Un combate contra los prejuicios

Andrew Beckett es un prometedor abogado que trabaja para un importante bufete de Filadelfia, en la costa Este de Estados Unidos. Andrew es expulsado de la firma con una vaga excusa profesional, aunque la verdadera raz¨®n es otra: tiene sida. La pel¨ªcula Philadelphia recoge su periplo judicial en busca del reconocimiento de lo injusto de su despido; pero viaja mucho m¨¢s all¨¢ de su entramado argumental y se convierte en un ejemplo de obra comprometida, que aborda con valent¨ªa un asunto que, en su momento, a¨²n era casi tab¨² en el cine comercial estadounidense.

M¨¢s a¨²n: Philadelphia muestra pronto sus intenciones y diserta de manera militante sobre la intolerancia contra los homosexuales y sobre la discriminaci¨®n sufrida por los enfermos de VIH; y lo hace cargando las tintas en el problema de la ignorancia, siempre creadora de miedos y prejuicios. Una de sus secuencias m¨¢s importantes muestra la visita de Andrew al abogado Joseph Miller (interpretado con convicci¨®n por Denzel Washington), tras haber sido rechazada su defensa por otros nueve letrados. El espectador, ante la presencia de un abogado negro, piensa en la inmediata adhesi¨®n de este, al tratarse de un caso de discriminaci¨®n; pero Philadelphia no juega con cartas previsibles: Joseph es hom¨®fobo y tiene miedo de la terrible enfermedad. Solo cuando aprenda a ver a Andrew como un ser humano demoler¨¢ sus prejuicios y aceptar¨¢ su defensa.

Diserta de manera militante sobre la intolerancia contra los homosexuales

As¨ª, el filme se convierte tambi¨¦n en la emotiva historia de una amistad que rompe escr¨²pulos y escr¨²pulos.

Philadelphia (1993) viene avalada por el director Jonathan Demme, que hab¨ªa dinamitado las taquillas con El silencio de los corderos. Este ¨¦xito cimentaba su prestigio ante los estudios de Hollywood para llevar adelante un proyecto tan conflictivo. Por supuesto, el filme ser¨ªa otro sin el demoledor trabajo de Tom Hanks (incluida una transformaci¨®n f¨ªsica que le llev¨® a perder m¨¢s de 20 kilos). Su interpretaci¨®n le vali¨® el primero de sus dos Oscar consecutivos en 1994 -el a?o siguiente lo obtendr¨ªa por Forrest Gump-, en una haza?a que nadie lograba desde que lo consiguiese Spencer Tracy en 1938 y 1939, y que no se ha vuelto a repetir.

Los espectadores espa?oles siempre recordar¨¢n Philadelphia como la pel¨ªcula que introdujo en Hollywood a Antonio Banderas, quien logr¨® un matizado trabajo como el fiel compa?ero sentimental de Hanks. La banda sonora del filme correr¨ªa a cargo de Howard Shore, enriquecida por la canci¨®n compuesta por Bruce Springsteen, Streets of Philadelphia, que acompa?aba los cr¨¦ditos de la pel¨ªcula.