"El d¨¦ficit no es algo esencialmente sat¨¢nico, no"
Hay un se?or con gafas y mirada aguile?a que ocupa el esca?o n¨²mero 1401 del Congreso de los Diputados y que se resiste a abandonar el hemiciclo. Lleva 35 a?os bajo la b¨®veda del Sal¨®n de Sesiones, 35 a?os durante los cuales ha ocupado cuatro esca?os distintos. Se sienta en la cuarta fila del pasillo de la izquierda; en la primera est¨¢ Zapatero; en la segunda, Jos¨¦ Antonio Alonso; en la tercera, ahora, Rubalcaba; detr¨¢s del candidato est¨¢ ¨¦l, Alfonso. Hubo un tiempo en que este era uno de los hombres m¨¢s temidos dentro y fuera de la Carrera de San Jer¨®nimo, entre adversarios y correligionarios, tan afilada era su lengua, tal era el poder entre sus manos.
Hoy es como un patricio, el ¨²ltimo representante de una estirpe, el ¨²ltimo constituyente, el ¨²ltimo mohicano.
"La raz¨®n moral y la raz¨®n pol¨ªtica han sido sustituidas por la raz¨®n econ¨®mica: hoy solo es ¨²til lo que es rentable"
"Rajoy no se define en nada, no dice nada, lo cual indica que no estudia. Hay que leer muchos papeles para estar en pol¨ªtica"
"El Van Rompuy este que han puesto est¨¢ desaparecido y la se?ora Ashton, lady Ashton, yo no s¨¦ d¨®nde est¨¢"
A sus 71 a?os, Alfonso Guerra Gonz¨¢lez sigue con ganas de marcha. No contento con ser el ¨²nico diputado espa?ol que ha estado en el Congreso en las nueve legislaturas de la democracia, va camino de regresar en la pr¨®xima, la d¨¦cima. Ser¨¢ nuevamente el n¨²mero uno de la lista del Partido Socialista Obrero Espa?ol por Sevilla.
"En realidad, esto es el resultado de una trayectoria. Yo quiz¨¢s tendr¨ªa que haberme dedicado a otra cosa en la vida. Pero uno no elige el pa¨ªs ni el a?o en el que nace y resulta que cuando empiezo a ser un adolescente descubro que este es un lugar en que un r¨¦gimen reprime. Y entonces me comprometo".
Treinta y cinco a?os. Los ¨²ltimos, como presidente de la Comisi¨®n Constitucional del Parlamento. Guerra ya no es el hombre de aquellos latigazos lapidarios, pero sigue atento, despierto, alerta. Sab¨ªamos de su veneraci¨®n por Mahler, por Machado, pero resulta que hablas con ¨¦l de pop contempor¨¢neo y exhibe o¨ªdo y paladar: le gustan Wilco, Phoenix y Benjamin Biolay. Casi n¨¢. Vamos, que est¨¢ al d¨ªa.
En su despacho de la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, recibe a EL PA?S. Su verbo sigue siendo apasionado, todav¨ªa le quedan dardos. Su escritorio est¨¢ perfectamente ordenado, es el escritorio de un hombre meticuloso, perfeccionista, pulcro; todo est¨¢ controlado.
Pregunta. ?El hecho de que usted sea el ¨²ltimo diputado en activo de la generaci¨®n que condujo la Transici¨®n es s¨ªntoma de que vivimos tiempos en que se desprecia la experiencia?
Respuesta. Puede ser pero, en mi opini¨®n, hay un dato m¨¢s importante. Cuando en el a?o 1978 el Congreso de los Diputados elabora una nueva Constituci¨®n, despu¨¦s de casi cuarenta a?os de dictadura, la sociedad encarga la tarea de redactar esa carta fundacional a 350 diputados. A los 25 a?os solo quedaba un diputado de aquella c¨¢mara: yo. ?Qu¨¦ caracter¨ªstica define esta evoluci¨®n?: la irreflexi¨®n. Esta es una ¨¦lite pol¨ªtica muy poco reflexiva.
Los medios han contado que Guerra repite como n¨²mero uno en Sevilla porque Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, candidato del PSOE a la presidencia, le ha convencido de que lo hiciera. Su versi¨®n es un tanto distinta. Explica que ante todo, lo primero que hizo fue hablar con los que tienen que elegirle, sus compa?eros en Sevilla. "Habl¨¦ con ellos y me alentaron. Me dijeron: 'T¨² nos das seguridad en la lista, tienes que hacerlo'. Me negu¨¦ durante alg¨²n tiempo. Dije: 'Otros m¨¢s j¨®venes querr¨¢n este puesto'. Pero me dijeron que todos estaban de acuerdo. Y al final les dije que s¨ª. Me llam¨® tambi¨¦n Rubalcaba y le dije: 'Bueno he hablado con los compa?eros y despu¨¦s de mucha insistencia, les he dicho que voy a continuar".
P. ?Y ¨¦l qu¨¦ dijo?
R. Que cre¨ªa que deb¨ªa hacerlo; que hab¨ªa dos generaciones que ¨¦l quer¨ªa combinar, los m¨¢s j¨®venes y los m¨¢s veteranos; que ¨¦l estaba de acuerdo.
Acaba de entrar un mensaje en su iPhone. Mira la pantalla y posa el tel¨¦fono sobre la mesa. Asegura sin ambages que el PSOE puede ganar las elecciones. Recuerda que en 1993 los sondeos auguraban el triunfo del PP y ganaron los socialistas. "Ya veremos qu¨¦ piensa la gente".
P. O sea que usted conf¨ªa en que pueden ganar.
R. Claro. Porque igual que la gente piensa: "Ha habido una crisis, la administraci¨®n de la crisis no ha sido la que yo pensaba", puede pensar tambi¨¦n: "Uy, uy, uy, y si entra don Mariano, ?qu¨¦ me dices! Critico lo que sea hasta llegar a la puerta del colegio electoral, pero con don Mariano me va a ir peor". Cualquier persona sensata, nada m¨¢s que sensata, milite en una idea conservadora, progresista o fuera del sistema, que piense: "?Qui¨¦n me parece m¨¢s capaz? ?don Mariano o Alfredo P¨¦rez Rubalcaba?", lo tiene clar¨ªsimo. Una persona indecisa, poco hacedora, poco dispuesta a hacer cosas. Y Alfredo, una persona inteligente, ¨¢gil, se ve. Es que no hay color.
P. Hace dos a?os, en Rodiezmo -donde Zapatero sol¨ªa inaugurar el curso pol¨ªtico con un mitin-, ya dijo usted que Rajoy era un poco holgaz¨¢n.
R. S¨ª, un poco. Lo primero, porque no se define en nada, no dice nada, lo cual indica que no estudia. Y hay que estudiar muchos papeles para estar en pol¨ªtica, hay que leer mucho. Yo leo las cosas m¨¢s ins¨®litas, recojo textos de profesores universitarios de Cambridge y otras universidades, porque necesito ox¨ªgeno, no puedo vivir solo con mis ideas, necesito que me iluminen. Este se?or nunca dice nada sobre nada, lo que indica que no trabaja. Y claro, un se?or que no trabaja, ?puede dirigir un pa¨ªs? Yo creo que no.
P. Y aparte de ¨¦l, en caso de que gane el Partido Popular, ?teme usted que alguna persona en particular pueda llegar a ministro?
R. Hombre, hay personas con posiciones muy radicales, brutalmente radicales, que no me gustar¨ªa ver como ministros.
P. ?Qui¨¦nes?
R. Bueno, lo sabe todo el mundo: gente como Esperanza, como Cospedal, como el Esteban Gonz¨¢lez-Pons este, que es un tipo tremendo. Hace un par de meses, un dirigente del partido popular me dijo: "Lo he estado estudiando y yo no veo muchos cuadros si gan¨¢ramos las elecciones para cubrir esto bien". Yo tengo muchas dudas de que vayan a gobernar, a pesar de lo que dicen los peri¨®dicos, y lo que dice incluso alg¨²n socialista: "No, como estamos tan mal...". ?Pero qu¨¦ dices, ad¨®nde vas!
Genio y figura. As¨ª las suelta, con ese tono que intenta vestirse de inocencia. Atribuye la p¨¦rdida de confianza en el PSOE a dos factores, fundamentalmente: la negaci¨®n de la crisis econ¨®mica y la pol¨ªtica territorial. Se mantiene fiel a un cierto esp¨ªritu jacobino.
P. En el ¨²ltimo encuentro de Rodiezmo, habl¨® usted de la reforma constitucional que limita el d¨¦ficit como de una "p¨ªldora envenenada" que se ha tragado el Ejecutivo para que "los poderosos no arrasaran el pa¨ªs".
R. Los mercados est¨¢n obligando a que los Gobiernos se aten de manos desde el punto de vista del d¨¦ficit. Yo s¨¦ que decir esto hoy es una heterodoxia tremenda, pero yo soy el que soy, no soy otro: el d¨¦ficit no es algo esencialmente sat¨¢nico, no. Depende de en qu¨¦ se gaste. Mire c¨®mo se han sabido introducir excepciones. Hay que agradecerles a Txiki Benegas y a Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n que se hayan establecido excepciones: si hay cat¨¢strofes naturales, si hay una situaci¨®n social grave, cat¨¢strofe econ¨®mica. La obligaci¨®n del d¨¦ficit cero a m¨ª me parece nefasta. Otra cosa es c¨®mo se crea el d¨¦ficit, con qu¨¦ gastos. Si es para subvenir a las necesidades aut¨¦nticas de la gente, ?hombre! puede haber una elasticidad: el equilibrio cero a m¨ª me parece horroroso.
P. ?La pol¨ªtica est¨¢ en manos de los mercados?
R. Hombre, los Gobiernos han perdido una capacidad de maniobra grande. Todos los Gobiernos del mundo. De una manera un tanto ligera, todos los Gobiernos de derechas, de izquierdas, pensaron que la globalizaci¨®n era la panacea. Y la globalizaci¨®n en realidad, ?qu¨¦ es?, libertad de circulaci¨®n de capitales. Punto. No hay m¨¢s.
P. El capitalismo y los mercados han sido dos de las dianas del movimiento 15-M, que tambi¨¦n lamenta que la econom¨ªa haya sustituido a la pol¨ªtica: ?A qu¨¦ reflexi¨®n le ha conducido el despertar de esos j¨®venes espa?oles que parecen estar m¨¢s cerca de la izquierda que de la derecha?
R. Llevo 20 a?os escribiendo que la raz¨®n moral y la raz¨®n pol¨ªtica han sido sustituidas por la raz¨®n econ¨®mica. Hoy en d¨ªa, en el mundo solo es ¨²til lo que es rentable. Y llevo 20 a?os diciendo que la sociedad, y en particular los sectores progresistas, ha perdido la capacidad de indignarse. Ahora resulta que un opusculito de 20 p¨¢ginas ha despertado a los j¨®venes, estupendo, me encanta. Ahora bien: los fen¨®menos de protesta tienen una justificaci¨®n moral, econ¨®mica y pol¨ªtica absoluta, pero si no est¨¢n encauzados, no son ¨²tiles. La gente tiene que saber que cuando se prescinde de los partidos pol¨ªticos, por muy incompletos o imperfectos que sean, no hay m¨¢s que el tel¨®n de acero de la dictadura. Estos movimientos, si no est¨¢n vehiculados, no tienen utilidad p¨²blica, son como la espuma de un sufl¨¦, que sube, sube y desaparece.
Las frases del tipo "llevo 20 a?os diciendo" jalonan la entrevista, aparecen una y otra vez. Guerra se muestra muy cr¨ªtico con la deriva que ha tomado el proyecto europeo. "El Van Rompuy este que han puesto est¨¢ desaparecido y la se?ora Ashton, lady Ashton, yo no s¨¦ d¨®nde est¨¢". Considera que la Comisi¨®n Europea ha entregado las llaves de la pol¨ªtica econ¨®mica a las agencias de calificaci¨®n. Y aboga por reformas profundas. "Hay que hacer cambios radicales en la UE. Y uno, inminente, son los bonos europeos. Se han cometido errores. La ampliaci¨®n a 27 fue un poco rara. Quedamos todos como dioses, todos guapos, metimos a Ruman¨ªa... Vale, vale, vale, '?Oiga, est¨¢ usted preparado para esto?'. Ahora estamos hablando de que Grecia se cae y todos tocando las palmas porque llega Croacia. Bueno, vale: '?Ha estudiado usted el impacto?'. Mucha ligereza, los pol¨ªticos quieren quedar muy bien, pero Europa necesita una uni¨®n pol¨ªtica. Mientras no haya una unificaci¨®n fiscal y unos bonos europeos que garanticen la deuda de los pa¨ªses europeos esto no va a levantar cabeza".
Tiempo de mirar atr¨¢s. Al volver la vista, Guerra se muestra tajante: "Yo nunca me he arrepentido de nada".
P. El 22 de febrero de 1991 usted dijo en Vitoria que para moldear al Partido Socialista, la derecha econ¨®mica y pol¨ªtica le hab¨ªa desalojado, como consecuencia del caso Juan Guerra, porque le ve¨ªa como un obst¨¢culo. Durante a?os ha dicho que todo eso obedeci¨® a una estrategia de determinados poderes. ?Lo sigue pensando?
R. Yo creo que no hay ninguna duda. Con el paso del tiempo se confirma todo.
P. ?C¨®mo se ha confirmado?
R. Vas conociendo m¨¢s cosas. Los abogados de los partidos que llevaron causas contra m¨ª fueron premiados con un puesto de diputado, qu¨¦ curioso.
P. ?Qui¨¦n estaba detr¨¢s de eso?
R. Bueno, los partidos pol¨ªticos en connivencia con alg¨²n juez prevaricador y algunos peri¨®dicos tambi¨¦n, jugaron muy fuerte. Pero bueno, eso ya es el pasado.
Llegados a este punto, el periodista formula una pregunta y una repregunta sobre el caso Juan Guerra, el esc¨¢ndalo que marc¨® su carrera pol¨ªtica, cuando era vicepresidente del Gobierno, como consecuencia del uso de un despacho de la Delegaci¨®n del Gobierno en Sevilla por parte de uno de sus hermanos. Guerra no quiere que se hable de aquel episodio. Evita contestar.
P. ?Sigue en contacto con Felipe Gonz¨¢lez?
R. Cuando nos encontramos. ?l viaja mucho, sobre todo a Hispanoam¨¦rica, aunque ahora est¨¢ viajando menos, as¨ª que no tenemos muchas ocasiones, pero cuando nos encontramos, pues s¨ª, nos saludamos cordialmente, charlamos un poco.
P. ?Mantienen una buena relaci¨®n?
R. Yo s¨ª.
P. ?Y qu¨¦ piensa usted cuando recuerda a aquel Andr¨¦s -su nombre de guerra, nunca mejor dicho, de la ¨¦poca de la clandestinidad-?
R. Que era un pobre insensato que se quer¨ªa comer el mundo, una persona muy rom¨¢ntica. Feliz dentro de ese romanticismo. Me ha legado muchas sensaciones y sentimientos que me hacen estar despierto en la vida.
P.
?Andr¨¦s sigue vivo?
R. S¨ª, bastante. Creo que algo entiendo la vida, y cuando digo entiendo la vida no es un proceso solo racional, sino tambi¨¦n sentimental. A m¨ª no me ofusca la pertenencia a esto o aquello, o la tenencia de cosas. Me mantengo bastante independiente de m¨ª mismo. Sigue vivo aquel rom¨¢ntico porque a m¨ª me causa mucho dolor el dolor de otros. Mantengo tambi¨¦n los ojos de un adolescente: me interesa todo, leo todo, escucho todo, visito todo, me interesa lo nuevo, aunque lo nuevo por nuevo no tiene por qu¨¦ ser bueno. Y esa es mi vida, sencilla, pero bastante llena.
P. ?Cu¨¢l le gustar¨ªa que fuera su legado?
R. Bueno...Uno est¨¢ vivo mientras viven las personas que a uno le quieren. Cuando ya mueren los que a uno le quisieron, ya uno no est¨¢ vivo; la inmortalidad no existe. La inmortalidad dura un tiempo: t¨² te mueres, y todos aquellos seres que te han querido te sienten presente. Cuando ya muere el ¨²ltimo de los que te han querido, ya no est¨¢s vivo. En mi caso, las personas que me quieren son muchas, porque hay muchos a los que no tengo ocasi¨®n de ver pero s¨¦ que me quieren; ¨²ltimamente me escriben mucho, me han vuelto a leer, hay mucha gente que me quiere y conf¨ªa en m¨ª, m¨¢s, seguramente de lo que deber¨ªan.
La entrevista se acaba. La media sonrisa de Guerra vuelve a asomar mientras se levanta de su silla:
"En fin, como dec¨ªa el poeta: 'Que la vida iba en serio, ?uno empieza a comprenderlo demasiado tarde!". Y su espalda se curva entre risas.
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