Blair, ¨ªntimo de Murdoch

En marzo de 2010 fueron bautizadas a orillas del r¨ªo Jord¨¢n Grace (nueve a?os) y Chlo¨¦ (ocho), las dos hijas peque?as de Robert y Wendi Murdoch. Aunque ya se sabe que la vida es un r¨ªo que fluye y que, seg¨²n la vieja sentencia, nadie se ba?a dos veces en sus mismas aguas, la idea de que la ceremonia se realizara en tan remoto lugar respond¨ªa al af¨¢n de la pareja por compartir con Jes¨²s el mismo lugar donde recibi¨® el sagrado sacramento. De paso, invitaron a algunos amigos. La reina Rania puso su elegancia al servicio de tan noble causa, y los actores Nicole Kidman y Hugh Jackman oficiaron de padrinos, tal como reflej¨® en su d¨ªa la revista Hello!

Pero hab¨ªa otros dos protagonistas secretos: Tony y Cherie Blair. Lo ha contado Wendi Murdoch en una entrevista a Vogue. El ex primer ministro brit¨¢nico, laborista, fue el padrino de bautizo de Grace, mientras las estrellas de Hollywood lo eran de Chlo¨¦. Wendi ha aprovechado la ocasi¨®n para contar que Blair y su mujer iban los dos vestidos de blanco: "Muy guapos".

Amistades peligrosas o afinidades electivas? Seguramente, las dos cosas al mismo tiempo. Se ha hablado mucho del peso que tuvieron los medios de Murdoch en el ascenso de Blair al poder. En 1994 se convirti¨® en l¨ªder del Partido Laborista y, tres a?os despu¨¦s, se instal¨® en Downing Street. Entre una fecha y otra, fue invitado por Murdoch a dar una conferencia en Australia. Tuvieron que congeniar tanto en aquella ocasi¨®n que, poco despu¨¦s, tanto The Sun como The Times, las dos cabeceras m¨¢s influyentes del empresario en Reino Unido, cambiaron de color pol¨ªtico y, tras abandonar su tradicional apoyo a

los conservadores, se rindieron ante el empuje de aquel joven laborista.

Todav¨ªa entonces Blair era la gran figura de esa nueva izquierda que probaba a seducir a las clases medias y que, incluso, coqueteaba con los m¨¢s poderosos. La factura que Murdoch le pas¨® por su apoyo se tradujo en el crecimiento de su poder medi¨¢tico en Reino Unido. Ahora que el esc¨¢ndalo de las escuchas le han obligado a cerrar News of the World, Blair ha permanecido mudo. Ni una palabra sobre el periodismo basura. Su opci¨®n est¨¢ clara: vestir de blanco en un bautizo y mirar hacia otra parte.