Vive Francisco de Quevedo

Hoy hace 366 a?os que muri¨® don Francisco de Quevedo a los 65 a?os. Eso se dice, porque el gran escritor madrile?o goza de perfecta salud, incluso mejor que cuando sali¨® de la prisi¨®n de San Marcos de Le¨®n. Eso suele pasar con todos los grandes.

Su vida fue vertiginosa, fascinante. Amigo de Lope y de Cervantes, Quevedo era patizambo, espadach¨ªn, mis¨®gino, visitador de casas de manceb¨ªa y tabernario. (Su mortal enemigo Luis de G¨®ngora le dedic¨® el insidioso poema Don Francisco de Quebebo). A pesar de todo, el gran escritor tambi¨¦n fue autor de obras religiosas, como Pol¨ªtica de Dios y gobierno de Cristo o la Vida de san Pablo.

Sat¨ªrico empedernido, tuvo muchos enemigos, aunque vivi¨® rodeado de nobles y potentados, como el duque de Lerma y el de Osuna, para quien ejerci¨® diversas funciones en Italia, entre ellas, esp¨ªa en la rep¨²blica de Venecia. Su vida est¨¢ llena de intrigas, destierros y c¨¢rcel, acusado al parecer de ser esp¨ªa de los franceses. Todo ello siendo miembro de la Cofrad¨ªa del Sant¨ªsimo Sacramento. Entonces eran as¨ª. En uno de los muchos libelos que se publicaron contra ¨¦l se le acusa de "maestro de errores, doctor en desverg¨¹enzas, licenciado en bufoner¨ªas, bachiller en suciedades, catedr¨¢tico de vicios y protodiablo entre los hombres". Ya no existen escritores tan completos.

Madrid le debe uno de los retablos m¨¢s completos de la capital en el XVII, la obra maestra de la picaresca, Historia de la vida del Busc¨®n llamado don Pablos, ejemplo de vagamundos y espejo de taca?os.

Le obligaron a casarse con una viuda con hijos, do?a Esperanza de Mendoza. El feliz matrimonio dur¨® tres meses, algo m¨¢s de lo que ¨¦l hab¨ªa escrito en un soneto mordaz: "Mujer que dura un mes es una plaga".

Nunca se le perdon¨® su talento. Como ahora.