Steve McQueen desasosiega y Pacino fascina
El protagonista de Shame es un trein-ta?ero neoyorquino que reconoce los c¨®digos de su ciudad y parece sentirse encantado en ella, vive en una casa lujosa de Manhattan, posee un s¨®lido trabajo de ejecutivo, se mueve por bares y restaurantes sofisticados, gusta a las mujeres con las que trata cotidianamente y a las desconocidas con las que se cruza fugazmente en la calle y en el metro, busca continuamente y encuentra sexo en su trabajo, en su ocio y en su intimidad, est¨¢ m¨¢s perdido, angustiado y solo que la una. Ese erotismo que le obsesiona lo consuma a todas horas con la pornograf¨ªa en Internet y en cualquiera de sus variados formatos, recurre sin prisas y sin pausas al cat¨¢logo m¨¢s variado de putas, se masturba en su casa y en el curro, busca t¨ªos en el cuarto oscuro de los garitos m¨¢s promiscuos, es incapaz de mantener una relaci¨®n estable con una mujer por su alergia a compartir emociones. Este urbanita tan atractivo y presuntamente envidiable vive en un infierno de incomunicaci¨®n, se ahoga en la isla que ha elegido, aunque eyacule diez veces al d¨ªa su hambre de sexo le exige m¨¢s y m¨¢s, su adicci¨®n no es un placer liberador, sino que va acompa?ada de un tormento insoportable. La llegada a su casa de una hermana desquiciada que necesita su ayuda y su calor, har¨¢ estallar un volc¨¢n an¨ªmico que siempre ha estado en clandestina ebullici¨®n.
'Shame' vuelve a confirmar el talento expresivo y la morbosa personalidad de 'Hunger'
Resulta muy grato dejarte hipnotizar por la magn¨¦tica personalidad de Al Pacino
Todo ello lo cuenta con est¨¦tica visual muy cuidada, con ambig¨¹edad moral y un opresivo sentido del clima el director ingl¨¦s Steve McQueen (no se asusten, aquel actor legendario y s¨ªmbolo supremo de la virilidad no ha resucitado, es que este director negro y m¨¢s bien orondo lleva el mismo nombre y apellido que Bullit) en Shame, que vuelve a confirmar el talento expresivo y la morbosa personalidad que chorreaba su primera obra Hunger.
Este hombre durante mucho tiempo hizo v¨ªdeos art¨ªsticos y se nota. Su c¨¢mara en ocasiones tiene excesiva vocaci¨®n experimental, algo que en manos de un moderno hueco puede ser irritante pero en su caso utiliza sabiamente ese lenguaje visual para extraer sensaciones. Protagonizada con tanta sobriedad gestual como intensidad an¨ªmica por Michael Fassbender (el excelente Jung en Un m¨¦todo peligroso), es una historia que deja poso, que transmite la amargura, la compulsi¨®n y el pat¨¦tico aislamiento interior de su protagonista, que te revuelve, que te altera turbiamente el ¨¢nimo.
Tambi¨¦n resulta una experiencia muy grata dejarte hipnotizar por la magn¨¦tica personalidad de Al Pacino y de su voz prodigiosa en Wilde Salome, que ¨¦l dirige e interpreta. Al igual que en Looking for Richard, su homenaje a Shakespeare utilizando el nuevo montaje teatral de Ricardo III, en esta ocasi¨®n indaga con pasi¨®n contagiosa en la brillante y progresivamente acorralada existencia de Oscar Wilde, en su esplendorosa obra. Lo hace aprovechando la revolucionaria versi¨®n de Salom¨¦ que Pacino est¨¢ protagonizando en un teatro de Los ?ngeles. Este viaja a Irlanda, a Londres y a Par¨ªs recorriendo con emoci¨®n los lugares en los que pas¨® su transgresora y corta vida Oscar Wilde, buscando autorizados testimonios, huellas y datos, y paralelamente nos describe sus propios miedos, sus dudas y sus obsesiones al escenificar Salom¨¦. Esta pel¨ªcula inclasificable, supone el tributo de un actor grandioso a un autor al que ama, con el que se identifica y al que desea comprender, un documental sobre la creaci¨®n teatral, una reflexi¨®n profunda sobre el arte. Escuchar a Pacino leyendo algunas p¨¢ginas de De Profundis y La balada de la c¨¢rcel de Reading o ver la interpretaci¨®n que hace Jessica Chastain de la mujer que a cambio de un baile volc¨¢nico exigi¨® a Herodes la cabeza del Bautista en una bandeja de plata, otorga un placer enorme a los ojos y a los o¨ªdos.
La pel¨ªcula italiana Terraferma, dirigida por Emanuele Crialese, intenta retratar la tragedia de las pateras, contando la llegada a un pueblo de pescadores de esos desesperados n¨¢ufragos que se juegan la vida huyendo de la miseria que les impone su tierra, la relaci¨®n de algunos de esos emigrantes con una familia que les ha dado refugio provisional a pesar de su miedo y sus prejuicios es tambi¨¦n intencionada como previsible. Nada resulta molesto en esta pel¨ªcula concienciada, humanista y sentimental, pero tampoco hay nada que apasione.
Babelia
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