Reciclar

Reciclar es una de estas palabras de moda. Hay continuas campa?as que nos incitan a reciclar lo que eufem¨ªsticamente se llaman ahora "residuos s¨®lidos urbanos" y antes "basura". Y nos piden que introduzcamos en diferentes contenedores los papeles y cartones, los recipientes y la basura "org¨¢nica", adem¨¢s de las pilas, los cartuchos de tinta, etc¨¦tera. Todo ello por el medio ambiente, parece ser.

Realmente cuando yo era peque?o se reciclaba much¨ªsimo, pues el papel lo vend¨ªas o lo cambiabas por tebeos, libros, etc¨¦tera; por las botellas te hac¨ªan un descuento al comprar otra, el trapero -profesi¨®n desaparecida- te daba botijos o cacharros por trapos, metales y cosas as¨ª. Finalmente, el basurero recog¨ªa el resto de la basura totalmente gratis, y solo le dabas una propina, el aguinaldo, por Navidad.

Ahora, el Ayuntamiento te cobra una cantidad por recoger la basura. He omitido el "te" porque eres t¨² el que llevas la basura a unos recipientes llamados contenedores. No dir¨¦ que esto est¨¦ mal. Los servicios p¨²blicos hay que pagarlos.

Lo que no entiendo es que, adem¨¢s de pagar, tenga que contribuir al negocio de unos se?ores que no s¨¦ qui¨¦nes son y por qu¨¦ les debo dar gratis la materia prima para sus negocios. Y negocio debe ser, dada la corrupci¨®n que a veces hay en la concesi¨®n de estos servicios o, no digamos, el inter¨¦s de la mafia por ellos en Italia.

Yo, desde luego, no lo hago. Y no es que no me preocupe el medio ambiente, que s¨ª me preocupa, pero no a costa de hacer el primo. Porque se supone que las empresas dedicadas al reciclaje pagan un canon a los Ayuntamientos, pero a m¨ª, que soy el proveedor, no me pagan, ni me dan un botijo, ni tebeos ni nada.

As¨ª es que el d¨ªa que yo reciba una compensaci¨®n por mis residuos, reciclar¨¦. Mientras, que las empresas se entretengan en rebuscarlos en mis bolsas de basura.