨¢fico se normaliza y la actividad pol¨ªtica ha despegado.