"Recordadme cuando caiga el r¨¦gimen"
Un joven dirigente de la oposici¨®n siria dej¨® escrito su testamento pol¨ªtico antes de morir torturado
"Si os apen¨¢is con la noticia de mi muerte, sabed que ahora yo he obtenido de una sola vez la felicidad y la libertad (...)". "Recordadme cuando festej¨¦is el derrocamiento del r¨¦gimen y una patria libre de opresores". Ghiath Matar, de 26 a?os, escribi¨® estas l¨ªneas con la intenci¨®n de que se dieran a conocer si la represi¨®n del r¨¦gimen sirio acababa con su vida.
Y as¨ª fue. Matar fue secuestrado el 6 de septiembre y muri¨® la semana pasada. No se sabe el d¨ªa exacto, aunque su cuerpo fue entregado el s¨¢bado pasado a su familia en la barriada damascena de Darayya. En el pecho ten¨ªa equimosis y heridas en la cara que confirmaban que fue torturado, seg¨²n inform¨® la ONG Human Rights Watch (HRW) tras contactar en Damasco con militantes de la oposici¨®n.
Ghiath Matar, de 26 a?os, era conocido por su militancia pacifista
Pese a su juventud era, desde marzo, uno de los organizadores de las protestas contra el presidente Bachar el Asad. Como todos los l¨ªderes opositores sirios dej¨® a sus amigos y familiares un testamento pol¨ªtico. "Es para que os reafirm¨¦is en el mismo principio por el que salimos a la calle, para que trabaj¨¦is por todo aquello que demandamos con nuestros gritos (...)", reza el texto p¨®stumo. "No dej¨¦is que os cambien, no desperdici¨¦is mi sangre y la de los otros m¨¢rtires que dieron sus almas por una Siria libre". "Sed pacientes, pues la victoria llegar¨¢".
Adem¨¢s de coordinar manifestaciones, Matar "era un pacifista", recuerda Nawal Sibai, escritora siria exiliada en Madrid. "Aunque nos maten a todos no hay que recurrir a las armas para defenderse, como dec¨ªa Matar", a?ade. Se desmarcaba as¨ª de aquellos opositores que se inclinan por la insurrecci¨®n armada. "Por eso su muerte es a¨²n m¨¢s dolorosa", concluye.
Casado y a punto de ser padre (su esposa dar¨¢ a luz en diciembre), Matar cay¨® en una trampa hace nueve d¨ªas, seg¨²n HRW. Estaba con su amigo Yahya Charbaji, un periodista que trabaja en la clandestinidad, cuando este recibi¨® una llamada de su hermano -amenazado a punta de pistola por agentes de la polic¨ªa secreta- aconsej¨¢ndole que se desplazara, por razones de seguridad, al barrio de Sahnaya. All¨ª les apresaron tras una persecuci¨®n en coche. Las familias recibieron despu¨¦s sendas llamadas de un funcionario inform¨¢ndoles de que hab¨ªan sido capturados.
Nunca hasta ahora la muerte de un activista sirio hab¨ªa suscitado tanta reprobaci¨®n como la de Matar. Tanto la UE como otros Gobiernos occidentales condenaron su muerte y el martes los embajadores en Damasco de EE UU, Robert Ford; y de Francia, Eric Chevallier, acudieron a una vigilia f¨²nebre con sus familiares. Despu¨¦s se les unieron otros seis embajadores, pero no el espa?ol.
Cientos de j¨®venes asistieron a la ceremonia. En cuanto se alejaron los diplom¨¢ticos los antidisturbios llanzaron granadas lacrim¨®genas y dispararon al aire para disolverles, pero en esta ocasi¨®n no apuntaron a matar. Desde que empezaron las protestas en marzo han fallecido 2.600 activistas, seg¨²n revel¨® el lunes Nani Pillay, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Justo cuando el cuerpo de Matar era entregado el s¨¢bado a su familia, desaparec¨ªa en el aeropuerto de Damasco Rafah Nached, de 66 a?os, la primera psiquiatra siria, fundadora de la Escuela de Psicoan¨¢lisis de Damasco. Ten¨ªa un billete para volar a Par¨ªs, pero nunca embarc¨®. En estos tiempos convulsos se dedicaba a impartir clases para ayudar a sus compatriotas a superar el miedo.
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