La rabia adolescente y la crisis de la mediana edad

A mediados de los noventa, un buen pu?ado de posadolescentes hu¨¦rfanos tras la muerte de Kurt Cobain buscaron cobijo en el punk-pop californiano, en la estela abierta por Green Day y The Offspring. Poco importaba que los or¨ªgenes y motivaciones de esta ¨²ltima banda del soleado Orange County fueran muy distintos de los de Nirvana: la alternancia de ramalazos guitarreros y medios tiempos ricos en melod¨ªas vocales (en canciones como Self Esteem) bastaron para situar su ¨¢lbum Smash (1994) muy arriba (vendieron m¨¢s de doce millones de copias). Despu¨¦s llegar¨ªan cinco discos m¨¢s, todos ba?ados en platino u oro. Ahora The Offspring vuelven a Espa?a (tocar¨¢n el viernes en el festival Rock in Way de Galicia y el s¨¢bado en el EnVivo de Getafe). Y adem¨¢s anuncian nuevo ¨¢lbum, el primero desde 2008.

Holland: "Me cuesta pensar que hayan pasado 20 a?os desde 'Nevermind"

"Llevamos trabajando desde hace casi dos a?os. Estamos cerca. Hemos grabado mucha m¨²sica y ahora es el turno de las voces y las letras. Deber¨ªa estar listo en un par de meses y publicarse otro tanto despu¨¦s". Bryan Keith, Dexter, Holland (Garden Grove, California 1965), l¨ªder de The Offspring, responde al otro lado del tel¨¦fono poco antes de saltar al escenario en el primer concierto de su gira europea, en Suiza. Queda conjurado, pues, el s¨ªndrome Chinese Democracy (en referencia al ¨¢lbum que la banda Guns n' Roses tard¨® eones en alumbrar).

Holland ha padecido esa "est¨²pida presi¨®n de la grabaci¨®n", que tiene mucho que ver con los engranajes de la industria, a menudo propios de una churrer¨ªa; pero matiza: "A m¨ª me gusta hacer discos, meterme en el estudio y crear canciones".

Guerra, amenazas al medio ambiente, deshumanizaci¨®n... La Am¨¦rica neocon de George W. Bush fue el caldo de cultivo de su ¨²ltimo ¨¢lbum de estudio (Rise and Fall, Rage and Grace, 2008). El nuevo trabajo de la banda ser¨¢ una vuelta de tuerca sobre los males que aquejan al g¨¦nero humano. "En 2007 y 2008 pens¨¢bamos que las cosas estaban especialmente mal en el mundo, pero es que ahora todo est¨¢ mucho m¨¢s jodido. Uno no sabe por d¨®nde empezar a escribir, la verdad".

Si no hay contratiempos, el nuevo elep¨¦ ver¨¢ la luz 20 a?os despu¨¦s de su primer disco con Epitaph, Ignition, y tambi¨¦n 20 a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de Nevermind, de Nirvana. "?Vaya!", reacciona Holland al o¨ªr la cifra redonda de las dos d¨¦cadas: "Me cuesta pensar que hayan pasado 20 a?os, la verdad. Para m¨ª es como si fuera ayer. Desde luego ¨¦ramos muy fans. Me parece incre¨ªble adem¨¢s porque nosotros [en esta gira] vamos a tocar canciones de esos tiempos: Come out and play (que es de 1994) y otros temas que la gente disfruta. Al p¨²blico le gusta todo el repertorio, y eso es muy gratificante".

Punk mel¨®dico, contundente, pero a ratos tambi¨¦n con un indiscutible ingrediente de fiesta playera nocturna con hoguera y bongos... "Bueno, es que eso es justo lo que hac¨ªamos nosotros para divertirnos", r¨ªe Holland. Esa mezcla entre l¨²dica y rabiosa es lo que vienen a ofrecer a sus fans patrios: "No s¨¦ si la gente lo sabe, pero en Espa?a el p¨²blico est¨¢ loco".