El peso de un apellido
Joakim Noah, cuyo padre es una leyenda del tenis franc¨¦s, se ha erigido en basti¨®n de los Bulls de Chicago y de la selecci¨®n
Neuilly, en el ¨¢rea metropolitana de Par¨ªs, es la poblaci¨®n donde Joakim Noah vivi¨® parte de su infancia. En 1983, dos a?os antes de su nacimiento, su padre, Yannick, se convirti¨® en el primer tenista franc¨¦s, tras casi cuatro d¨¦cadas, en ganar Roland Garros. Cuando ten¨ªa cinco a?os, le llev¨® a jugar a las pistas del Racing Club. Al principio, se divirti¨®, pero la gente empez¨® a detenerse para mirar. Ese d¨ªa, Joakim se prometi¨® que nunca m¨¢s volver¨ªa a jugar al tenis. Y volvi¨® a obsesionarse con el baloncesto, un deporte que ya hab¨ªa practicado cuando, estando en Nueva York, le hab¨ªa acompa?ado a unas canchas de minibasket Patrick Ewing, el famoso p¨ªvot de los Knicks y amigo de su padre.
"Cuando llegu¨¦ a Nueva York pude vivir mi propia experiencia sin ser el hijo de pap¨¢"
Joakim, junto a su madre, Cecilia Rodhe, miss Suecia en 1978, se instal¨® en 1998 en Nueva York, su ciudad de nacimiento. De la mano de su mentor, Tyrone Green, uno de los descubridores de Ron Artest, inici¨® su propio camino en el deporte. Gan¨® dos veces la Liga universitaria con Florida, se afianz¨® en el puesto de p¨ªvot titular de los Bulls de Chicago y, desde este verano, tambi¨¦n en la selecci¨®n francesa.
"Cuando llegu¨¦ a Nueva York", cuenta, "pude vivir mi propia experiencia sin ser el hijo de pap¨¢. All¨ª nadie sab¨ªa qui¨¦n era yo ni qui¨¦n era mi padre. En cambio, en Francia, aunque ganara 10 anillos de la NBA, siempre ser¨ªa el hijo de Yannick Noah". El antiguo tenista y ahora cantante, seg¨²n una encuesta reciente, ha vuelto a ser en 2011 la personalidad preferida por los franceses, por delante del exfutbolista Zinedine Zidane y de la actriz y humorista Mimi Mathy.
Pero Joakim empieza a ser valorado por sus propios logros. Su ¨¦xito individual se ha visto respaldado por el de los Bulls, finalistas en la Conferencia del Este, su mejor resultado desde que se retir¨® Michael Jordan. Ahora, a sus 26 a?os, El Gladiador, como le apodan en la NBA, defiende por primera vez los colores de una selecci¨®n que se enfrenta hoy a Espa?a (17.00, La Sexta) y que ha ganado los siete partidos que ha disputado en el Europeo, el ¨²ltimo, el viernes pasado, ante el anfitri¨®n, Lituania, por 67-73.
Varios contratiempos han retrasado la llegada de Noah a la selecci¨®n. Primero se adujo un problema burocr¨¢tico con su pasaporte franc¨¦s; luego, los Bulls le exigieron que ganara m¨²sculo y resistencia durante el verano -mide 2,11 metros y pesa 105 kilos-; en 2010 no pudo acudir al Mundial porque estaba en plena negociaci¨®n para renovar su contrato con los Bulls, y este verano tambi¨¦n hubo dudas debido al coste de los seguros que tiene que pagar la federaci¨®n francesa a los clubes de la NBA por la cesi¨®n de sus jugadores y que en su caso debe cubrir los cinco a?os de contrato, por los que percibir¨¢ un total de 44 millones de euros.
Sus compa?eros lo han recibido como a un mes¨ªas. Desde que se retir¨® Frederic Weis, el p¨ªvot de 2,17 metros que jug¨® en Espa?a y defendi¨® a Francia con ocasi¨®n de sus dos ¨²ltimas medallas, plata en los Juegos Ol¨ªmpicos de 2000 y bronce en el Europeo de 2005, la selecci¨®n echa de menos un jugador dominante en el interior de la zona. En el Europeo de Lituania, Noah promedia 9,6 puntos y ocho rebotes, pr¨¢cticamente los mismos de Marc Gasol con Espa?a.
"Siempre hemos tenido interiores m¨¢s peque?os que nuestros rivales, pero tambi¨¦n m¨¢s m¨®viles y m¨¢s atl¨¦ticos. Ahora contamos con uno que tambi¨¦n es grande y que, adem¨¢s, es atl¨¦tico y m¨®vil", explica el seleccionador franc¨¦s, Vincent Collet. "Puede desempe?ar un gran papel en el rebote defensivamente. Una presencia que nos falt¨® contra Pau Gasol y Espa?a en los cuartos de final del Europeo de 2009. Pero no hace falta considerar a Joakim como nuestro salvador", avisa el capit¨¢n, Tony Parker.
Noah no se sustrae a la comparaci¨®n con el tenis al explicar su sentimiento cuando viste la camiseta de Francia: "Era muy ni?o, pero recuerdo el orgullo de la gente cuando mi padre [como capit¨¢n] gan¨® en 1991 la Copa Davis, la felicidad que aport¨® aquello. Son momentos que recuerdas toda tu vida. Eso es el deporte. Eso es lo bueno".
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