Medell¨ªn, ciudad transparente
Si hoy existe una ciudad optimista en el mundo probablemente esta sea Medell¨ªn. Hace apenas una d¨¦cada, la ciudad de Pablo Escobar evocaba la imagen de la violencia m¨¢s cruel de toda Latinoam¨¦rica. Hundida en el negocio del narcotr¨¢fico y desaparecido el Estado, Medell¨ªn dej¨® crecer a una generaci¨®n de j¨®venes en los toques de queda no oficiales y una violencia indiscriminada que asolaba cualquier tipo de lugar p¨²blico. Los chicos de las comunas m¨¢s marginales, aquellos que ni siquiera pod¨ªan ser expulsados al exilio, solo so?aban con las armas de sus hermanos mayores, reclutados ellos por bandas criminales vinculadas a guerrillas y paramilitares por igual. El resultado era una sociedad sumida "en el miedo y en el ruido de las bombas sin que nadie hubiera declarado ninguna guerra", como escribe Juan Gabriel V¨¢squez. En 1991, el peor a?o de la historia de Medell¨ªn, hab¨ªa un promedio de 20 muertes por violencia al d¨ªa.
Todav¨ªa hoy invierte el 40% de su presupuesto p¨²blico en cultura y educaci¨®n y defiende la dignidad de lo p¨²blico
Como en toda Colombia, tantos a?os de estado de excepci¨®n tuvieron como efecto colateral el surgimiento de una potente red de organizaciones sociales que se resist¨ªan a tanta muerte gratuita y trabajaban a favor de los derechos humanos en los barrios de la ciudad. Este movimiento c¨ªvico accedi¨® a la alcald¨ªa de Medell¨ªn en 2004 bajo el nombre de Compromiso Ciudadano. Su conexi¨®n con la realidad m¨¢s dura ayud¨® a cambiar el lenguaje y las prioridades del gobierno local, que decidi¨® apostar por los espacios p¨²blicos y la cultura como mecanismos de integraci¨®n social y pacificaci¨®n. Se recuperaron parques que estaban en manos de los paramilitares y se construyeron las mejores escuelas p¨²blicas y una polivalente red de bibliotecas en los barrios m¨¢s humildes, en sinton¨ªa con el arquitecto Rogelio Salmona cuando afirmaba: "La est¨¦tica de los barrios m¨¢s pobres de la ciudad es tambi¨¦n una ¨¦tica". "La ciudad de los pobres", dec¨ªa el gran urbanista de Bogot¨¢, "debe ser inclusive m¨¢s hermosa que la de los ricos".
Se construyeron proyectos urbanos integrales que mejoraron las condiciones de vida y se consigui¨® multiplicar el uso de teatros, museos y escuelas de m¨²sica gracias a un acceso libre y universal. Se apoy¨® a j¨®venes artistas que a trav¨¦s del hip-hop ofrecieron un futuro distinto a muchos ni?os de la ciudad. Todav¨ªa hoy, Medell¨ªn invierte el 40% de su presupuesto p¨²blico en cultura y educaci¨®n y defiende la dignidad de lo p¨²blico tras a?os de ostracismo y corrupci¨®n. A pesar del repunte de muertes por la guerra entre bandas del ¨²ltimo a?o, ese es el esp¨ªritu del llamado modelo Medell¨ªn que con justicia ha recibido la admiraci¨®n de todo el mundo. Hoy, Ciudad Ju¨¢rez busca respuestas all¨ª.
Uno de los emblemas de la nueva ciudad es el Metrocable, el transporte p¨²blico telef¨¦rico que conecta el centro urbano, en el valle del r¨ªo Medell¨ªn, con dos barrios perif¨¦ricos en los cerros que envuelven la ciudad: Santo Domingo, donde se encuentra el parque biblioteca Espa?a de Giancarlo Mazzanti y Nuevo Occidente. Desde el Metrocable se divisan los efectos positivos de estos a?os de acci¨®n p¨²blica: activas instituciones culturales y deportivas, buena cobertura de alcantarillado y concurridos espacios p¨²blicos cerca de las mismas casas donde antes solo "cu?aban las puertas con los muertos", seg¨²n dec¨ªa una vecina a Jorge Melguizo, uno de los art¨ªfices de la transformaci¨®n y hoy director de la C¨¢tedra Medell¨ªn-Barcelona, dedicada al intercambio de experiencias.
Sin embargo, la perspectiva dominante desde el Metrocable es la de las chabolas donde viven los estratos m¨¢s humildes de Medell¨ªn, as¨ª como otros signos de una pobreza que refleja la profunda desigualdad del conjunto del pa¨ªs. En el momento m¨¢s dulce de su historia reciente, tras la relativa pacificaci¨®n y el despegue de su econom¨ªa, Medell¨ªn ense?a sus miserias sin orgullo pero con la transparencia del que parece comprometido a cambiar la realidad. Pocas ciudades en el mundo, en el inicio de su boom tur¨ªstico, tienen el valor de dignificar de esta manera a sus poblaciones m¨¢s vulnerables. Este reconocimiento y visibilidad de sus realidades m¨¢s inc¨®modas es un s¨ªntoma de valent¨ªa pol¨ªtica y constituye la lecci¨®n m¨¢s interesante y universal del nuevo Medell¨ªn.
Judit Carrera es polit¨®loga
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