Una gran broma urbana

La misi¨®n resultaba aparentemente simple, pero escond¨ªa numerosas sorpresas. Una voz grabada en un archivo descargable dar¨ªa a cada participante una serie de instrucciones que deb¨ªa seguir al pie de la letra por las calles del centro de Bilbao. El punto de encuentro era el atrio del centro cultural la Alh¨®ndiga.

Estas eran las premisas bajo las que el colectivo neoyorquino Improv Everywhere convoc¨® ayer a cientos de ciudadanos a trav¨¦s de la red social Facebook. Muchos aceptaron el reto, titulado Experimento Mp3, y eso que ninguno sab¨ªa qu¨¦ iba a tener que hacer exactamente durante 40 minutos.

Los asistentes, en su mayor¨ªa j¨®venes, aguardaban impacientes, con los cascos puestos y armados con paraguas, las ¨®rdenes del gu¨ªa invisible. A las cinco en punto de la tarde, tal y como se les hab¨ªa indicado, pusieron en marcha sus reproductores de Mp3. "Me hace mucha ilusi¨®n participar en un juego de estos, son muy divertidos y dan la vuelta al mundo", dec¨ªa Natalia Sainz, de 17 a?os, quien hab¨ªa acudido con unas amigas. Y es que el grupo de "bromistas urbanos" Improv Everywhere, fundado en 2001 por Charlie Todd, lleva ya a sus espaldas m¨¢s de 60 "misiones", como denomina a sus propuestas. Su objetivo es, seg¨²n el propio Todd, "crear escenas de diversi¨®n y caos en espacios p¨²blicos".

Los participantes bailaron, pelearon con paraguas e imitaron a los patos en la calle

El grupo quiere "crear escenas de diversi¨®n y caos en espacios p¨²blicos"

Entre otras propuestas, el colectivo logr¨® que centenares de personas viajasen sin pantalones en el metro de Nueva York una ma?ana de abril de 2010. Tambi¨¦n han recreado, siempre apoyados por grandes grupos de personas, escenas de La guerra de las galaxias y han congelado a m¨¢s de 200 personas durante cinco minutos en la Estaci¨®n Central de Nueva York.

Ayer era la primera vez que Improv Everywhere, que ya ha actuado en Espa?a, convocaba una cita en el Pa¨ªs Vasco. "S¨¦ que aqu¨ª la gente tiene fama de t¨ªmida, pero al final las personas son muy parecidas en todos lados", afirmaba Todd poco antes de empezar su performance colectiva.

Esta comenz¨® con todos los participantes rasc¨¢ndose la cabeza, levantando los brazos y estir¨¢ndose. Tras estallar en carcajadas, comenzaron a saltar a la pata coja y a tocar una oreja a la persona m¨¢s pr¨®xima. La voz orden¨® entonces al p¨²blico que se?alase con el dedo d¨®nde queda su casa. para despu¨¦s salir de la Alh¨®ndiga con los paraguas abiertos. La cara de los paseantes ajenos a la experiencia resultaba todo un poema. "?Est¨¢n grabando un anuncio o pel¨ªcula", se preguntaba un hombre boquiabierto.

Antes de llegar a la Plaza Moy¨²a se quedaron congelados durante un minuto. Frente al Museo de Bellas Artes, todos los participantes dibujaron un retrato de sus acompa?antes en un papel para despu¨¦s animar en una cancha de baloncesto pr¨®xima a varios jugadores sin bal¨®n.

Tras imitar a los patos, se enzarzaron en una guerra de paraguas en la que acabaron abatidos. Despertaron al poco y tuvieron que bailar como si vivieran en 2050. Una gran salva de aplausos puso punto y final al experimento.