Regreso (autom¨¢tico) a la Luna
La misi¨®n Grail explorar¨¢ el interior del sat¨¦lite con dos veh¨ªculos gemelos
La NASA ha retomado, en los ¨²ltimos a?os, la exploraci¨®n cient¨ªfica lunar, que apenas se inici¨® con Apolo, un programa m¨¢s volcado en los viajes de los astronautas que en conocer a fondo el sat¨¦lite natural de la Tierra. El regreso a la Luna, esta vez con naves autom¨¢ticas, se vuelca ahora en la investigaci¨®n, aunque, por supuesto, la informaci¨®n que se vaya adquiriendo ser¨¢ imprescindible cuando se decida enviar otra vez astronautas all¨ª. Una nueva misi¨®n lunar, la Grail, est¨¢ lista para partir ma?ana desde la base de Cabo Ca?averal (Florida) con el objetivo de desentra?ar c¨®mo est¨¢ hecha la Luna por dentro midiendo con alt¨ªsima precisi¨®n las variaciones de su campo gravitatorio. Para este trabajo, los cient¨ªficos e ingenieros han ideado una peculiar misi¨®n formada por dos naves autom¨¢ticas gemelas (pr¨¢cticamente id¨¦nticas) que trabajar¨¢n en la Luna conjuntamente.
El lanzamiento est¨¢ previsto para ma?ana y la misi¨®n durar¨¢ 82 d¨ªas
Un sistema especial medir¨¢ las precisas variaciones del campo gravitatorio
La misi¨®n Grail (Gravity Recovery and Interior Laboratory) "desvelar¨¢ los misterios que la Luna esconde en su interior, y lo har¨¢ trazando el mapa gravitatorio m¨¢s preciso que se ha hecho hasta ahora del sat¨¦lite natural terrestre", explican los responsables del proyecto. "Lograremos multiplicar nuestro conocimiento actual de la gravedad lunar por cien, en la cara visible, y por mil en la cara oculta".
Combinando esta nueva informaci¨®n con mapas topogr¨¢ficos de alta resoluci¨®n, los cient¨ªficos podr¨¢n deducir la estructura interna y la composici¨®n de ese cuerpo celeste compa?ero de la Tierra, as¨ª como su origen y evoluci¨®n. La Grail-A y la Grail-B, cada una de unos 300 kilos, partir¨¢n juntas en la punta de un cohete Delta II y, una vez en la ¨®rbita terrestre, se separar¨¢n para iniciar el viaje separadas, pero en paralelo. Llegar¨¢n a la Luna con un d¨ªa de diferencia: el pr¨®ximo 31 de diciembre y el 1 de enero de 2012. Parece mucho tiempo para el viaje de 380.000 kil¨®metros de media (entre 360.000 y 405.000 kil¨®metros dependiendo de la posici¨®n y ¨®rbita lunares) que los astronautas del Apolo cubr¨ªan en tres d¨ªas.
Pero resulta que las Grail siguen una larga trayectoria pasando por el punto de equilibrio gravitatorio Lagrange 1 (entre el Sol y la Tierra), dise?ada para llegar a destino con la m¨ªnima energ¨ªa. Si se aplaza por algo el lanzamiento de ma?ana, las naves pueden partir hasta el 19 de octubre y, variando la trayectoria para recorrer menos kil¨®metros, llegar¨ªan igualmente para final y principio de a?o.
Una vez en la Luna, empezar¨¢n las maniobras de las dos naves para situarse en la posici¨®n de trabajo conjunto que las hace tan especiales. Para medir la gravedad lunar (aproximadamente una sexta parte de la terrestre), la Grail-A y la Grail-B en ¨®rbita (casi polar y a una altura de unos 55 kil¨®metros de la superficie) volar¨¢n separadas por una distancia determinada, que variar¨¢ entre 65 y 225 kil¨®metros. Gracias a unos dispositivos ultrasensibles, la pareja de sat¨¦lites medir¨¢ las min¨²sculas variaciones de esa distancia entre una otra, que se alargar¨¢ y reducir¨¢ precisamente por los ligeros cambios de gravedad cuando sobrevuelen zonas lunares de distinta densidad.
Un sistema de sensores, relojes y transmisores a bordo de la Grail-A y la Grail-B (en esto no son id¨¦nticas) se encargar¨¢n del intercambio de datos entre ellas y la informaci¨®n se ir¨¢ enviando a la Tierra.
Si la Luna fuera una esfera de densidad uniforme no variar¨ªa la distancia entre la Grail-A y la Grail-B en vuelo porque no habr¨ªa cambios en el campo gravitatorio. "Pero all¨ª hay monta?as de varios kil¨®metros de altura, planicies, cr¨¢teres y flujos y canales de lava", explican los expertos de la NASA. Y la estructura interna es m¨¢s compleja a¨²n.
Los cient¨ªficos quieren deducir de los datos de la misi¨®n lo que llaman la evoluci¨®n t¨¦rmica lunar, es decir, c¨®mo se fueron enfriando los distintos materiales de los que se form¨® ese cuerpo y c¨®mo qued¨® una estructura tan desigual al solidificarse.
Est¨¢ previsto que la misi¨®n dure 82 d¨ªas, en los que se suceder¨¢n tres ciclos de trabajo con distancias diferentes entre las dos naves. Al acabar, se enviar¨¢n ¨®rdenes a ambas para que se estrellen en la superficie, en el plazo de unos 40 d¨ªas. Todav¨ªa no se ha decidido d¨®nde. La misi¨®n tiene un coste total, incluido desarrollo, lanzamiento y operaci¨®n, de 500 millones de d¨®lares (unos 350 millones de euros).
Desde que, en 1972, regres¨® el Apolo 17 con los ¨²ltimos astronautas que pisaron la Luna, la NASA no envi¨® ninguna misi¨®n espec¨ªfica hasta 1994, con la peque?a nave cient¨ªfica Clementine de cartograf¨ªa lunar. Luego fueron la Lunar Prospectos (1998) y la Lunar Reconnaissance Orbiter (2009). Adem¨¢s, Jap¨®n, China e India han puesto en marcha sus propios programas, enviando las naves autom¨¢ticas Selene (2007), Chang 1 (2007) y Chandrayaan 1 (2008), respectivamente.
Los que no han vuelto a la cita son los rusos, aunque fue la URSS la pionera, con su nave Luna 2, que impact¨® all¨ª en un cr¨¢ter, y la ¨²ltima que trajo muestras (Luna 24, en 1976).
La NASA tiene ya planeada la pr¨®xima misi¨®n. Ser¨¢ la nave orbital Ladee (Lunar Atmosphere and Dust Environment Explorer) que, adem¨¢s de su funci¨®n cient¨ªfica, servir¨¢ de ensayo de un nuevo dise?o de artefacto espacial estandarizado para hacer misiones r¨¢pidas, flexibles y de bajo coste, tanto de descenso como orbitales, en la Luna y en otros objetos del Sistema Solar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.