La pluma del poeta
Federer, que se medir¨¢ en las semifinales a Djokovic, mantiene vivo el rev¨¦s a una mano, un golpe en retroceso
Hay alertas de coches bomba. Polic¨ªas mastod¨®nticos con sus cascos de antidisturbios, sus metralletas y sus chalecos antibala. Banderas. Sirenas. Guardaespaldas presidenciales. Mientras Michelle Obama, la primera dama estadounidense, visita el Abierto, Nueva York se prepara para este domingo, el d¨¦cimo aniversario de los atentados del 11-S. Sin embargo, los pensamientos del suizo Roger Federer, campe¨®n de 16 grandes, est¨¢n en otra parte. Hoy se mide al serbio Novak Djokovic en las semifinales y como el ¨²nico tenista que le ha ganado sobre la pista (Roland Garros) en los 64 partidos que el n¨²mero uno ha disputado en 2011. Federer necesita la victoria para no cerrar su primer curso sin un grande desde 2003. Tambi¨¦n, para afirmar la vigencia de un golpe herido de muerte: el rev¨¦s a una mano.
"En el futuro, el rev¨¦s a una mano va a ser una cosa muy rara", razona el sueco Mats Wilander, ganador de siete torneos grandes y amante de las estad¨ªsticas: sabe que desde el lunes, cuando Nicol¨¢s Almagro deje de ser el n¨²mero diez, Federer ser¨¢ el ¨²nico tenista del top 10 con ese tiro, que en el ¨²ltimo lustro solo ¨¦l gan¨® grandes con ese arma y que en el siglo XXI, la ¨¦poca de los gigantes y los grandes pegadores, ¨²nicamente el argentino Gaudio, el brasile?o Kuerten y Albert Costa lograron eso, venciendo sobre la lenta tierra de Roland Garros, donde algo frenados quedaban los ataques de sus rivales.
"La ¨²nica raz¨®n por la que no morir¨¢ ese tiro, la raz¨®n por la que no desaparecer¨¢ como golpe, es el propio Federer", argumenta Wilander mientras apoya su cuerpo contra una pared con la ingravidez de un junco. "Solo hay que pensar en la cantidad de ni?os que quieren jugar como ¨¦l. Ser¨ªa muy triste que ese golpe dejara de utilizarse. T¨¦cnicamente, el rev¨¦s a dos manos no es mejor, pero s¨ª que es m¨¢s f¨¢cil para los ni?os que est¨¢n aprendiendo porque no tienen fuerza para jugar con una sola mano contra los golpes de los contrarios. Les ayuda", concluye el exn¨²mero uno.
"Mi rev¨¦s a dos manos es terrible", se r¨ªe Federer; "no ser¨ªa tan dominante si lo ejecutara as¨ª". "Creo que ese golpe est¨¢ desapareciendo un poco y que es algo desafortunado", prosigue. "Cuando usas el rev¨¦s a una mano, debes variar el juego porque moverse hacia ese lado es totalmente distinto con el rev¨¦s a dos manos o a una. Del mismo modo, hay muchos tenistas hoy que compiten con el rev¨¦s a dos manos y que, aun as¨ª, cambian a una posici¨®n abierta, a una sola mano, cuando resbalan [en posiciones defensivas]. Eso era impensable hace 10 a?os", a?ade; "las cosas han cambiado mucho. Me gustar¨ªa ver m¨¢s reveses a una mano. Los reveses a dos manos que vemos hoy son bonitos, bellos y eficaces". "No s¨¦ lo que le ense?ar¨ªa a un ni?o", cierra reflexivo, quiz¨¢s pensando en cu¨¢nto sufre ¨¦l para dominar con ese golpe las brutales derechas altas de Nadal, llenas de malicia, fuerza y revoluciones.
Djokovic gan¨® al suizo en las semifinales del Abierto de Australia y cedi¨® ante ¨¦l en las de Roland Garros. Hoy, en Nueva York, mientras se pintan en blanco las cifras 9-11-01 sobre el azul de la pista, recordando la fecha de los atentados seg¨²n se ordena el calendario estadounidense (mes, d¨ªa, a?o), se compite bajo el sol aunque todav¨ªa se espere a la lluvia. El n¨²mero uno, tremendo desde el fondo, ya sabe lo que le espera: Federer escribe algunos de sus mejores versos con el rev¨¦s, prodigiosos e inimitables los giros de su mu?eca; robusto el antebrazo para aguantar las acometidas de los gigantes de tremendos golpes planos. Es la pluma del poeta. Tambi¨¦n, su dardo.
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