Sarkozy y Cameron se plantan en Libia
Los gobernantes de Francia y Reino Unido improvisan un viaje a Tr¨ªpoli y Bengasi para restar protagonismo a la visita del primer ministro turco Erdogan
Nicolas Sarkozy pisar¨¢ hoy Tr¨ªpoli y Bengasi, convirti¨¦ndose en el primer jefe de Estado que visita la nueva Libia tras la ca¨ªda de Muamar el Gadafi y confirmando as¨ª el recorrido y el giro espectacular de su pol¨ªtica exterior con respecto a los pa¨ªses del Mediterr¨¢neo involucrados en la primavera ¨¢rabe. Este giro abarca desde los titubeos iniciales -cuando no oposici¨®n velada- con respecto a la rebeli¨®n contra el presidente tunecino Zine el Abidine Ben Ali, al apoyo expl¨ªcito en primera l¨ªnea a los insurgentes libios.
Sarkozy se adelantar¨¢ previsiblemente y por un cuerpo al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que ha anunciado tambi¨¦n para hoy su visita Libia, a la que llegar¨¢ previsiblemente esta tarde. Y estar¨¢ acompa?ado del primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, el otro l¨ªder occidental que ha comandado la operaci¨®n militar concebida para desalojar al dictador libio.
El fil¨®sofo Bernard Henri-Levy viajar¨¢ en la comitiva presidencial
Hace casi seis meses, el s¨¢bado 19 de marzo, un solemne Sarkozy anunciaba desde el palacio del El¨ªseo al mundo entero la operaci¨®n militar dise?ada para neutralizar la fuerza militar de Gadafi y defender a la poblaci¨®n civil y a las tropas rebeldes acantonadas en Bengasi. "En este momento, aviones de la coalici¨®n est¨¢n atacando posiciones de Gadafi", proclam¨® entonces.
El jefe del Estado franc¨¦s se convirti¨® en el primer mandatario que recibi¨® -tambi¨¦n en El El¨ªseo- a los miembros del Consejo Nacional de Transici¨®n libio, el ¨®rgano pol¨ªtico de la insurgencia. En ese encuentro juzg¨® un papel determinante de intermediario el fil¨®sofo y activista Bernard-Henri L¨¦vy, muy involucrado con las revoluciones ¨¢rabes -en T¨²nez, Libia y Egipto, pa¨ªses que hab¨ªa visitado recientemente con la intenci¨®n de recoger testimonios de primera mano y ver con sus propios ojos el desarrollo de las revueltas-, y que seg¨²n la prensa francesa acompa?ar¨¢ hoy al presidente en su visita.
Con el reconocimiento del Consejo Nacional Libio, Sarkozy dejaba claro que Francia abandonaba los tanteos iniciales respecto de la primavera ¨¢rabe, retomaba la iniciativa internacional -que no ha vuelto a abandonar- y recobraba una estatura internacional a un a?o de unas decisivas e inciertas elecciones presidenciales.
Todo comenz¨® a finales de febrero, cuando sustituy¨® a la ministra de Asuntos Exteriores, Mich¨¨le Alliot-Marie, cuestionada por unas sospechosas vacaciones navide?as en T¨²nez gozando de privilegios reservados a los amigos del dictador Ben Ali. Un miembro del clan del dictador tunecino puso a disposici¨®n de Alliot-Marie, su marido y sus padres un avi¨®n privado para que se desplazaran hasta su lugar de vacaciones en la costa tunecina.
Por si fuera poco, semanas despu¨¦s, en la Asamblea Nacional, la ministra aconsejaba a la polic¨ªa tunecina pedir ayuda e informaci¨®n a la polic¨ªa francesa para reprimir las revueltas de una manera profesional e incruenta. As¨ª, mientras la revoluci¨®n de los j¨®venes del mundo ¨¢rabe ganaba adeptos en todo un planeta que miraba hacia all¨ª expectante, Francia languidec¨ªa con viejas maneras paternalistas de rep¨²blica neocolonialista aquejada de una miop¨ªa diplom¨¢tica alarmante.
Tras el nombramiento de Alain Jupp¨¦, Sarkozy, al que nunca le han gustado nada las medias tintas, decidi¨® pasar de ¨²ltimo de la clase a primero de la lista. Reconoci¨® al Consejo Nacional de Transici¨®n libio y se convirti¨® en el l¨ªder occidental m¨¢s decidido a expulsar a Gadafi costara lo que costara. Se embarc¨® en una guerra imprevisible de la que ahora espera sacar r¨¦ditos pol¨ªticos, econ¨®micos y electorales.
Los pol¨ªticos est¨¢n claros y se comprobar¨¢n hoy, cuando ¨¦l y Cameron den un discurso retrasmitido a todo el mundo en la plaza de la Libertad de la liberada Bengasi.
Los econ¨®micos se vislumbraron el pasado 2 de septiembre, cuando -de nuevo- El El¨ªseo acogi¨® una gran conferencia internacional, con m¨¢s de 70 delegaciones, concebida para preparar la nueva Libia despu¨¦s de Gadafi. Fue sintom¨¢tica la intervenci¨®n de Jupp¨¦ esa ma?ana en una radio francesa. Desminti¨® con una sonrisa la noticia de la existencia de un acuerdo por el que el Consejo Nacional de Transici¨®n libio conced¨ªa a Francia el 35% de la explotaci¨®n del petr¨®leo libio. Pero luego a?ad¨ªa: "Claro que a nadie puede extra?ar -y es lo justo- que los pa¨ªses que han estado en la primera l¨ªnea a la hora de defender a los rebeldes no gocen ahora de determinadas ventajas".
Para calibrar los r¨¦ditos electorales de esta operaci¨®n internacional habr¨¢ que esperar a las elecciones del a?o que viene. Por lo pronto, Sarkozy sigue arrastr¨¢ndose en los sondeos, lastrado por una crisis econ¨®mica que ahoga y cerca cada vez m¨¢s a Francia y los socialistas, hoy por hoy, a¨²n sin un l¨ªder, le superan en las encuestas.
160 polic¨ªas para proteger al presidente
Solo un escogido grupo de polic¨ªas supieron, antes de que saltara la noticia, la decisi¨®n del presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, de viajar a Libia: los que ayer le precedieron en el viaje y volaron al pa¨ªs norteafricano para preparar sobre el terreno todas las cuestiones de seguridad. No hay duda de que Sarkozy estar¨¢ bien protegido: le acompa?ar¨¢n 160 polic¨ªas, seg¨²n informa la agencia France Presse.
La misi¨®n de los que ayer se desplazaron a Tr¨ªpoli se centraba en estudiar la situaci¨®n de la capital libia y establecer las condiciones de seguridad necesarias para que el jefe del Estado galo pueda realizar su visita, seg¨²n indicaron fuentes policiales. Los portavoces del El¨ªseo no quisieron referirse a ello y, precisamente por motivos de seguridad, tan solo reconocieron que Sarkozy barajaba la "opci¨®n" de reunirse con el Consejo Nacional de Transici¨®n (CNT), el ¨®rgano pol¨ªtico de los rebeldes.
Aunque se mantiene la m¨¢xima discreci¨®n sobre todos los detalles del viaje, ayer estaban preparados dos aviones con buena parte de los agentes, que deb¨ªan viajar sin uniforme, sin c¨¢maras fotogr¨¢ficas, ni tel¨¦fonos port¨¢tiles a la vista, aunque s¨ª dotados de chalecos antibalas.
Est¨¢ previsto que ma?ana viernes regresen a Par¨ªs los dos vuelos, despu¨¦s de que los polic¨ªas hayan cumplido su objetivo de "dar seguridad" a un hotel, un hospital y otro edificio que podr¨ªa ser importante para la estancia de Sarkozy, tanto en Tr¨ªpoli como en Bengasi, que son las dos ciudades que se supone que el presidente visitar¨¢. Aunque no se descarta que finalmente solo viaje a una de ellas.
El pasado d¨ªa 1, Sarkozy declar¨®, durante una conferencia celebrada en Par¨ªs sobre el futuro de Libia, que viajar¨ªa a ese pa¨ªs magreb¨ª tan pronto como los dirigentes del Consejo Nacional de Transici¨®n se instalaran en la capital, Tr¨ªpoli, lo que se ha producido el pasado fin de semana.
Francia ha jugado un papel de primer plano en la intervenci¨®n aliada en Libia. Pero la revoluci¨®n contra Muamar el Gadafi le ha costado la vida de un exmilitar, que fue misteriosamente asesinado cuando se desplaz¨® a Bengasi para, seg¨²n declararon otros integrantes de su empresa, asesorar al CNT en cuestiones de seguridad.
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