El 'punk' de The Offspring sacude Getafe
La banda californiana cierra la tercera jornada del festival En Vivo, al que han acudido cerca de 200.000 personas
The Offspring salt¨® al escenario a medianoche. Antes lo hab¨ªa hecho S?ber (y antes Txarrena y antes Kiko Veneno y as¨ª nos podr¨ªamos remontar hasta el primer grupo que abri¨® el festival el jueves, cuando la gente a¨²n estaba cruzando la autov¨ªa o montando la tienda de campa?a). Pero le lleg¨® el turno a la banda californiana de punk, cabeza de cartel del festival, y cuando en mitad de la oscuridad una luz ilumin¨® al rubio Dexter Holland con un micr¨®fono en la mano, la lona azul que cubre el suelo polvoriento comenz¨® a ser pisoteada por miles de pies desquiciados y seguramente el mismo n¨²mero de manos se alz¨® en la noche de Getafe.
El p¨²blico se apeloton¨® tanto en la primera fila que la valla comenz¨® a ceder con la primera canci¨®n y tuvo que ser sujetada por el personal de seguridad para que no se viniera abajo. Cada rato, de tanto empujar, ca¨ªa alguien al otro lado del foso. Lo sacaban a continuaci¨®n por los laterales. "Pensaba que se ca¨ªa, menudo agobio", dec¨ªa una chica con cara de susto. En volandas, segu¨ªan saliendo personas que despu¨¦s atend¨ªa la Cruz Roja. Una treintena en total. Los organizadores se pusieron a repartir agua entre el gent¨ªo mientras Holland entonaba un saludo muy currado: "?Hola, buenas noches, Madrid!". "No te preocupes, esto suele pasar en los grandes conciertos, por eso no dejamos que haya gente en el foso", tranquilizaba el personal del festival.
La gente se agolp¨® tanto en primera fila que una valla empez¨® a ceder
La Cruz Roja tuvo que atender a una treintena de personas
Antes de que anocheciese deambulaban por la explanada chicas en bikini, gente que se cubr¨ªa del polvo con mascarillas, raperos de revista, camisas a cuadros, camisetas negras con nombres de grupos impresas en rojo, otros desnudos o vestidos de Pedro Picapiedra. El cansancio despu¨¦s de tres d¨ªas de fiesta, con conciertos desde las cuatro de la tarde a las seis de la ma?ana, se notaba. Una espacio reservado con puffs y mesitas bajas estaba repleto, se fumaba como si no hubiese prisa, o es que en realidad no la hab¨ªa. Muchos se tumbaron en mitad del recinto, donde se pod¨ªa escuchar a medias uno y otro de los escenarios si se afinaba el o¨ªdo. La cola para sacar dinero del cajero se alargaba durante media hora y una vez que ten¨ªas los billetes en mano hab¨ªa que cambiarlo por la moneda oficial del festival, necesaria para comprar todo menos el tabaco, que se vend¨ªa en las m¨¢quinas de toda la vida. A esas horas los ba?os cercanos al escenario principal se hab¨ªan colapsado y cada cual se las arreglaba como pod¨ªa.
En el camping montado a kil¨®metro y medio del recinto se hab¨ªan encendido velas para iluminar el botell¨®n de los que no ten¨ªan fuerzas para continuar yendo a conciertos. "Me he cansado de divertirme, estoy destrozado. Ha estado muy bien pero me quem¨¦ mucho jueves y viernes y aqu¨ª me tienes, hecho un Cristo", resum¨ªa Sergio, de 23 a?os. El pr¨®ximo a?o se dosificar¨¢ m¨¢s. Su tienda de campa?a parec¨ªa el fumadero de un cham¨¢n. "Mira este", dec¨ªa mientras dejaba ver el interior en el que dorm¨ªa alguien, "habr¨¢ ido a un par de conciertos como mucho, se ha tirado el d¨ªa entero aqu¨ª. No le gustan las aglomeraciones".
La organizaci¨®n de Getafe en Vivo esperaba m¨¢s de 70.000 personas para el ¨²ltimo d¨ªa de conciertos, pero los datos exactos no se conoc¨ªan a ¨²ltima hora porque no se hab¨ªa terminado de contar la taquilla. Los tres d¨ªas han acogido a unas 200.000. Por la tarde se vio en el escenario a Kiko Veneno, el hombre que redescubri¨® el flamenco siguiendo por Estados Unidos a sus m¨²sicos favoritos, como Dylan, actuando de d¨ªa cuando el calor m¨¢s apretaba. M¨¢s tarde, a mitad de concierto, The Offspring le hab¨ªa pillado el gustillo al espa?ol: "?Estos chicos est¨¢n locos!", y comenz¨® a sonar Americana, lo que dio paso al ¨¦xtasis entre los que danzaban sobre la lona azul.
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