En busca del tiempo perdido

Con seguridad, el personal anda mucho m¨¢s preocupado por la agudizaci¨®n de la crisis, el pago de la hipoteca o la subida de impuestos; pero el pacto de sindicaci¨®n de Sacyr (20% del capital) y Pemex (9,8%) en Repsol YPF sigue centrando mucha atenci¨®n en el ¨¢mbito empresarial. Quedan cosas por despejar en este conflicto, que enfrenta a dos de los tres principales accionistas de la petrolera con su presidente, Antonio Brufau, y el tercero, La Caixa (12,5%), como convidado de lujo. Esta entidad, con aquellos dos, forma parte del n¨²cleo duro de accionistas de la compa?¨ªa.

Precisamente, mientras contin¨²an las peleas -con protagonistas colaterales como el expresidente Felipe Gonz¨¢lez, que entr¨® a saco en el asunto sin reparar en su condici¨®n de consejero de Gas Natural, y el ministro de Industria, Miguel Sebasti¨¢n, que le invit¨® a callarse- los tres socios estudian si celebrar una reuni¨®n "cuando sea adecuado" para tratar la situaci¨®n. Hasta la fecha, Isidro Fain¨¦, presidente de La Caixa, y Luis del Rivero, de Sacyr, solo se han saludado una vez, y adem¨¢s vestidos de esmoquin, en una cena de gala.

Ese encuentro, de celebrarse, ser¨ªa una de las posibles llaves para desatascar el enredo y recuperar el tiempo perdido. La duda es cu¨¢ndo se reunir¨ªan, aunque lo l¨®gico es que fuera antes del previsto consejo ordinario del 28 de septiembre. El papel de La Caixa, que en teor¨ªa pierde poder con el pacto, puede ser determinante en asuntos como consensuar el nombramiento de un posible consejero delegado en Repsol, algo que consideran indispensable Sacyr y Pemex y algunos fondos de inversi¨®n, o la postura que adopte si aparece un caballero blanco para ayudar a Brufau a hacer frente a la operaci¨®n. En ese sentido, fuentes cercanas al grupo sostienen que Brufau ha negociado con el grupo italiano ENI, extremo rechazado tajantemente por fuentes de la empresa.

La Caixa, que no tuvo conocimiento de la negociaci¨®n ni del acuerdo hasta que se comunic¨® a la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el 29 de agosto, se ha quedado fuera de la tormenta con la intenci¨®n de sopesar la postura que debe jugar. Hasta ahora, se ha limitado a asegurar que defiende a Repsol como grupo; pero no ha querido meterse, al menos p¨²blicamente, en el pulso de poder que los otros dos accionistas mantienen con Brufau. En el asunto del consejero delegado, La Caixa acostumbra a contar, tanto en la matriz como en sus participadas -entre ellas las compartidas con Repsol, como Gas Natural- con un n¨²mero dos.

A los responsables de La Caixa no les sent¨® nada bien que Sacyr y Pemex les tuvieran in albis, pero tampoco que Brufau, ex director general de la entidad al que esta coloc¨® al frente de la petrolera tras la llegada del PSOE al Gobierno en 2004, no les tuviera del todo puntualmente informados del rumor que le hab¨ªa llegado sobre el pacto ni del viaje urgente que hizo a M¨¦xico para torpedear la operaci¨®n en agosto.

Al respecto, algunas fuentes mexicanas sostienen que Brufau ofreci¨® a Pemex que buscase un pacto con La Caixa en lugar de Sacyr. Fuentes del grupo petrolero espa?ol aseguran que Brufau se traslad¨® a M¨¦xico para enterarse de la verdad en aras a la defensa de los intereses de sus accionistas, y fuentes del entorno del presidente de la compa?¨ªa niegan categ¨®ricamente que Brufau se arrogase la potestad de representar a la entidad financiera y afirman que forma parte de las maldades de Sacyr-Pemex.

Mientras todo se cuece, Brufau no ha querido convocar un consejo extraordinario para que Sacyr y Pemex expliquen el pacto de sindicaci¨®n en vivo. Tampoco parece interesarle a nadie porque as¨ª da tiempo para calibrar posiciones. Aunque el equipo directivo mantiene una posici¨®n en contra de la operaci¨®n; el consejo a¨²n no se ha pronunciado. Existe el precedente del consejo extraordinario que Brufau convoc¨® cuando Sacyr plante¨® elevar el dividendo, quiz¨¢ porque sab¨ªa que saldr¨ªa airoso. Pero esta vez no parece estar por la labor y prefiere esperar al consejo ordinario del 28 de septiembre.