El Getafe angustia al Madrid
Los blancos resuelven gracias a la pegada y punter¨ªa de sus delanteros un duelo de lo m¨¢s puntiagudo
El segundo turno de la Liga desminti¨® al primero. Al bipartidismo goleador del Bar?a y el Madrid respondieron la Real Sociedad y el Getafe de forma ejemplar. Si los azulgrana se desplomaron tras un arranque fulminante, lo mismo estuvo a punto de sucederle al Madrid en su estadio ante un Getafe desmaquillado por sus ausencias. El equipo de Mourinho tuvo una puesta en escena vigorosa, pero los chicos de Luis Garc¨ªa le hicieron pagar durante muchos minutos su tendencia a comportarse como un conjunto demasiado gaseoso, explosivo por momentos y disperso otros. Fuera o no por el llamado virus FIFA, el Bar?a y el Madrid no fueron el rodillo que se presum¨ªa. El Madrid, al menos, salv¨® los puntos, aupado por Cristiano y Benzema y aliviado por una equivocaci¨®n arbitral, un inexistente penalti de D¨ªaz a CR con 1-1.
REAL MADRID 4 - GETAFE 2
Real Madrid: Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Coentr?o; Di Mar¨ªa (Kak¨¢, m. 71), ?zil (Higua¨ªn, m. 86), Cristiano; y Benzema (Granero, m. 90). No utilizados: Ad¨¢n; Arbeloa, Albiol y Callej¨®n.
Getafe: Moy¨¢; Valera, Cata D¨ªaz, Torres, Masilela; J. Rodr¨ªguez, Lacen, Casquero (Abdel, m. 70); P. R¨ªos (Colunga, m. 81), Miku y Sarabia (G¨¹iza, m. 70). No utilizados: Codina; Albertazzi, Mosquera y Rub¨¦n P¨¦rez.
Goles: 1-0. M. 13. Benzema. 1-1. M. 38. Miku. 2-1. M. 59. Cristiano, de penalti. 3-1. M. 68. Benzema. 3-2. M. 72. Miku. 4-2. M. 87. Higua¨ªn.
?rbitro: Clos G¨®mez. Expuls¨® a Luis Garc¨ªa (m. 84). Amonest¨® Cristiano, Carvalho, Xabi, Casquero, Valera y Torres.
Unos 70.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
El equipo de Mourinho estuvo desordenado, con muchos solistas y pocos mosqueteros
Despeg¨® el Madrid con la exuberancia que le distingue. En¨¦rgico, plet¨®rico, con Cristiano a la corneta y Coentr?o de agitador en todas las zonas del campo. Un tormento para el Getafe, que tard¨® media hora en quitarse el ch¨¢ndal. Cada futbolista de Luis Garc¨ªa iba a rueda del madridista de turno. El Madrid, ya se sabe, tiene poca pausa, un desaliento para sus adversarios. Lo padeci¨® el Getafe, incapaz en el inicio de echar el lazo a los atacantes del Madrid, cuya versatilidad asfixia a los rivales. Benzema no es un ariete convencional y Cristiano parte de una orilla, pero es lo que quiera ser. Son un se?uelo: dentro del ¨¢rea, el portugu¨¦s es m¨¢s depredador; por la periferia, el franc¨¦s es m¨¢s sutil.
Fue Cristiano el primero en probar a Moy¨¢, el portero del Getafe, y precisamente Benzema quien antes emboc¨®. Lo hizo tras una geom¨¦trica jugada entre ?zil, Marcelo y Coentr?o. El alem¨¢n, del que parti¨® la acci¨®n, lleg¨® adonde m¨¢s da?ino es, al ¨²ltimo pase. Benzema defini¨® con contundencia y precisi¨®n. Antes de que el Madrid se agrietara en el tramo final del primer acto, otra vez Benzema fue el protagonista. A un excelente toque suyo lleg¨® Coentr?o a toda pastilla, pero su disparo se desvi¨®. Al instante, a un centro del franc¨¦s desde el costado izquierdo no lleg¨® Cristiano por un flequillo. No hab¨ªa huellas del Getafe, estrangulado por el Madrid y rebajado por sus m¨²ltiples bajas. Hasta que el partido dio un vuelco inesperado.
Confiado ante el curso de la faena, el grupo de Mourinho ech¨® el freno, quiso dar otra cadencia al encuentro. Pero el Madrid no est¨¢ preparado para hibernar. Sin v¨¦rtigo, el equipo se quiebra por el eje; no es un conjunto que quiera abanicar el juego a partir de la pelota; no siempre, como ocurri¨® en La Romareda, todos participan de esa partitura. La distensi¨®n madridista despert¨® al Getafe, que agrup¨® por el centro a Casquero, Juan Rodr¨ªguez y Laccen, siempre en superioridad ante Xabi Alonso y no siempre Coentr?o. El portugu¨¦s tiene recorrido, el propio de un lateral con buen dep¨®sito f¨ªsico, pero en la sala de m¨¢quinas hay que medir los tiempos, interpretar el discurrir del juego, lo m¨¢s conveniente en cada momento. Frente al Getafe, Coentr?o pis¨® m¨¢s el ¨¢rea de Moy¨¢ que la zona de auxilio de Alonso o la de Marcelo, al que casi nunca ayud¨® ante Pedro R¨ªos. Un centro de este peinado por el lateral brasile?o del Madrid se estrell¨® en uno de los postes de Casillas. Un aviso. De inmediato, Miku, sobresaliente toda la tarde en su desigual asalto con Pepe y Carvalho, silenci¨® al Bernab¨¦u. Coentr?o, fuera de sitio, habilit¨® la posici¨®n del venezolano, que no tirit¨® ante Casillas. De repente, el Getafe se vio en el partido.
Con todo un tiempo por delante, el Madrid se encontr¨® con una angustia con la que no contaba. Ni el cartel del Getafe ni el tr¨¢nsito del partido en la primera media hora hac¨ªan presagiar que el Madrid pudiera incomodarse. El gol de Miku turb¨® a los locales e hizo ver al Getafe que Chamart¨ªn no era un simple peaje. Desatado el Madrid, con las l¨ªneas a mucha distancia, el equipo de Luis Garc¨ªa mantuvo el pulso sin necesidad de atrincherarse en su porter¨ªa. Hasta que regresaron al choque los dos protagonistas del inicio: Cristiano y Benzema. Una tijereta de CR sali¨® escupida por el poste y la pelota cay¨® a pies de Coentr?o, otra vez flirteando con el gol, pero al ex del Benfica se le hizo peque?a la porter¨ªa. Al rescate acudi¨® de nuevo Cristiano, que encar¨® a Cata D¨ªaz al borde del ¨¢rea. El argentino lleg¨® tarde, el portugu¨¦s hizo lo suyo por ser enganchado y el ¨¢rbitro puso de su parte. La jugada se produjo fuera del ¨¢rea, pero Clos G¨®mez tuvo mala vista. Un error. CR acert¨® en el penalti y apenas 10 minutos despu¨¦s invit¨® al gol a Benzema con un pase genial. Luego, se la devolvi¨® el franc¨¦s, pero Moy¨¢ acert¨® en el mano a mano con el portugu¨¦s. Antes, Miku hab¨ªa vuelto a acongojar al Madrid con un segundo gol.
Desordenado el equipo de Mourinho, con muchos solistas y pocos mosqueteros, nada que ver con el paso por Zaragoza, el Getafe crey¨® en el posible bingo hasta el final. Luis Garc¨ªa puso de su parte y el equipo concluy¨® sobre el Bernab¨¦u con tres delanteros: Miku, G¨¹iza y Colunga. Se qued¨® a un palmo de imitar a la Real. En el ¨²ltimo instante, Higua¨ªn despej¨® el suspense en una jornada de sufrimiento para los grandes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.