Las primarias de ERC
La semana pasada ERC eligi¨® a trav¨¦s de primarias el candidato para encabezar la lista de la provincia de Barcelona en las pr¨®ximas elecciones legislativas del 20-N. En disputa estaban el secretario general del partido y experimentado diputado, Joan Ridao, y el nuevo fichaje del mercado de verano, Alfred Bosch. Despu¨¦s de los resultados, los nuevos dirigentes del partido destacaron p¨²blicamente las virtudes del proceso de primarias y el ejemplar ejercicio de democracia interna, aunque hay pocos dirigentes o militantes de partidos que, conociendo bien la cocina de las primarias, persistan en realzar, en privado, la pulcritud democr¨¢tica de estos procesos: la ley de hierro de la oligarqu¨ªa organizativa sigue vigente. Por otro lado, parece contradictorio que los l¨ªderes de los partidos enaltezcan la utilidad democr¨¢tica de las primarias y, al mismo tiempo, traten de evitarlas o limiten su aplicaci¨®n, evidenciando que la parafernalia de las primarias solo tiene efecto si se practica en plazas emblem¨¢ticas.
Tanto CiU como ICV desean que ERC lidere un frente electoral independentista que incluya los elementos m¨¢s estrafalarios
En teor¨ªa, las elecciones primarias pueden ser un buen instrumento para contrastar proyectos dentro de un mismo patr¨®n ideol¨®gico, para elegir los mejores candidatos, para fortalecer su legitimidad, para aproximar las bases a les ¨¦lites del partido o para conseguir que la militancia se sienta protagonista en un momento clave de la vida del partido. En definitiva: m¨¢s democracia interna, m¨¢s transparencia, m¨¢s participaci¨®n, m¨¢s legitimaci¨®n y tambi¨¦n m¨¢s presencia de los candidatos en los medios de comunicaci¨®n. Pero en la pr¨¢ctica, las primarias suelen tener efectos negativos como trasladar a las bases una confrontaci¨®n entre personalidades, utilizar o manipular a la militancia para avalar el candidato de la direcci¨®n, amplificar posibles heridas y desencuentros internos, pasar de los argumentos pol¨ªticos a los personales o que la lucha entre precandidatos alimente la cr¨ªtica de los dem¨¢s partidos. Las primarias suelen generar fragmentaci¨®n interna, mayor personalizaci¨®n de la pol¨ªtica y una cierta instrumentalizaci¨®n de la militancia.
Las primarias de los republicanos generaron tambi¨¦n situaciones ins¨®litas y parad¨®jicas made in ERC. En primer lugar, se organizaron el mismo d¨ªa de la elecci¨®n de un nuevo presidente y una nueva secretar¨ªa general del partido que apostaban claramente por uno de los candidatos, de manera que tuvieron un evidente efecto plebiscitario que condicion¨® el comportamiento electoral de las bases. En segundo lugar, el candidato outsider, que consigui¨® casi un tercio de los votos, era el secretario general del partido, y, en cambio, el candidato preferido por el aparato del partido era un independiente reci¨¦n llegado al partido y a la pol¨ªtica. En tercer lugar, como consecuencia de la gran diferencia de perfiles de los candidatos, los resultados han dejado en la cuneta al candidato con mayor experiencia parlamentaria y mejor preparado para afrontar unas elecciones legislativas, mientras que en una semana el flamante ganador ya ha metido la pata varias veces en sus apariciones p¨²blicas. En cuarto lugar, tambi¨¦n se votaron dos estrategias pol¨ªticas distintas sin el preceptivo debate congresual previo: la reconstrucci¨®n de la izquierda nacional o la reunificaci¨®n de la disidencia independentista. En quinto lugar, si bien las primarias suelen generar cierta preocupaci¨®n a los dem¨¢s partidos competidores, las de ERC han sido una excelente noticia para CiU y para ICV. CiU cree que la nueva direcci¨®n y el nuevo candidato ser¨¢n f¨¢ciles de convencer para conseguir apoyos parlamentarios y ya est¨¢ preparando una nueva reedici¨®n del "abrazo del oso" de 1984, cuando ERC entr¨® en el gobierno de CiU. ICV observa con entusiasmo la nueva estrategia de los dirigentes republicanos de dejar en un segundo plano las pol¨ªticas y el espacio electoral de izquierdas. Y tanto CiU como ICV desean que cuaje la idea de ERC de liderar un nuevo frente electoral independentista que incluya tambi¨¦n el independentismo m¨¢s estrafalario, al estilo de las municipales en Barcelona pero con m¨¢s material pirot¨¦cnico. Con este panorama desconcertante se entiende que m¨¢s de la mitad de la militancia de ERC decidiera no participar en las primarias del pasado s¨¢bado.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB (jmatas@ub.edu)
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