La pr¨®xima frontera de Apple
El gigante tecnol¨®gico entra de lleno en la batalla por captar clientes en el mundo de la empresa
La adopci¨®n en masa de tel¨¦fonos y tabletas interactivas no solo est¨¢ cambiando a un ritmo de v¨¦rtigo los h¨¢bitos de comunicaci¨®n y acceso a informaci¨®n del consumidor. Tambi¨¦n est¨¢ transformando la manera en la que las empresas invierten y usan la tecnolog¨ªa. Una arena dominada por Microsoft, Oracle, SAP o BlackBerry, en la que tambi¨¦n busca fortuna Apple.
El mundo corporativo es la nueva frontera para potenciar ingresos. Basta con fijarse en los comentarios de los ejecutivos de la empresa con sede en Cupertino en las conferencias con analistas cuando presentan resultados. Dan m¨¢s y m¨¢s cifras para mostrar la adopci¨®n de sus dispositivos m¨¢s all¨¢ del mercado de consumo de masas. Para muchos en Wall Street no pasa inadvertido.
El iPhone se usa ya en el 91% de las compa?¨ªas de la lista Fortune 500
Los ordenadores Mac fueron asociados durante d¨¦cadas con el mundo audiovisual y del dise?o gr¨¢fico, por la arquitectura de las computadoras y por los programas que las hac¨ªan funcionar. Con el lanzamiento del m¨®vil iPhone y, dos a?os despu¨¦s, con la tableta iPad se abri¨® un abanico de posibilidades de uso en el ¨¢mbito empresarial, que demanda compartir datos al instante.
Peter Oppenheimer, director financiero de Apple, estima que el 86% de las 500 mayores empresas de la lista Fortune est¨¢n usando y haciendo pruebas ya con el iPad. Eso fue en el segundo trimestre. En el anterior, la cuota de penetraci¨®n era del 75%. Progresi¨®n que no se ve solo en EE UU; tambi¨¦n a escala internacional, con el 47% de las empresas del Global 500.
"En los 15 meses desde su lanzamiento, hemos visto un uso entre las empresas que nunca podr¨ªamos haber imaginado", dijo el ejecutivo durante la presentaci¨®n de resultados, momento en el que habl¨® de que el iPhone se usa en el 91% de las empresas del Fortune 500 y el 57% del Global 500. Una afirmaci¨®n que se hace evidente cuando uno se fija en los artilugios que llevan los viajeros de negocios en los aeropuertos.
Oppenheimer cit¨® a AXA, Cr¨¦dit Agricole, Nestl¨¦, Dow Chemical, GlaxoSmithKline y Comcast como ejemplos de la integraci¨®n del iPhone en las redes corporativas. En el caso del iPad, habl¨® de que Boston Scientific y Xerox est¨¢n distribuyendo "miles" de tabletas entre sus equipos de ventas y "revolucionando" la manera en la que movilizan a sus clientes.
B¨¢sicamente, las empresas est¨¢n apadrinando los "juguetes" que sus empleados traen al trabajo. Es una arena que domin¨® Research In Motion durante una d¨¦cada con la BlackBerry. Pero en los ¨²ltimos cuatro a?os, cada vez m¨¢s empresas emigran hacia los dispositivos m¨®viles de Apple. Y si se combina con el iPad, se est¨¢n activando m¨¢s tabletas de la manzana que de Android.
Seg¨²n Good Technology, que ofrece servicios de gesti¨®n de dispositivos m¨®viles a un tercio de las empresas de la Fortune 500, el 27% de los aparatos activados en el segundo trimestre fueron tabletas. Y entre ellas, el 95% fueron iPad. Es el reflejo de que los empleados llevan sus propios dispositivos al espacio laboral, sobre todo en servicios financieros y salud. Lowell McAdam, el nuevo consejero delegado de Verizon, puso de relieve esta tendencia hace un a?o, en la conferencia tecnol¨®gica de Barclays. Tambi¨¦n hizo referencia Ron Spears, responsable de soluciones para empresas en AT&T. Y dio cifras: cuatro de cada diez ventas del iPhone eran empresas. Ni McAdam ni Spears ve¨ªan entonces la plataforma Android en esa lucha.
Es una cuesti¨®n de tiempo, en un sector donde las tendencias cambian a la velocidad del salto tecnol¨®gico. El cambio est¨¢ siendo relevante desde el verano de 2008. Ahora las empresas ven el iPhone y el iPad como un "ordenador m¨®vil", con aplicaciones espec¨ªficas para sus trabajadores. Eso cambia la manera en la que se gestiona y acelera la velocidad en la toma de decisiones.
Como se?ala Bob Tinker, consejero delegado de Mobielron, firma que desarrolla programas de gesti¨®n para m¨®viles, el lanzamiento el a?o pasado del iPad est¨¢ llevando el uso de estos dispositivos a otro nivel. Lo mismo piensa Alan Masarek, responsable de QuickOffice, que permite crear y editar documentos de Microsoft Office en m¨®viles.
Oppenheimer explica que esta fuerte demanda corporativa est¨¢ alimentada por aplicaciones exclusivas para cada compa?¨ªa. General Electric, SAP y Standard Chartered tienen sus propios programas para formaci¨®n, seguimiento del capital o gesti¨®n para elevar la productividad de sus empleados. Alaska Airlines y American Airlines lo hacen para quitar papel al personal de vuelo.
La tableta, opina Masarek, era "el eslab¨®n perdido". Junto a Aaron Levie, consejero delegado del box.net, particip¨® recientemente en un panel sobre el uso del m¨®vil en las empresas en el marco de la Conferencia MobileBeat en San Francisco. Y no es que est¨¦n trayendo al trabajo sus dispositivos; adem¨¢s utilizan aplicaciones que atraen el inter¨¦s de los departamentos de tecnolog¨ªa.
Como indic¨® Tinker durante el debate, "se trata de una relaci¨®n m¨¢s adulta entre el empleado y el especialista en tecnolog¨ªa, en lugar de un modelo parental". Pero, como se?alan los expertos, no hay que ver el iPhone como un dispositivo de voz. Su uso invita a mirar hacia sus ordenadores, dotados de un sistema operativo gemelo que integra todo el sistema.
El ordenador m¨®vil tambi¨¦n provoca la siguiente reflexi¨®n entre los empresarios: por qu¨¦ necesito gastar 1.200 d¨®lares en un ordenador port¨¢til cuando en realidad los empleados usan una o dos aplicaciones para hacer su trabajo. Tim Cook, el nuevo consejero delegado de Apple, recuerda que las empresas suelen ser conservadoras en el ¨¢mbito tecnol¨®gico. No solo le llama la atenci¨®n el ritmo de penetraci¨®n del iPad, sino las ¨¢reas de negocio en las que se est¨¢ implantando su uso. Con estos comentarios, y estas cifras, en Wall Street tienen claro que Apple est¨¢ creando la base para ser una potencia tambi¨¦n en el mundo corporativo, aprovechando esa s¨®lida relaci¨®n con el consumidor corriente y creando aplicaciones propias.
El dilema del iPod
Apple empieza a andar sin Steve Jobs. El ¨¦xito reciente de la compa?¨ªa se atribuye a su capacidad de anticipar el gusto del consumidor e innovar sobre lo existente. As¨ª convirti¨® el iPod en un producto de consumo de masas. Y el reproductor digital, lanzado hace 10 a?os, fue adem¨¢s el banco de pruebas de otros dispositivos. Ahora est¨¢ siendo canibalizado por sus sucesores. Las ventas est¨¢n en ca¨ªda libre desde 2008 y ya se encuentran a nivel de oto?o de 2005, mientras el iPhone y la tableta iPad marcan un r¨¦cord tras otro. Aun as¨ª, es un segmento rentable para Apple, con el que se come el 70% del mercado de reproductores digitales. Su amenaza est¨¢ tambi¨¦n en la competencia de dispositivos m¨®viles rivales de HTC o Samsung. El futuro del iPod puede tener un paralelo en el MacBook blanco, relegado por la nueva familia de port¨¢tiles ultraligeros Air cuando los igual¨® en precio. Octubre es el mes en el que se decidir¨¢ el futuro del iPod.
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